Pablo-Manuel Durio

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Una fiesta en torno al Elcano

Vista la Regata de este año, la ciudad no tiene por qué esperar a 2027 para volver a celebrar junto al mar. Puede hacerlo siempre que salga el buque escuela español

Ambiente en el Muelle de Cádiz estos días de Regata.

Ambiente en el Muelle de Cádiz estos días de Regata. / Germán Mesa

Éxito o fracaso. El balance de la Regata celebrada días pasados se dirime entre el lleno -rotundo en algunos momentos- en torno al muelle y su traducción en los sectores económicos más próximos al bolsillo de los ciudadanos, y el fracaso en la lámina de agua, con apenas una quincena de barcos y solo tres de la clase A. Una estampa bien distinta a las anteriores ediciones de grandes regatas que han recalado en Cádiz. Pero quizás esa debilidad de la regata de 2023, esa imagen que lleva a una parte de la ciudad a considerar que el evento en sí ha sido un fracaso, puede servir como fortaleza para de una vez por todas potenciar y significar algo a lo que la ciudad ciertamente no parece prestar mucha atención aunque sea todo un privilegio que más quisieran otros puertos.

La regata de este mes de septiembre ha demostrado que con poco que haya atracado al puerto, la fiesta puede ser grande. Y esto debe llevar a concienciar a las administraciones y a los propios gaditanos de que cada año tienen una gran oportunidad de mirar al mar y celebrar una gran fiesta en torno al muelle. Cádiz es el puerto de salida que la Armada Española tiene fijado para su buque insignia, el Juan Sebastián Elcano. Y ese acontecimiento, que muchas veces pasa desapercibido, puede aprovecharlo la ciudad para sumar otro fin de semana de celebración, de trenes duplicados, de hostelería sin descanso y hoteles sin habitaciones libres; de Canalejas de fiesta, exposiciones en la reja del Muelle; de paseos en la noria (30.000 personas subieron en apenas cuatro días según las cifras del Ayuntamiento, a 3,50 euros que costaba el viaje), algún que otro concierto y un refresco y aperitivo con vistas al mar (por muy caro que lo viera el partido que no se fijó en los letreros cuando gobernaba).

Si la ciudad, y muchos foráneos, se echaron a la calle para ver el Sagres portugués, el Cuauhtémoc mexicano (la gran atracción de la regata, ante la ausencia del Elcano, el Amerigo Vespucci, el Esmeralda o alguno que otro), el Dar Mlodziezy polaco (“el polaco” a secas esos días en el Muelle, ante tan difícil pronunciación) y poco más, ¿cómo no se va a echar a la calle si alrededor del Juan Sebastián Elcano se ofrecen también pasacalles, conciertos, esas food trucks tan de moda y otras actividades paralelas?

El momento presente puede ser crucial para dar un giro en torno a la relación de Cádiz con Elcano, para intensificar la presencia gaditana en esas idas y venidas del buque escuela de la Armada Española. Primero porque en caso contrario habrá que esperar cuatro años para disfrutar de otra Regata, como se han esperado siete (a causa del Covid) desde la anterior; segundo porque el Juan Sebastián Elcano empieza a preparar el centenario de su flotación, con lo que presumiblemente supondrá eso en 2027; tercero porque los buenos resultados cosechados en la hostelería, en los hoteles o en los servicios públicos, bien merecen una apuesta más contínua sobre este tipo de eventos; y cuarto por ese proyecto de integración del puerto y la ciudad que está llamado, como principal objetivo, a acercar al gaditano a su muelle.

En este empeño camina desde hace unos años la asociación Cádiz con Elcano, que ha logrado visibilizar de manera más notoria la presencia del buque en el puerto gaditano y su marcha hacia los viajes de preparación de los futuros marinos españoles. Y a poco que se apoye a esta entidad ciudadana, la programación que desarrollan puede encajar perfectamente en esa parte más lúdica y festiva que regalarían a la ciudad otro fin de semana de respiro.

Cádiz tiene la suerte que seguramente quisieran otras ciudades de ser puerto de salida y de final de cada viaje del Elcano (aunque a veces la ciudad lo haya desplazado a un rincón del Muelle porque ha preferido montar la Carpa de Carnaval que presumir de buque nacional). Y ahora, posiblemente más que nunca, tiene en sus manos la posibilidad de convertir este singular hecho en una auténtica celebración que suponga un beneficio para los sectores económicos de la ciudad y una fiesta para los gaditanos.

El 13 de enero de 2024 es la próxima fecha de salida del buque escuela, que incluso podría llevar a bordo a la infanta en este crucero de instrucción. De la ciudad depende ahora cómo se vive y celebra esta nueva presencia del casi centenario buque en el Muelle Ciudad.

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