La semana que viene tenemos cita electoral en San Fernando y la verdad es que no parece que vaya a haber mucho cambio. La alcaldesa Patricia Cavada ha puesto toda la carne en el asador para buscar su segunda reelección. Da la sensación de que hay bastante gente contenta con sus políticas de revitalización del centro, potenciación de la restauración, el ocio y el turismo. Su programa electoral fija nuevos hitos a cumplir, como el uso de la Casa Lazaga como un edificio administrativo, un zoco cultural en la antigua fábrica de Sevillana, la apertura del auditorio Alameda, la construcción del parque de la Magdalena y la creación de una piscina municipal en la Ronda del Estero.

La alternativa que ofrece el Partido Popular es María José de Alba, una isleña con gran trayectoria y experiencia en la política patria y municipalista, que ha asumido el desafío de encabezar una lista renovada con la que aprovechar la ola autonómica del partido de centro-derecha y preludiar el posible cambio nacional en la presidencia. Entre sus principales promesas electorales se encuentran la gratuidad del servicio autobuses a la playa de Camposoto, la puesta en marcha de la estación de autobuses, la potenciación del uso de las bicicletas, la bajada del IBI en un mínimo del 6%, instauración de un espacio gastronómico en el Mercado central, el uso de la Casa Lazaga como un edificio cultural y la construcción de una piscina pública en el Parque Almirante Laulhé.

Hay algunas semejanzas en las visiones de ambas candidatas (la necesidad de una piscina municipal o el uso de la Casa Lazaga), aunque sus campañas son distintas. El programa electoral de Cavada es más moderno y visual, con montajes fotográficos y un diseño publicitario, mientras que el de María José De Alba es clásico y puntilloso, con un listado arbóreo de promesas e intenciones; poco atractivo pero sobrio.

Tras varias elecciones da la sensación de que la Isla volverá al bipartidismo tras las derivas disruptivas de Ciudadanos, Podemos, IU y el Partido Andalucista. Los partidos minoritarios sufren en los comicios municipales, si bien en muchas ocasiones resultan fundamentales, al servir de horquilla a los "grandes" para obtener una alcaldía. Miremos cómo, en otras ocasiones, Fran Romero o Regla Moreno y Francis Posada, han servido para alzar a Cavada o a Loaiza al ayuntamiento. ¿Volverían a hacerlo esta vez? Lo que está claro es que Zambrano (Vox) jamás apoyaría a la alcaldesa-alcaldable: su única vía de salvación es la de María José De Alba.

Yo diría que Patricia Cavada va a ganar en número de votos, pero no sé si le alcanzarán para una mayoría absoluta, más aún cuando De Alba parece que superará los resultados del PP en la última cita electoral. Lo importante es que la ciudad sea cada vez mejor, más competitiva, con menor deuda y mejores infraestructuras. Y en la mano de estas dos mujeres se encuentra la clave para ello.