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En los últimos partidos ha dado la impresión de que el Cádiz elige cuándo compite y cuándo no

Cinco finales le quedan al Cádiz para saber si la temporada que viene seguirá en la liga de las estrellas o en la de los estrellados. Lo cierto es que eso solo depende de lo que el equipo quiera o pueda hacer. Y es que hay una diferencia sutil entre esos dos aspectos. En los últimos partidos ha dado la impresión de que el Cádiz ha elegido en qué partidos se compite y en cuales no parece que se esté jugando lo que se está jugando. Ante Osasuna no pareció una final. Si lo pareció ante el Valencia y ante el Atlético de Madrid el equipo se volvió a borrar, incluso antes de saltar al terreno de juego. Y cuando uno no tiene la cabeza al 100 por 100 en este tramo final de liga pueden ocurrir tragedias. El que a estas alturas considerara que 4 puntos era un colchón como para echarse a dormir tranquilo tiene la misma idea de esto que Los Enteraos del Selu, que saben mucho de fútbol porque se han llevado 30 años jugando en infantiles. A estas alturas todos los equipos se juegan la vida, y hasta los que no han ganado prácticamente nada son capaces de ganar dos partidos seguidos. Y en una de estas jornadas, con tantos equipos y con tanto en juego, si tu pierdes y dos o tres de los perseguidores ganan pues te ves otra vez con el agua al cuello, a un solo punto del descenso y con la mieditis acercándose. Partidos como el del Atlético de Madrid no se pueden tirar alegremente. Evidentemente era un rival complicado, pero, por muchas bajas que tuviéramos, había luego parón por selecciones y el siguiente partido era en 10 días. Ahí había que haber ido a muerte y si se cae (que era lo normal) al menos hacerlo mordiendo. Luego pasa lo que pasa, que Sergio González acaba enfadado con el rendimiento de los jugadores elegidos, pero es que a esos jugadores se les estaba ya dando el mensaje, no tan subliminal, de que ese partido estaba perdido. Y así es imposible ganar o, cuando menos, sacar al menos un empatito a base de cerrojazo. Y ahora pues estamos otra vez con el agua al cuello. Y no les engaño si les digo que el 50 por ciento de la salvación del Cádiz pasa por el partido de esta noche. Si se gana, moral por las nubes y 38 puntos a falta de 4 jornadas, a puntito de caramelo para superar los 40 puntos. Si se pierde y les da por ganar a Valencia, Valladolid y Getafe, nos metemos en descenso y ahí ya aparecen los nervios gordos.

Sí, es complicada la combinación, pero no imposible. El Cádiz tiene que salir a MATAR, con mayúsculas, en estos 5 partidos. Y si luego no salen las cosas pues a rezar para que los demás pinchen, pero eso de resultados y partidos a la carta nos pueden condenar. Sergio lo tiene claro: "hay que ganar 2 de los 5 partidos que quedan". Correcto, pero sin elegir cual se va a ganar y cual no. Si nos ponemos sibaritas nos pueden comer los de abajo. El equipo tiene mimbres más que suficientes para ganar esos dos partidos, como mínimo, y el calendario no es un infierno de los que se antojan imposible. Mejor que comer a la carta… menú del día.

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