Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Imagen de la noche electoral en la sede de Adelante en Cádiz.

Imagen de la noche electoral en la sede de Adelante en Cádiz. / Germán Mesa

Días de claves, las que dejan un 23 de julio de inesperado final e incierto futuro. Las que afloran analizando el mapa coloreado en azul y rojo. Las que vaticinan una España que regresa a los dos bloques clásicos de PP y PSOE a costa de esos partidos que irrumpieron con fuerza a mediados de la década pasada y que poco a poco van desapareciendo de la escena (casos de UpyD o el más reciente de Ciudadanos) o empiezan a dar indicativos de desinflarse (como le ha ocurrido a Vox y a Sumar, que han perdido 39 y 7 diputados, respectivamente, respecto a 2019). Y las que pueden leerse en clave local.

En Cádiz, posiblemente por encima de otras claves y lecturas llama la atención el resultado cosechado por Adelante Andalucía, el experimento nacional abanderado por Teresa Rodríguez y José María González ‘Kichi’ que ha pegado un señor batacazo que puede hacer saltar las alarmas respecto al futuro de esta formación que hasta el pasado mes de mayo -y durante los ocho años anteriores- ha gobernado la ciudad.

Apenas 1.434 gaditanos han confiado en el proyecto estatal de Kichi y Teresa; una cifra que viene a ser un 12% de los votantes que tuvieron hace dos meses en las municipales. Es decir, que se han dejado por el camino de los 56 días que han mediado entre una votación y otra el 88% de los apoyos. Una estrepitosa caída que hay que lo es más si se tiene en cuenta el aumento enorme en la participación en la ciudad en estas generales del pasado domingo (de casi 10 puntos, redondeando los 9.000 votos más en las urnas habilitadas en el término municipal).

Esta pérdida de apoyos se produce, además, dos meses después de que Adelante perdiera otra considerable cantidad de votos, pues en las municipales pasó esta formación de recibir 26.498 a 11.320 entre 2019 y 2023. De hecho, aunque se le sumen los 999 votos que registró Podemos (formación que a última hora decidió no participar de la confluencia de partidos de izquierda) no llegaría ni a la mitad de votantes de hace cuatro años.

Esta realidad -hechas las salvedades que siempre hay que tener en cuenta entre una convocatoria de ámbito municipal y una estatal- deja a Adelante sensiblemente tocado. Como partido, ha perdido prácticamente todo el apoyo económico que supone estar representado en las instituciones, lo cual merma el funcionamiento y las posibilidades de todo tipo. De hecho, el ingreso que recibirá el grupo municipal de Cádiz (7.700 euros mensuales) y el del único concejal de Puerto Real (1.860 euros) serán los únicos que, a priori, obtenga Adelante; teniendo en cuenta que ese importe no se puede destinar a conceptos como el pago de alquileres y que dentro de Adelante Izquierda Gaditana hay representados varios partidos.

Hay que contemplar también el cambio de escenario al que se enfrenta Adelante Izquierda Gaditana en el Ayuntamiento en este nuevo mandato, ahora como grupo de la oposición con menor representación (seis concejales frente a los siete del PSOE) y con sólo un concejal y medio liberados, lo que obligará al resto de ediles a encontrar nuevos caminos profesionales que podrían afectar de alguna forma a la dedicación al cargo.

A todo esto hay que unir otra realidad que no se puede obviar, y es que Adelante Izquierda Gaditana no es un partido al uso, no es una formación política en la que todos los militantes aceptan unos fines y unos estatutos concretos; se trata de una coalición de la que forman parte varios partidos y formaciones (Adelante Cádiz, Ganar Cádiz, Izquierda Unida, Verdes Equo y Alternativa Republicana) y en la que pueden surgir tensiones y diferencias como, de hecho, las ha habido en los últimos cuatro años en los que Ganar Cádiz se integró en el Adelante de Kichi.

Todo ello hace que en este próximo cuatrienio se juegue mucho, o todo, ese proyecto político que surgió en 2015 en Cádiz de la mano de Podemos y que fue tomando identidad propia con Kichi como principal líder. Ya no está Podemos, que camina por senderos paralelos; ni está Kichi, que por ahora regresó a su actividad profesional como profesor. Ahora queda saber si estará Adelante en el futuro político de la ciudad.

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