Crónica de San Juan de Dios

Melchor Mateo

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La rabia del PSOE

Mujer. El alcalde ha tratado de pescar en el río revuelto de los socialistas tras la pérdida de la Junta de Andalucía

Fran González y José María González, en una reunión en el Ayuntamiento de Cádiz.

Fran González y José María González, en una reunión en el Ayuntamiento de Cádiz. / Joaquín Hernández Kiki

Posible marcha atrás

“Si pretendes recorrer todos los caminos posibles, acabarás no recorriendo ninguno” (Paulo Coelho).

El cambio político que se ha producido en Andalucía ha dejado el hasta ahora fragmentado panorama en dos bloques muy atomizados entre los partidos de izquierda y de derecha. Ese vuelco hace que ahora cada formación tenga que ir posicionándose también a nivel local. Lo que se ha hecho hasta ahora puede que no valga en el nuevo escenario.

El alcalde José María González quiere pescar en ese río revuelto que supone tener a un PSOE rabioso que tiene un costurón abierto que no se sabe cuándo podrá cicatrizar. Al alcalde le ha bastado lanzar el anzuelo del asunto de la violencia de género y el terremoto de Vox, que se ha convertido en la muleta de un gobierno andaluz formado por PP y Ciudadanos, para pedirle que revoque el apoyo que dio en su día para quitarle la dirección de la Fundación Municipal de la Mujer a la podemita Ana Camelo y dárselo a Ciudadanos, personalizado en la figura de María Fernández-Trujillo.

La razón esgrimida por el alcalde gaditano es que la formación naranja participará en el nuevo Gobierno de Andalucía con el PP y el apoyo de Vox, que ha reclamado la derogación de la Ley de Violencia de Género.

El PSOE, de momento, está dispuesto a estudiar cualquier planteamiento, tal y como dijeron, y para esta semana puede haber un encuentro entre las dos partes para abordar el asunto.

El PSOE ha estado acostumbrado en estos casi cuatro años a dar unos bandazos tremendos que le han puesto al final, en la diana de todo el mundo.

Fue el partido que tomó la decisión lógica de dar con sus votos la Alcaldía a Podemos y quitársela a Teófila Martínez tras 20 años. Como argumentaron entonces, se trataba de darles una oportunidad para el cambio. Sin embargo, ese apoyo prácticamente se quedó ahí y en muchísimos puntos el equipo de gobierno se encontró luego enfrente a los socialistas. Unas veces era por propios deméritos de Podemos o Ganar Cádiz, en otras respondía a una estrategia.

Eso hizo que al final ni el gobierno ni la oposición se fiaran de la formación que encabeza Fran González. Para unos era el partido que había dejado el destino de la ciudad en manos de gente que no estaba capacitada para ello, según los del PP y, a veces, los de Ciudadanos. Para el gobierno local eran los que estaban haciéndole la pinza con los otros partidos de la oposición, los que le ponían los palos en las ruedas, los que dentro de las teorías conspiratorias de Podemos protagonizaban reuniones secretas para ir en bloque con PP y Cs.

A todo ello contribuyó que en Onda Cádiz se uniera la oposición para quitar de consejero delegado a David Navarro y se pusiera al portavoz de Ciudadanos, Juan Manuel Pérez Dorao, al frente; y después se descabalgó a Podemos de la dirección de la Fundación Municipal de la Mujer tras el nulo interés por parte de Ana Camelo para nombrar un gerente entre los candidatos que se habían presentado.

Después el PSOE, conforme se han ido acercando las elecciones, ha decidido adoptar un perfil más bajo, con una piel de cordero, intentando presentarse como el partido de las propuestas y de las soluciones y huyendo de la trifulca, e incluso prestando el apoyo y su colaboración para que saliera adelante el presupuesto municipal de 2018.Pero lo que nadie imaginaba es que en Andalucía iban a perder el feudo que llevaban décadas dominando con la pirueta de la unión de PP, Ciudadanos y Vox. El escenario ha cambiado de manera radical y eso también puede tener su reflejo en lo local.

El PSOE, unas veces por toque de arrebato desde la dirección nacional a todos sus grupos municipales, y otras por posicionarse lejos de la derecha en un momento en el que hay unas elecciones a la vuelta de la esquina y donde todo puede pasar, puede verse obligado a cambiar su estrategia.

Los caminos

Pero la relación entre el equipo de gobierno y el PSOE está tocada desde hace tiempo. Como ya dijimos en esta misma página hace una semana, es el agua y el aceite.Ahora se pueden ver obligados a llegar a una especie de matrimonio de conveniencia que podría ser el ensayo del panorama que se pueden encontrar en pocos meses con un resultado tan incierto. Mientras tanto, podrá seguir la frase de Coelho, que empezando a recorrer tantos caminos, al final no concluya ninguno.

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