Tenemos la curiosa mala costumbre de malgastar el dinero en cosas que terminan siendo inservibles y que se suman a la lista de los fracasos. Pero hay otras cosas que son aún peores y es que nos empeñamos en destruir aquello que parece que funciona. Ejemplo hay unos pocos pero uno de los más sonados fue el de la Escuela de Hostelería de la Junta de Andalucía que siempre se había puesto como un ejemplo de plena inserción de empleo. Los políticos un año tras otro sacaban pecho por ello. Hasta que un día dejó de llegar el dinero y comenzaron los problemas de falta de pago de la plantilla y la escuela vacía de alumnos. Al final volvió a abrir pero entre medias se perdió alguna promoción que ese año no pudo encontrar empleo porque no recibió formación alguna.

Eso de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra es tan cierto como que al final es un mal endémico en la política. Ahora le ha tocado el turno al Centro de Negocios del Casino Gaditano.

Los emprendedores que están allí han tenido que ver en los últimos días cómo se empezaban a tomar medidas para meter allí a otra entidad. Es como cuando en las viñetas de los tebeos de Mortadelo y Filemón había un tipo que tomaba medidas para el ataúd al futuro finado cuando todavía estaba vivo.

La compra del edificio que hizo el Ayuntamiento de Cádiz bajo el mandato del Partido Popular hace unos años estuvo envuelto en la polémica porque al final se gastaba el dinero en un inmueble que seguiría en usufructo para el propio Casino. Era la salvación para esta entidad. También recibió críticas la Zona Franca, que gastó 400.000 euros a través de los fondos Feder para este centro de negocios. Pese a todo el ruido que hubo en su día, al final el espacio se ocupó al completo y allí se han ido ubicando diversas empresas que pagan sus alquileres religiosamente a la Zona Franca y que, además, han conseguido crear lazos entre ellas en algunos casos.

El equipo de gobierno actual empieza a sentir el aliento de la premura de dar cumplimiento al convenio que ha firmado con la Universidad de Cádiz. Hay entidades, como la Academia Hispanoamericana, a la que no se le ha buscado aún acomodo, por lo que ahora se le quiere dar cabida en el Casino Gaditano para dejar liberado el Centro Cultural Reina Sofía y que éste sea ocupado por la Universidad de Cádiz.

Los emprendedores aseguran que han hecho inversiones y quieren seguridad jurídica con un nuevo convenio entre Ayuntamiento y Zona Franca. Ellos podrían ser los trasladados pero creen firmemente en que no deben salir del Casino Gaditano.