Círculos de fuego

Iglesias decidió dibujar un círculo alrededor de Andalucía y prenderle fuego

La primera novela de Fred Vargas, prolífica y premiada autora francesa, una de las más importantes del género Noir, trata sobre la investigación que el recientemente nombrado comisario Adamsberg realiza sobre un asesino que dibuja círculos alrededor de objetos arrojados al suelo de la calle y, posteriormente, de los cuerpos sin vida de sus víctimas. Es improbable que el ideólogo de la figura de los círculos sectoriales utilizados por Podemos para tratar sus políticas internas fuera lector de Vargas; de hecho, a mi entender, esa figura político-geométrica circular se asemeja más a la mesa redonda de los caballeros del Rey Arturo: la tabla en la que todos los presentes se trataban en una posición de igualdad fraternal. Esos círculos que dibujaban los simpatizantes de Podemos en sus sedes, en las plazas y en los pueblos -utilizando el lenguaje tan propio de dicho partido y sus líderes- fueron segregándose y duplicándose por la vía de la división, motivando la aparición de círculos sectoriales diferentes, muchos de los cuales se acababan enfrentando entre sí.

Jean-Baptiste Adamsberg, comisario de olfato intestinal, hubiera podido advertirnos acerca de lo que iba a ocurrir en las manifestaciones alentadas por Pablo Iglesias y convocadas por los dirigentes regionales en Cádiz y en otras localidades andaluzas, para protestar contra el fascismo (sic). "Fight fire with fire", gritaba Metallica años después de que Johnny Cash exclamara en su maravilloso tema Ring of fire" que "I fell in to a burning ring of fire /I went down, down, down /and the flames went higher" (Caí dentro de un ardiente anillo de fuego / Caí abajo, abajo, abajo / y las llamas se hicieron más altas). Cash siempre ha sido un mito por su irreverencia y su capacidad precognoscitiva. Volviendo a Metallica, el antiguo grupo de trash metal hizo suya la consigna antifascista que remedaba la ley del Talión (abro paréntesis: lean estas navidades la novela Talión, de Santiago Díaz; cierro paréntesis): Combatid el fuego con fuego. Qué mejor manera que esa para afrancesarnos, para volvernos antepasados de Fred Vargas haciendo marquetería en la bastilla: "Construye tu primera guillotina".

La escritora gabacha -Frédérique Audoin-Rouzeau- recibió no hace mucho el Premio Princesa de Asturias por su trayectoria e indudables méritos literarios. Probablemente Adamsberg lo hubiera predicho oteando el vuelo de las aves colgadas del viento al igual que debió prever que las calles de Cádiz arderían por culpa no de cuatro intolerantes que se odian a sí mismos al declararse antifascistas sino del soviet supremo que llamó a tomar las calles en toda España para protestar por el ejercicio del voto de un importante número de andaluces. Si lo piensan bien, Iglesias decidió dibujar un círculo alrededor de Andalucía y prenderle fuego con sus proclamas incendiarias, tal vez por ocultar la bajada de votantes de Adelante Andalucía, partido que no pudo aprovechar ni tan siquiera las bondades del sistema D'Hont. Ese es, por cierto, el riesgo del fuego. Una vez echadas a arder, las llamas van donde les place, que es lo mismo que decir que vuelan a donde el viento las lleve.

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