Rafael Duarte
Otoños marinos siempre
Cuando pienso en el País Vaso, lo hago en Arconada, en la Concha, en los recuerdos de la adolescencia de mi madre, en mi amigo Fernando, exiliado en Vitoria, en la Sociedad Gastronómica de Irún, en las frías aguas de Hondarribia, las cálidas carnes del Alorrenea y, sobre todo ello, en mi amiga Elena Etxegoyen.
Elena veranea los eneros en la Isla de León. Tiene aquí viejos y buenos amigos que la acogen con alegría: Lola, Virginia, Enrique, Raquel o yo. También Alberto, aunque con él se suele ver en Jerez. Elena Etxegoyen estudió Derecho y se colegió como abogada, si bien, con el tiempo, se dejó seducir por la política patria, convirtiéndose en afiliada de base del Partido Nacionalista Vasco. Dadas sus increíbles capacidades y su magnetismo natural, la Bellucci de Onyarbi se quedó a poco más de un centenar de votos de ser alcaldesa en Irún hace unos años.
Posee firmes convicciones y las defiende con vehemencia, pese a lo cual siempre está abierta a escuchar la opinión adversa y a responder con respeto y elegancia. Realmente, la Etxegoyen es "old school". Ojalá hubiera más como ella. Por eso yo identifico a su histórico partido con ella misma y a Elena con el PNV. Y por eso me he alegrado de la victoria que obtuvieron ayer en las Elecciones del País Vasco por, apenas, treinta mil votos, que han obtenido frente a EH Bildu.
La polémica prefabricada por Pello Otxandiano al no calificar como grupo terrorista a ETA le ha salido bien, en mi opinión. Su nicho de votantes, que iban a votarle fuera como fuera, no le ha sido infiel, así que Bildu ha conseguido empatar en escaños al PNV, pese a todo, lo que ha sido un gran logro, conseguido a expensas del hundimiento de Podemos y del único escaño obtenido por Sumar.
No sé qué pensará Elena, y qué opinará en sus magníficas columnas de opinión, pero desde este lado del país me parece que se avecinan semanas complicadas para el PSOE nacional. Los doce escaños del candidato socialista vasco resultan fundamentales para que el Lehendakari forme gobierno; son llave y clave, que tienen la misma raíz etimológica ("clavis"). Pero les pueden salir caros, dado el apoyo que Pedro Sánchez obtiene de los independentistas, apoyo que puede perderse peligrosamente, caso de que el PSOE no soporte un gobierno de EH Bildu. Pero, claro, también tiene ahí al PNV pidiendo cuentas, así que no sé cómo conseguirán Sánchez y su candidato -que aseguró ser imposible que pactara con Bildu- contentar a ambas formaciones y no verse perjudicado en lo que le resta de mandato gubernamental.
Amo Euskadi desde hace muchos años, pese a haberla visitado menos de lo que me gustaría, y deseo lo mejor para todos sus habitantes, y en gran medida lo hago por el afecto inmenso que profeso a Elena Etxegoyen, mujer inteligente de verbo rápido y profundo, y verdadera amiga. Estoy deseando que comente este artículo. Quizás lo haga de aquí a un mes, o dos.
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