Se ha abierto un debate sobre la amnistía que tiene más de visceral que de racional. Y es curioso que los partidos políticos de derecha y extrema derecha que más se oponen son los herederos políticos de los franquistas, que fueron los más beneficiados por la amnistía de 1977.

Se suponía que la ley de amnistía se promulgaba para amnistiar a los presos políticos antifranquistas, o sea, a los encarcelados por pertenecer a partidos y sindicatos ilegales, delitos de opinión, luchar contra la dictadura… Pero también se amnistió a los franquistas, incluidos los delitos de rebelión y sedición. O sea, se amnistió a los responsables del golpe militar, a los pistoleros que asesinaron a decenas de miles de españoles, a los militares que mandaron en juicios sumarísimos al paredón a otros miles de compatriotas, a los jueces que encarcelaron a los que se oponían a la dictadura, a los policías torturadores… La ley garantizaba la total impunidad a golpistas y asesinos.

Se amnistiaron delitos gravísimos de sangre, hoy calificados de lesa humanidad, genocidio y desaparición forzada. El sobrevalorado Suárez excarceló a todos los etarras. Y ahora se pone el grito en el cielo porque se plantee amnistiar a personas que votaron una independencia desafiando a las leyes y a los tribunales.

Yo fui amnistiado. Me detuvo un policía, tras tirotearme, en 1973 cuando pegaba carteles llamando a la manifestación del 1 de mayo para, paradojas de la vida, pedir la amnistía. Esperando el juicio, se murió Franco y llegó el primer decreto de amnistía de julio de 1977 que nos benefició a los militantes antifranquistas encarcelados o a espera de juicio.

Es evidente que los indultos han debilitado a los independentistas, tienen menos votos y más división. Y mientras que con el PP hubo dos referéndums ilegales y una declaración unilateral de independencia, con el gobierno de coalición ni atisbo de desafíos unilaterales al Estado. Pero hay patriotas de pacotilla que quieren volver a incendiar Cataluña para arañar votos en el resto de España.

La amnistía a los políticos del procés sólo servirá para pacificar la endemoniada situación política de Cataluña si va acompañada de la aceptación del marco constitucional por los amnistiados. La Constitución fue aprobada por el 90% de los catalanes.

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