Negro sobre negro

Vuelve Rebus... y está en aprietos

  • La Serie Negra de RBA ha publicado ‘Un rastro de lápidas’, la última entrega de la serie del inspector escocés creado por la privilegiada pluma de Ian Rankin

Ian Rankin.

Ian Rankin.

Lo bueno de las series literarias del género negro es que acabas por encariñarte con el personaje. Me he hecho viejo (bueno va, maduro) acompañándolos en sus investigaciones, del mismo modo que me hice adolescente mientras leía a Conan Doyle o Agatha Christie. Llegué a tener pesadillas con la pedrada que recibía el doctor Watson en El perro de los Baskerville. No me pregunten por qué. Desde entonces no me gusta que me tiren piedras en la cabeza (cada uno tiene sus manías). El caso es que hay sabuesos a los que llego a echar de menos y cuando, a veces de manera inesperada, recibo un nuevo libro los acojo con la alegría que desprenden los anuncios de turrones El Almendro.

Al último al que le he hecho una fiesta ha sido a mi querido John Rebus. Entre otras cosas porque desde que en 2019 la Serie Negra de RBA publicara en España El eco de las mentiras no había tenido noticias suyas. Cuatro años sin el bueno de Jack son muchos años. Pero, por fin, la espera ha acabado y el escocés Ian Rankin me ha regalado unas cuantas horas de placer literario. Su nueva obra, que acaba de ser publidada por RBA, se titula Un rastro de lápidas, y es, como la grandísima mayoría de la serie que iniciara allá por 1987 con Nudos y cruces, un título imprescindible para los amantes del género policíaco.

A lo largo de todos estos años Rebus ha cambiado, aunque, en lo esencial, sigue siendo un tipo complejo, cínico, un apasionado del jazz, con relaciones problemáticas, de hecho, posiblemente el amor de su vida sea un buen whisky escocés.

Sin embargo, en esta última novela va a vivir una experiencia desconocida para él. Porque, aunque ha estado en infinidad de ocasiones en un tribunal, es la primera vez que se sienta en el banquillo de los acusados. Acostumbrado desde hace décadas a saltarse las reglas para hacer cumplir la ley, ahora puede que haya ido demasiado lejos. Pero ¿cómo ha llegado a esta situación?

Antes de que todo estallara, la inspectora Siobhan Clarke se encontraba inmersa en un inquietante caso en torno a un turbio policía que aseguraba tener información comprometedora relacionada con la comisaría en la que trabaja, famosa por su corrupción. Durante la investigación, el nombre de John Rebus sale a relucir más veces de lo deseable y Clarke tendrá que decidir hasta qué punto le debe lealtad a su gran amigo Rebus.

En resumen, quienes echaban de menos al gran Jack ya lo tienen de vuelta. Y además viene fuerte, con una historia llena de suculentas tramas secundarias y personajes potentes. Y para quienes aún no lo conozcan, por el amor de Dios, pero si lleva con nosotros casi toda la vida. Busquen a Ian Rankin. No les defraudará.

La novedad: ‘Noches de Reikiavik’, la novela escandinava no ha muerto

Desde que a principios de los 90 Henning Mankell situara en el mapa la novela negra escandinava el género ha vivido una explosión que ha tenido de todo. Desde autores imprescindibles a una sobreabundancia que incluso la ha desprestigiado en algunos momentos. No obstante, todavía sigue llegando muy buena literatura desde el frío. Uno de los autores que mejor sabe retratar el suspense de esas noches boreales es el islandés Arnaldur Indridason, un valor seguro que tiene nuevo título en nuestro país. Su última obra se llama Noches de Reikiavik y ha sido editada por la Serie Negra de RBA. La trama arranca con la aparición en una antigua zona de marismas de la capital islandesa, la misma que vio nacer al autor, del cadáver de un vagabundo flotando en un estanque. Como a casi nadie le importa su muerte, la policía archiva rápidamente el caso. Un problema menos. Sin embargo, un joven agente llamado Erlendur, que conocía al mendigo de sus rondas por el corazón de la ciudad, empieza a obsesionarse con las circunstancias del trágico suceso. Hay varios detalles que indican que no se trató de un simple accidente y Erlendur tiene la firme convicción de que todos merecen justicia. Una estupenda novela para leer al calor del hogar.

Una escena de 'El último refugio'. Una escena de 'El último refugio'.

Una escena de 'El último refugio'.

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