Es un libro de relatos y es una novela. De memoria, perdón y otros conjuros, la última obra salida de la cabeza y la voluntad de Alicia Domínguez es un libro “difícil de clasificar” y fácil de disfrutar. “Son 31 relatos que se pueden leer de manera independiente pero que, a su vez, tienen sentido juntos y cuando cierras el libro tienes la sensación de que has leído una novela”, define su autora que se adentra en las siempre fascinantes y complicadas relaciones familiares con la historia de una de ellas a través de un siglo de la Historia de España. Una novela/un libro de relatos que cuenta cómo nos conforman las circunstancias y los lazos de sangre y hasta qué punto tenemos capacidad para construir nuestro propio camino.

La autora de Memorial a ellas, que presenta su nuevo libro este 25 de octubre, a las 19.00 horas, en la Asociación de la Prensa de Cádiz, lo tiene claro. “Tenemos capacidad para cambiar la Historia y para cambiar nuestro destino”, resuelve, decidida, sin ocultar que “no siempre es un camino de rosas” pero que “nadie, ninguna generación, lo ha tenido fácil”. “No lo tiene fácil Amalia, que con 20 años sin saber ni papa de alemán emigra para trabajar en una fábrica completamente desarraigada; no lo tiene fácil Manuel, el bisabuelo, que perdió todas sus vides; no lo tuvo fácil Julia, la madre, que tiene que vivir una Guerra Civil, ni el marido represaliado, tampoco Juan, el hijo, que se convierte en enlace sindical; tampoco Daniela, hija de los años 90-2000, con una sociedad cambiante, la precariedad...”, explica la escritora presentando a algunos de los miembros de la familia que desfila, generación tras generación, por las páginas de De memoria, perdón y otros conjuros.

Una familia a la que seguimos “desde finales del siglo XIX, principios del XX con el tatarabuelo, Leonardo” y cuya historia Alicia Domínguez cierra “con la epidemia de covid, hace tres años”. Entre una fecha y otra, narrará “las propias vicisitudes y relaciones de sus miembros como familia y su relación con la historia de nuestro país” a través de estos relatos independientes en los que los personajes saltan y nos sorprenden de unos textos a otros.

“Ha sido un ejercicio literario muy divertido”, asegura la escritora que ha tenido que armarse de una gran planificación para “ir cerrando los círculos” que sus personajes le van planteando tanto en cada relato concreto como en el arco argumental más amplio que cobija todo el libro. “Evidentemente, optar por esta forma me ha obligado a replantearme la escritura pero, de verdad, que me lo he pasado muy bien, ha sido un juego muy entretenido y he disfrutado mucho del proceso”, reflexiona.

Un proceso muy natural que comenzó “hace un par de años” con la escritura de “relatos inconexos”. “Pero pronto pensé que esas ideas daban de sí para algo más grande, más amplio, y ya fui readaptando los relatos para que tuvieran ese resultado de conjunto”, recuerda.

Un camino en el que la autora –una “convencida” de que “aunque tengas una idea clara de lo que quieras contar, al final los personajes van configurando su propio destino”– ha tenido que lidiar con esa propia rebeldía intrínseca a sus creaciones para “encajarlas” en el relato global y “sin perder la mirada de los acontecimientos históricos que me interesaban repasar”, reconoce.

Toda vez conseguido, Domínguez volvió a confiar en el sello valenciano Olé Libros para dar vida pública a De memoria, perdón y otros conjuros. “Llevo trabajando con ellos desde La culpa la tuvo Eva y estoy muy feliz porque es una editorial a la que le importa la cultura y que cuida mucho sus publicaciones”, agradece la autora de un libro prologado por el escritor José Federico Barcelona y el psicólogo Kevin Lluch.

Con ellos, nos pone en las manos esta historia con la cara y la cruz de las familias, “con toda la conflictividad que generan, con sus relaciones tóxicas y sus relaciones nutricias”, para reflexionar sobre hasta qué punto “somos productos de nuestra historia, de la microhistoria y de la macrohistoria”, y en qué medida “podemos ser dueños de nuestro destino”.

“Y me lo presenta en la Asociación de la Prensa Juan José Téllez, un lujo, y estaré acompañada por la música de Olga Martín y Juan Blanco y por Andrés Ramírez que realizará la lectura de algún relato. Yo es que no me lo perdería”, ríe.