Feminismo

Alicia Domínguez: "Hay muchas mujeres valiosas a nuestro alrededor"

La escritora Alicia Domínguez.

La escritora Alicia Domínguez.

Desde que la voz literaria e investigadora de Alicia Domínguez comenzó a sonar en el año 2005, la autora de El verano que trajo un largo invierno, Viaje al centro de mis mujeres o La culpa la tuvo Eva no ha cejado en su empeño de visibilizar realidades silenciadas. Ya sea con un enfoque literario, como en sus relatos, como con una visión analítica, la autora gaditana ha puesto en foco en las periferias metafóricas y con Memorial a ellas, el proyecto donde reúne a diferentes autores que hablan de mujeres alejadas de la esfera pública, lo vuelve a hacer, y de forma compartida.  

–¿Cómo comienza ‘Memorial a ellas’? ¿Por qué recopilar las historias de mujeres anónimas?

–Siempre he apostado por dar voz a los que no la tienen y las mujeres son el colectivo que menos voz ha tenido a lo largo de la historia. Nos la robaron hace millones de años y, consecuentemente, el relato sobre nosotras se ha conformado acorde a lo que el pensamiento masculino, la sociedad patriarcal y machista, consideraba que debía de ser. Así, no contar la historia de tantas mujeres que han sido la columna vertebral del mundo, y cuyas historias se perderán porque nadie se ocupa de ellas, me parecía algo muy injusto. Si ya de por sí de las mujeres que han descollado en algunas disciplinas apenas se tiene mención en los libros, apenas 7,5% de referencias de libros texto son a mujeres, imagínate tú las que teóricamente no han hecho nada. Me daba mucha pena que la vida de esas mujeres se quedara en el olvido. Así me propuse hacer de esto una serie de libros, de los cuales hemos hecho ya dos, Memorial a ellas, que su rastro no se borre y Memorial a ellas , que su luz no se apague, y que tendrán continuidad porque hay miles de historias que nos enseñan que las mujeres han sido verdaderas resilientes a lo largo de la historia.

–¿Cuántas historias lleva rescatadas en total?

–En este segundo volumen tenemos las historias de 42 mujeres y 51 formaron parte del primero. Lo hermoso es que estas historias son relatadas por hombres y mujeres con y sin proyección pública pero que quieren reconocer a sus mujeres. Realmente, es maravilloso porque para todos ha resultado un acto muy catártico, el darse cuenta de lo mucho que han hecho sus mujeres. Participan gente como Enrique Montiel, Adelaida Bordés, Elena Santiago, Yolanda Vallejo, Ana López Segovia, Fernando Lobo, que hace un relato en forma de canción precioso, Paco Mármol, José Manuel Serrano Cueto, Désireé Ortega, Paco Ramos Torrejón... Hay mucho talento aquí.

–Hábleme de las mujeres de las que usted habla en esta segunda entrega

–Una de ellas es Ana Benítez, una mujer admirable que me ayudaba en las faenas de la casa. Esta mujer se fue a Alemania con 20 años, con su maleta madera sin saber una papa de alemán, para trabajar allí y ahorrar para poder volver, como tanta gente hizo en años 60-70. La sacaron del cole con 8 años pero se las ingenió para estudiar por su cuenta y sacarse su título de peluquera. Es la historia de una persona autodidacta, que se tuvo que buscar la vida desde muy pequeña y que ha tenido que sobrellevar su trabajo y compaginarlo con su vida familiar. Esa historia no se podía quedar ahí, en el olvido. Luego está la de mi tía Aurora, que a los veintimuchos años, y con una mano delante y otra detrás, se tiene que poner a servir en casa de unos falangistas que la tienen 40 años sin darle de alta y cuando va a pedir la pensión no tiene derecho a nada. Y después he querido hablar de una historia más de nuestro tiempo, la de Olga Martín, una cantante excepcional que me acompaña en las presentaciones de los libros y que es una mujer hecha a sí misma que ha tenido que estudiar y sacar adelante a su familia saliendo adelante de las circunstancias más adversas. Porque, a veces, pensamos que estas historias duras de mujeres son cosas antiguas, que ya no ocurren, pero qué va, suceden todavía cada día.

Alicia Domínguez con un ejemplar de 'Memorial a ellas, que su luz no se apague'. Alicia Domínguez con un ejemplar de 'Memorial a ellas, que su luz no se apague'.

Alicia Domínguez con un ejemplar de 'Memorial a ellas, que su luz no se apague'.

–Es curioso que está hablando y le estoy poniendo a esas historias otros nombres que conozco... Tiene la cualidad de ser paradigmáticas.

–Sí, sí, de hecho este proyecto comenzó porque yo empecé a narrar la historia de las mujeres de mi familia. Yo he nacido en una familia matriarcal, de mujeres dolientes, de mujeres muy sacrificadas y muy fastidiadas por la vida y me parecía que era un homenaje bonito contar sus historias en una página de Facebook, Memorial a Ellas. Ocurrió entonces que, conforme que la gente leía esas historias, me escribían por privado pidiéndome si me podían contar las historias de sus abuelas, de sus madres de sus hermanas... Y es que la gente cuando lee estas historias se da cuenta de que a su alrededor tiene mujeres muy valiosas, que han hecho mucho, y se sienten en la necesidad de agradecerles todo lo mucho que hicieron. El valor de estos libros no es otro que ese, el de darnos cuenta que hay muchas mujeres valiosas a nuestro alrededor.

–Y, además, con fines solidarios

–Sí, con los beneficios del primer volumen de Memorial a ellas, que fue autoeditado con un crowdfunding que tuvo una acogida fenomenal, colaboramos con dos ONG´s de Cádiz, Mujer Gades y Páginas Violeta, y para este segundo volumen, como yo publico con Olé libros se lo planteé al editor, Toni Olea, y muy altruistamente lo ha publicado su sello y los beneficios irán destinados a costear la edición de un libro, El hijo de la amazona, para trabajar las emociones de los niños cuyas madres están afectadas por cáncer mama.

–¿Algún nuevo proyecto entre manos que se pueda contar?

–Sí, probablemente, en septiembre publicaré un nuevo libro de relatos que he titulado De memoria, perdón y otros conjuros, también con Olé Libros con quien ya saqué La culpa la tuvo Eva. Esta vez son 21 relatos en los que monto una trama familiar en el sentido en el que todos los textos están relacionados con esa fuente de gozo o de desgracia que es la familia. A través de esos relatos hablo de lo que son las lealtades tóxicas y lealtades nutricias en las familias. Son relatos independientes pero forman parte de un todo que es una familia y cómo esas relaciones familiares asientan en la personalidad, cómo nos hacen ser lo que somos y cómo, a veces, nos tenemos que pasar una buena parte de nuestra vida soltando todas esas amarras y conflictos que, a veces, nos genera.

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