El temporal se traga las playas gaditanas

La Barrosa, Fuente del Gallo, Fuentebravía o Caños de Meca se han visto muy afectadas La Victoria, El Palmar o La Fontanilla, no han resultado tan castigadas

El temporal se traga las playas gaditanas
Pedro M. Espinosa Cádiz

22 de marzo 2013 - 01:00

El temporal que se ha dejado sentir con fuerza sobre la provincia en las últimas semanas ha tenido un efecto devastador en las playas, convertidas en auténticos pedregales. En algunos casos el mar ha tenido tanta hambre que se ha tragado la arena, como en el caso de la conileña Fuente del Gallo, que presenta un paisaje casi lunar. Aunque aún faltan meses para que arranque la temporada de verano y en ese tiempo muchas podrán conseguir una regeneración natural, en otros casos parece necesaria la intervención humana para nivelar los arenales. Las previsiones meteorológicas no son muy halagüeñas para esta Semana Santa, al menos en los primeros días, pero, si el sol sale, no todas las playas de la provincia estarán en condiciones de acoger a los bañistas.

En Cádiz capital las playas presentan un mejor aspecto que en primaveras precedentes, sobre todo la Victoria, en la que hay algún desnivel pero no tan pronunciado como los existentes en La Barrosa por ejemplo. En Santa María del Mar es donde más se ha notado la pérdida de arena, que ha dejado al descubierto grandes rocas.

La playa de Camposoto no presenta muy mal aspecto en cuanto a arena. No hay grandes escalones, aunque llama la atención la gran acumulación de barro y, en algunas zonas, de residuos alquitranados que se pegan a las suelas casi como si fuera chapapote, como si alguna embarcación hubiera tenido algún escape de gasoil frente a las costas isleñas. La playa presenta zonas muy descuidadas, con restos de basuras, matorrales e infinidad de piedras.

Como es tradicional, la playa portuense de Fuentebravía ha sido la más afectada por el temporal, hasta el punto de que prácticamente se ha quedado sin arena. Esta playa recibe periódicamente aportes de arena por parte de la Demarcación de Costas, algunas tan costosas como la de 2009 y este año, a tenor de lo visto, será necesario que vuelva a proyectarse una actuación de este tipo para dejarla accesible de cara al verano.

La Barrosa, una de las mejores playas de la provincia, ha sido de las más castigadas por la fuerza del mar, la lluvia y el viento del final de un invierno intempestivo. Posiblemente la zona donde más destrucción ha causado el mar ha sido en la segunda pista, justo debajo del módulo de Cruz Roja. Allí se abre una gran grieta provocada por la pérdida de arena, que ha formado un desnivel de más de medio metro en algunos casos. El gran escalón que ha formado el embate de las olas contra el arenal recorre casi toda la playa, pero se observa con más nitidez entre la segunda y la primera pista. La grieta, plagada de rocas, es tan honda, que incluso ha dejado al descubierto materiales que se han estratificado y tomado un color negruzco. Cuando baja la marea deja al descubierto multitud de pequeñas piedras que hacen difícil caminar descalzos por la arena.

Sin embargo, conforme nos acercamos al Novo Sancti Petri el aspecto de la playa mejora. En la Loma del Puerco apenas hay desnivel y aunque se ha perdido algo de arena se observa que las olas y el viento de Poniente han combatido con más fuerza en La Barrosa. En la zona más cercana a Roche ocurre lo mismo.

En los arenales de Conil el temporal se ha dejado sentir de forma diferente. Mientras que La Fontanilla presenta un estado aceptable, con la pérdida de arena normal a estas alturas de año, la Fuente del Gallo es un empedrado impracticable, sobre todo la zona que va desde la bajada principal hasta el acantilado donde se alza el hotel Flamenco. Durante nuestro paseo, en la playa, por cuya zona más castigada resulta imposible hasta mantenerse en pie, sólo hay un jovencito con aires germanos aficionado al surf y su maestro, que de pie en sus tablas realizan ejercicios ante la mirada cómplice de sus padres. El oleaje es impresionante a esa hora de la mañana. El surf nunca ha sido tan deporte de riesgo.

Los Bateles tampoco presenta un aspecto demasiado deteriorado, aunque hay algún desnivel importante en la zona más alejada del pueblo.

El gran arenal de El Palmar tiene zonas más afectadas que otras. La pérdida de arena se observa más si uno se acerca a Conil, mientras que a partir del módulo, tras pasar el espigón natural que forman algunas rocas, el panorama se aclara. Ha perdido arena, pero no hay grandes escalones y se puede pasear con normalidad. Incluso el estado del mar es mejor que en el resto de playas que hemos visitado hasta el momento.

Nuestro camino por las playas de la costa sur de la provincia culmina en Zahora y los Caños de Meca. En la primera de ellas se observa un escalón no demasiado pronunciado, mientras que la arena está perfecta en la zona más cercana al Faro de Trafalgar. Es más, las dunas han invadido la carretera y hay que hacer el tramo final del paseo a pie puesto que una barrera cierra el paso a nuestro vehículo. El Poniente no se ha dejado sentir con su virulencia en la playa que discurre junto a la carretera, donde las dunas incluso han roto en su avance algunas barreras de madera colocadas allí desde hace años.

Ya en la playa de la pedanía barbateña, el mar se ha tragado buena parte de la arena y grandes rocas asoman junto a la zona donde se levantan las construcciones. La playa, incluso en bajamar, se ha reducido considerablemente, sobre todo conforme se avanza hacia el Sur.

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