La Línea, la segunda residencia del flautista de Hamelín
Historias de Cádiz-Herzegovina | Capítulo 51
Como si estuvieran hipnotizados. Así parece votar la sociedad linense, que ha regalado en democracia múltiples y sonoras mayorías absolutas a cuatro partidos diferentes
La última mayoría absoluta le dio a Juan Franco en 2023 las llaves de la Diputación
Juan Franco: "Se nos acusa de drenar la Diputación en beneficio de La Línea, y es verdad"
El GIL, La Línea, San Roque y tal y tal
Se podían haber inventado una ciudad imaginaria, pero no. Al final Jacob y Wilhelm Grimm, los famosos hermanos Grimm de toda la vida, optaron por localizar aquel cuento en Hamelin, una ciudad que hoy ronda los 60.000 habitantes y que está ubicada en el estado de la Baja Sajonia, en el centro de Alemania. Y la elección no fue baladí porque el grueso del argumento de El Flautista de Hamelín se sustenta precisamente en unos sucesos que, aunque no están lo suficientemente documentados, se da por hecho que efectivamente se vivieron en esta misma población germana allá por el siglo XIII. Entonces desaparecieron más de un centenar de niños de esta ciudad, no se sabe realmente por qué. Y lo que hicieron los Grimm seis siglos después fue usar esa leyenda y focalizarla en torno a la figura de un flautista. Así surgió la historia de ese músico ambulante que igual hipnotizaba con su melodía a una plaga de ratas logrando que se ahogaran en el río que, a la vista de que el alcalde del pueblo no le pagó el dinero comprometido, como venganza hacía luego lo mismo con los niños, a los que sacó de noche de sus casas hacia un paradero desconocido atraídos por el sonido de su instrumento.
En la provincia de Cádiz hay una localidad costera que no sería de extrañar que fuera la segunda residencia del flautista de Hamelín o, como mínimo, el lugar donde ensaya sus melodías hipnóticas. Porque lo que pasa muchas veces en La Línea de la Concepción cuando hay unas elecciones no sucede en ningún otro punto de la provincia. Es como si el día antes de las elecciones alguien susurrara al oído de cada linense lo que tiene que votar... y allí que van todos en masa a depositar la misma papeleta en las urnas. A discrepar a otro sitio. Y además no es que voten siempre al mismo partido, ni muchísimo menos, porque allí se cambia de siglas preferidas con la misma facilidad con la que se cambia uno de calzado.
De las ocho ciudades grandes de la provincia, es decir, aquellas que superan los 50.000 habitantes, La Línea no es el municipio que acumule más mayorías absolutas. Suma ocho en las 12 elecciones municipales celebradas desde 1979, que no está mal, pero, por ejemplo, Cádiz capital acumula hasta nueve, tres del PSOE y luego seis del PP. Lo insólito que sucede en La Línea es que allí las mayorías absolutas no se centran en un solo partido, porque se han beneficiado de ellas hasta cuatro formaciones diferentes: el PSOE, el GIL, el PP y La Línea 100x100, por este orden. Y además son triunfos que se consiguen por aplastamiento, con mayorías más que absolutas, absolutísimas.
Hay un dato que refleja con una nitidez esta última afirmación. En las ocho ciudades grandes de la provincia ha habido hasta ahora un total de 39 mayorías absolutas. Pues bien, las cuatro más amplias se han localizado en La Línea.
El actual regidor linense, Juan Franco, se convirtió en 2023 en el alcalde más votado de España de entre los municipios de más de 50.000 habitantes, al lograr en las urnas un respaldo del 75,54%. Ello derivó en que su partido, La Línea 100x100, se hiciera con 22 de los 25 concejales que conforman esta Corporación Municipal. Pero aunque pueda parecer mentira, esta victoria no ha sido la más amplia que ha habido en democracia ni en la provincia ni siquiera en La Línea. En las elecciones municipales de 1983 el socialista Juan Carmona lideraba una candidatura que lograba en esta misma ciudad una victoria aún más aplastante, logrando un increíble apoyo del 79,71% de ente los votos válidos emitidos, lo que deparó entonces que el PSOE se hiciera igualmente con 22 de esas 25 actas de concejales que estaban en liza.
La tercera mayoría absoluta más amplia que ha habido entre los municipios grandes de esta provincia fue igualmente en La Línea, con el triunfo de Juan Carlos Juárez (PP) en 2003, con un apoyo del 69,71%, seguida por la victoria anterior de Juan Franco, la vivida en 2019 con un 68,59%. Antes Juárez también había ganado como líder del GIL, en 1999, con un 57,27% de respaldo popular.
Por debajo de estos hitos linenses ya vendrían algunas de las mayorías absolutas conseguidas por el PSOE en Chiclana (con Sebastián Saucedo y José de Mier como alcaldables) y luego las de Teófila Martínez (PP) en Cádiz, con la vivida en 1999 como principal exponente.
El fenómeno electoral que se repite continuamente en La Línea, con el electorado depositando en masa sin pestañear la misma papeleta que toque en cada ocasión, no se limita exclusivamente a las citas electorales en las que se elige a los representantes municipales. También ha habido victorias igual de aplastantes en comicios de otra índole. En las elecciones generales de 1982 y de 1986, por ejemplo, el PSOE triunfó en esta localidad campogibraltareña logrando sendos apoyos nítidos de un 73,12% y un 70,55%, respectivamente. Y en los comicios andaluces de 1982 y 1986 sucedió algo similar, porque los socialistas vencieron con un 64,14% de apoyo en la primera cita y un 63,69% en la segunda.
La última mayoría absoluta habida en La Línea, la de 2023, derivó igualmente en una situación insólita que tampoco se había vivido hasta ahora en la provincia gaditana. La Línea 100x100 lograba dos diputados provinciales, igualando su éxito de 1999. Pero en esta ocasión se alinearon los astros de tal manera que el partido de Juan Franco se quedó en solitario con las llaves de la gobernabilidad de la Diputación de Cádiz.
El escrutinio daba en esta institución provincial 14 diputados al PP, otros 14 al PSOE y, como la mayoría absoluta está cifrada en 16 representantes, decidían los dos de La Línea 100x100. A Juan Franco le acababa de tocar el euromillón, como él mismo ha afirmado en alguna ocasión, y no quiso dejar pasar una oportunidad tan pintiparada. Se sentó con su gente, escribió su carta a los Reyes Magos y se vendió sin complejo alguno al mejor postor.
Una posición tan privilegiada no la había tenido antes jamás ningún otro alcalde. Cuando años atrás la gobernabilidad de la Diputación había recaído en las espaldas de diputados del PA de Jerez, Algeciras o San Fernando, los andalucistas de otros municipios pedían inversiones también para ellos. Y lo mismo sucedió en los cuatro años (2007-2011) en los que Antonio Roldán y José Antonio Barroso, de IU, sustentaron el segundo gobierno de Cabaña. Las llamadas de alcaldes como los de Trebujena, Medina, Alcalá del Valle, Espera o Puerto Serrano pidiendo cariño eran habituales. Pero en 2023 no iba a pasar lo mismo. Juan Franco no tenía que responder ante nadie, sólo ante sus concejales, ante sus militantes y ante sus vecinos de La Línea. Y no lo desaprovechó.
En el mandato anterior (2019-2023) La Línea 100x100 ya había gobernado con el PSOE en la Diputación gaditana y, aunque la relación con el líder de los socialistas gaditanos, Juan Carlos Ruiz Boix, no había sido del todo satisfactoria, el balance de esa colaboración sí era positivo, por lo que no les importaba repetir. Pero en el lado contrario el PP se presentaba con el aval de la Junta de Andalucía y como favorito a llegar a la Moncloa tras las elecciones generales que Pedro Sánchez convocó justo el día después de las municipales.
Todo ello hizo que Juan Franco se inclinara finalmente por el PP como socio de gobierno, logrando en estos dos años y medio muchos fondos extraordinarios de la Diputación y avances en obras claves en materia de infraestructuras, servicios sociales, justicia o educación que dependían tanto de esta institución provincial como de la Junta. Y aunque ha habido rencillas internas, alimentadas por la obsesión del alcalde de El Puerto por ceder El Madrugador al Cádiz CF y también por esa hipotética moción de censura que al final el PSOE no pudo o no se atrevió a presentar, el matrimonio PP-La Línea 100x100 en la Diputación parece que aguantará bien el año y medio que queda de este mandato.
Tras ocho años en el gobierno de la Diputación, a Juan Franco y a su gente de La Línea 100x100 les ha gustado eso de ser imprescindibles. Y ante el riesgo de que en las elecciones municipales de 2027 el escrutinio les haga perder esa capacidad de influencia, han decidido dar un paso más y ampliar fronteras con ese proyecto llamado Unidos 100x100, el cual se está extendiendo por varios puntos de la provincia de Cádiz, que hará un ensayo general en las andaluzas de 2026 pero que tiene sus miras puestas sobre todo en las municipales de 2027, en las que aspiran a ampliar su representación en la Diputación desde varias comarcas y no sólo desde La Línea.
Las urnas hablarán cuando llegue el momento. Ahí se verá si el flautista de Hamelín sigue haciendo de las suyas. En La Línea al menos experiencia tiene de sobra.
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