Desde hace semanas, antes incluso de dispararse los casos de coronavirus en toda España por efecto de las fiestas de Navidad, eran muchos los expertos sanitarios que alertaban ante la necesidad de imponer medidas restrictivas a la ciudadanía más radicales.

Por el contrario, por aquello de las fiestas con la familia, muchas medidas acabaron por relajarse en determinadas regiones, entre ellas Andalucía, lo que está provocando ahora, junto al incumplimiento de las normas sí vigente por parte de algunos ciudadanos, que la llegada de la tercera ola de la pandemia haya superado todas las cifras de contagios de las dos anteriores.

El último decreto aprobado por el gobierno de Pedro Sánchez, para declarar el estado de alarma, no incluía la adopción de un confinamiento como el ordenado el 13 de marzo de 2020. Además, dejaba en manos de los gobiernos autonómicos la adopción de medidas que incrementasen las medidas decididas por el Estado: horarios del toque de queda, restricciones en la hostelería, centros educativos, y en el acceso a las ciudades o las mismas provincias.

Se supone que mañana la Junta de Andalucía endurecerá estas medidas tras dispararse los datos de contagios en toda la región desde hace 14 días. Ya lo hizo hace varias jornadas cerrando el Campo de Gibraltar y restringiendo el acceso a La Línea, que acumula datos de nuevos enfermos alarmantes.

Pero una decisión más drástica como la de ordenar un confinamiento domiciliario de toda la población corresponde al gobierno de la Nación, que se vería obligado a ampliar lo actualmente vigente en el estado de alarma y llevarlo, para su aprobación, ante el Congreso de los Diputados.

Media Europa está incrementando las medidas restrictivas desde hace semanas, una vez que la pandemia vuelve a desbocarse. La duda es hasta dónde se llegaría en este hipotético confinamiento, especialmente en todo lo relacionado con los sectores productivos, que se paralizaron casi totalmente en marzo de 2020.

También es cierto que fue el confinamiento el que cortó en seco el crecimiento de los contagios. Cuando empezó la fase 0 de la desescalada, el 4 de mayo, la provincia de Cádiz no reportó ningún nuevo contagiado. Cabe recordar que desde el inicio de la pandemia y el comienzo de la desescalada se habían acumulado en la provincia 1.335 contagiados por el coronavirus, casi los mismos que la Junta reportó ayer, en un solo día, en Cádiz.