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Llega la jubilación a dos 'inmortales' de la política gaditana

Jiménez Barrios y Cornejo: El retiro de dos forofos de la política

  • Los cambios impulsados por Juan Espadas dejan fuera del mapa político a dos socialistas gaditanos que tras ser alcaldes de Chiclana y de Medina llegaron a la cúpula de la Junta y del PSOE andaluz

Cuando este jueves arranque oficialmente la XII legislatura andaluza, entre los escaños del Parlamento autonómico habrá numerosas ausencias, sobre todo en las filas de un PSOE que, pese a su renovación interna, salió muy maltrecho de la cita con las urnas de hace casi un mes. Y entre esas ausencias destacan las de dos inmortales de la política gaditana, dos dirigentes socialistas a los que les llega ahora su jubilación tras muchas décadas de dedicación a su partido asumiendo cargos públicos en un buen puñado de instituciones. Manuel Jiménez Barrios y Juan Cornejo dejan la política activa con la satisfacción de haber llegado a la cúpula de la Junta de Andalucía en el primero de los casos y a la del PSOE andaluz, en el otro.

Es posible que esa sesión de apertura de la legislatura pille al político chiclanero disfrutando de sus buenos paseos por su playa de La Barrosa o quizás inmerso en alguna buena lectura, placeres que, como él dice, "hacía muchos años que no sabía que existían". Y a Cornejo la toma de posesión de los nuevos parlamentarios es posible que le coja camino de la guardería para recoger a su primera nieta, Patricia. El político de Medina se autocalifica como "un abuelo principiante", aunque promete ir progresando adecuadamente.

En cualquier caso, los dos no podrán impedir estar atentos a lo que ocurra el jueves en una Cámara andaluza en cuyos escaños han echado tantos años. Y es que hablamos de dos forofos de la política y, como tales, ni pueden ni quieren perder detalle de lo que vaya pasando en su partido, en la provincia, en Andalucía y en España.

Nacido en Bornos en 1957 aunque chiclanero de adopción y de corazón, Manuel Jiménez Barrios puso el mes pasado un supuesto –nunca se sabe lo que deparará el futuro– punto y final a una trayectoria de 39 años ocupando cargos públicos. Y aunque es dos años mayor, Juan Cornejo (Medina Sidonia, 1955), sólo ha estado 35 años seguidos en las instituciones, pues su entrada en una lista electoral tuvo lugar en 1987, es decir, cuatro años después que su vecino. Además, a todo ello habría que añadir otro buen puñado de años previos en los que ambos fueron militantes socialistas sin más. Era un tiempo en los que el político chiclanero lograba sacar su plaza en la Diputación de Cádiz tras conseguir su diplomatura en Relaciones Laborales por la UCA, mientras que el asidonense ya ejercía su profesión de maestro de escuela en su propia localidad.

La trayectoria política de uno y de otro deja muchas similitudes que podrían dividirse en cuatro estadios. En el primero ambos se estrenaron en política en sus respectivos ayuntamientos, primero como concejal y luego como alcalde, una etapa en la que además pasaron por el gobierno de la Diputación. Superada esta fase municipal, Jiménez Barrios y Cornejo entraron en la estructura de la Junta de Andalucía, aunque en escalones inferiores. Eran los años de Manuel Chaves como presidente.

Tras el relevo de éste por Griñán ambos fueron escalando en la Junta, llegando al Parlamento andaluz y asumiendo igualmente responsabilidades en el partido, uno como presidente provincial del partido y otro como responsable de Organización, trasladando al PSOE andaluz toda su sapiencia en encuestas, votos, restos y escaños que ya había demostrado previamente en la ejecutiva provincial del partido en Cádiz.

Y en la última etapa, coincidiendo con la llegada de Susana Díaz a la Presidencia de la Junta y a la secretaría general del PSOE-A, ambos llegaron al cénit de sus trayectorias políticas. Así, Jiménez Barrios –o Chiqui, como le conoce todo el mundo– llegó a ser vicepresidente del Gobierno andaluz, y hubo quienes le señalaron como posible relevo de Susana Díaz si ésta hubiera ganado a Pedro Sánchez en aquellas famosas primarias.

En cuanto a Cornejo, con los años fue asentándose como responsable de Organización del PSOE andaluz, llegando a la cúpula del partido y convirtiéndose en el principal enlace entre las direcciones regional y federal del Partido Socialista.

Pero entre Jiménez Barrios y Cornejo también hay alguna diferencia. Una de ellas es que al político chiclanero sí le hubiera gustado seguir en la política. "Sí, claro, si Susana Díaz hubiese ganado el año pasado las primarias del PSOE andaluz, me imagino que yo seguiría en el Parlamento andaluz", reconoce con total sinceridad. Sin embargo, Juan Espadas ganó, se convirtió en el nuevo líder del socialismo andaluz y le hizo ver al político chiclanero que no contaría con él en esta nueva etapa. "Dijo que quería darle una imagen nueva al partido, en la que nada recordara al Gobierno anterior. Y punto. Todo muy respetable".

Jiménez Barrios explica que ahora está bien, disfrutando de todo el tiempo libre que no ha tenido durante años. Pero también reconoce que tras convocarse las elecciones andaluzas y disolverse la Cámara autonómica pasó tres o cuatro semanas "de desazón". "Y menos mal que tuvimos un proceso de descompresión previo tras perder el Gobierno andaluz a finales de 2018. Ahí pasamos de una tensión absoluta y un estrés continuo a una realidad parlamentaria más relajada. Si no hubiera sido así, el contraste ahora hubiera sido brutal", reflexiona.

Lo de Juan Cornejo fue diferente. Como secretario de Organización del PSOE andaluz fue el encargado de organizar las primarias del año pasado. Pero ya tenía decidido, y así lo comunicó a ambas partes, que ganara quien ganara no sería de la partida de cara a la nueva legislatura que arranca en pocas horas. "Me di cuenta de que entraba en una nueva etapa, ya me había jubilado de profesor y de ahí la decisión de centrarme en otras cosas", reconoce este abuelo novato que en diez meses sabrá si al segundo intento su hijo Juan logra recuperar para el PSOE la Alcaldía de Medina Sidonia que él ocupó durante ocho años.

Precisamente, esos años de Alcaldía marcaron a ambos. "Si volviera a empezar en la política activa, volvería a ser alcalde de Chiclana; es lo mejor", dice rotundo un Jiménez Barrios para quien en política “"no hay nada más bonito que poder transformar tu pueblo".

"Pasar por un ayuntamiento debería ser obligatorio para cualquiera que quiera dedicarse a la política, porque allí se tocan todos los palos", explica. Y Cornejo ratifica esa conclusión: "A mí esos años de alcalde me marcaron. Hubo muchos momentos malos, porque en aquellos años teníamos muy pocos recursos, pero no hay nada más gratificante que poder resolver los problemas de tus vecinos".

La alcaldía es quizás el cargo político que más agota porque precisa de una ilusión y unas fuerzas que con el tiempo se van agotando. Por eso ambos terminaron dejando sus alcaldías después de diez y de ocho años, respectivamente. Eso sí, antes de la despedida uno logró en las elecciones municipales de Chiclana 19 de los 25 concejales en liza, y el otro logró para el PSOE 16 de los 17 escaños en juego en Medina, unas cifras espectaculares al alcance de muy pocos.

Luego, ya dentro de la macroestructura de la Junta, fueron viendo los diferentes cambios habidos en la Presidencia de la Junta y al frente del PSOE andaluz, cuando Chaves le cedió el testigo a Griñán y éste luego hizo lo propio con Susana Díaz. Años después, y aunque se haya perdido el Gobierno andaluz, Jiménez Barrios y Cornejo consideran que el PSOE-A lo hizo bien. "Los relevos nunca son fáciles pero se resolvieron de manera satisfactoria porque el partido nunca se resintió", argumenta el ex responsable de Organización del PSOE andaluz, quien además añade un dato para corroborar esta afirmación: "En las elecciones andaluzas de 2015 Susana Díaz mantuvo los 47 parlamentarios que había sacado el PSOE tres años antes y eso pese a la aparición de Podemos y Ciudadanos y la continuidad de IU. El PP, por su parte, bajó de 50 a 33, lo que demuestra que no hubo desgaste en el Partido Socialista", explica esta calculadora andante que tiene mil y un escrutinios almacenados en su cabeza.

Los dos dirigentes socialistas han ganado muchas elecciones, tanto internas como externas, y también han perdido otras muchas. Curiosamente, coinciden en que su mejor momento fue en la noche electoral de las andaluzas de 2012, cuando, en contra de lo que vaticinaban las encuestas, el PSOE se aseguraba mantener la Junta pese a ser derrotados por el PP de Arenas. Por el contrario, el momento más doloroso fue el 2 de diciembre de 2018, cuando los socialistas empezaban a despedirse del poder en Andalucía al obtener en las urnas su victoria más estéril.

Ya pasó la campaña electoral y ya no están en la política activa, pero, pese a que alguno pudiera pensar lo contrario, no quieren hacer sangre de la dura derrota que su partido vivió el 19 de junio. Y Jiménez Barrios explica esta reacción: "Es que somos del PSOE hasta el tuétano, jamás le haríamos daño a nuestro partido y menos en la situación actual porque nos preocupa que en Andalucía vaya a gobernar un hombre de derechas que dice que es moderado pero que hace cuatro años fue el primero en blanquear a Vox en España".

A lo más que llega el político chiclanero es a calificar de "estrepitoso" el resultado electoral. Cornejo da un paso más al indicar que el veredicto de las urnas "demostró que la solución en el PSOE andaluz no estaba solamente en cambiar de candidato". Pero hasta ahí llega. No quiere pisar ningún callo.

Los dos pueden estar horas y horas hablando de política, porque no les cansa. Por eso hay tiempo de hablar del Gobierno de España –consideran que las relaciones con los independentistas catalanes y vascos han tapado la bondad de las medidas sociales anticrisis puestas en marcha–, de las relaciones del PSOE con Podemos –que bendicen una vez que Albert Rivera cerró la opción de un gobierno de coalición con el Partido Socialista y una vez que el PP abrió la puerta a gobernar con Vox–, de hacer una defensa a ultranza de la política en sí –un "arte noble" que implica sobre todo "tener sentido común y cercanía"– y reflexionar sobre el futuro del Partido Socialista, con unas elecciones municipales cruciales a diez meses vista.

En este último punto no hallan muchos motivos para ser optimistas, primero porque consideran que el PSOE "está ahora en una pendiente en la que no para de bajar" y segundo porque el PP, amparado por su mayoría absoluta en la Junta, "va a ir a saco para quitarnos poder en las grandes ciudades y en las diputaciones", advierten. Y Cornejo vaticina: "El PSOE seguirá estando fuerte en los municipios pequeños y medianos, donde en unas elecciones locales prima más la cercanía, pero me preocupan las ciudades grandes".

Trabajar en reforzar la unidad del partido, analizar en profundidad lo que pasó el 19-J, corregir el rumbo y acercarse más a la realidad de los ciudadanos son las recetas que plantean estos dos veteranos socialistas para que su partido logre remontar el vuelo, algo que están convencidos que sucederá, aunque no saben cuándo.

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