El Ippon Raúl Calvo espera mantener lo antes posible una reunión con los responsables en materia deportiva del Ayuntamiento de Cádiz para proponerles la posibilidad de retomar su actividad respetando el distanciamiento social y en zonas alternativas, como la playa, mientras que no sea posible llevarla a cabo en espacios cerrados por culpa de la crisis el coronavirus.

Carmen Calvo, hija de Carlos Calvo, propietario del popular gimnasio de la capital gaditana, recuerda que el centro cerró sus puertas a mitad de marzo, “como todos los demás”, cuando se decretó el estado de alarma, “y vamos a ser uno de los colectivos más afectados porque dejamos de funcionar al principio y abriremos al final”, según las fases de la desescalada que se han dado a conocer en los últimos días y que comienza este mismo fin de semana.

Durante el confinamiento, la solidaridad les ha permitido mantenerse cerca de sus clientes. “Somos un establecimiento de barrio y hemos ayudado a familias cediéndoles material para que puedan ejercitarse en casa. Algunos nos ofrecieron pagar sus cuotas en abril, pero no lo hemos hecho y nuestra forma de mostrarnos agradecidos es con esa cesión de material”.

“Nos ha sorprendido que el Ayuntamiento se haya reunido ya con otros colectivos como la hostelería, pero no con otros deportivos como clubes y federaciones, que representamos un porcentaje importante de la población”, lamenta Carmen, que incide en la importancia de “trabajar en el tema ya, antes de que se permita la reapertura”, y pueda atenderse la propuesta de cesión de espacios públicos a gimnasios para, por ejemplo, “bajar a la playa con un equipo de música para dar clases de zumba”, siempre, por supuesto         -insiste-, "respetando el distanciamiento social”.

Más allá de la realidad económica que afecta a unos 5.000 centros deportivos y gimnasios en toda España, a más de 200.000 puestos de trabajo, pone en valor que la propia Organización Mundial de la Salud no para de repetir que “la actividad deportiva es esencial y va a ser esencial en la vuelta a la calle”. Por ello, remarca la necesidad de “ayudar al pequeño autónomo para que el regreso sea lo más inmediato posible y, evidentemente, con las mayores garantías de que los niños vuelvan con la seguridad que estime el Ministerio de Sanidad”.

En este sentido, Calvo, que trabaja en la Federación Española de Judo, explica que “la Sociedad Española de Obesidad contempla un incremento de peso en niños y adolescentes, problemas de desarrollo motor, problemas psicológicos, distintos trastornos… Al final, el deporte va a ser una vía muy importante para solucionar esto”.

Convencida de que el deporte en general da respuesta “a muchas cosas que estamos viviendo en el confinamiento, a nivel físico y psicológico, porque es una magnífica herramienta de canalización de emociones a través de sus valores”, destaca las virtudes del deporte de su vida, el judo, “con un código moral que refuerza positivamente y que sin duda contribuirá a la confianza de los padres para cuando todo pase”.

Por último, Carmen Calvo anuncia que ya tiene previsto llevar a cabo, cuando retomen la actividad, un reconocimiento más que merecido “a los auténticos héroes de esta pandemia, los sanitarios”.