Provincia de Cádiz

Aparente calma en la residencia

  • Familiares de usuarios del centro de mayores en Chiclana se ven sorprendidos por las muertes de dos ancianas, si bien aseguran que existe buena atención por parte del personal sanitario

Tranquilidad, pero con cierto recelo, es el ambiente que se respira en el Centro Residencial para Mayores Novo Sancti Petri de Chiclana tras conocerse que dos Juzgados de esta localidad investigan la muerte de dos ancianas cuyos familiares sostienen que no recibieron una adecuada atención médica en esa residencia. Algunos de los familiares de los residentes estaban al tanto de los hechos, si bien otros desconocían por completo que había pasado entre las paredes de esas instalaciones meses atrás.

"Del asunto no se habla nada aquí dentro, de lo único que me he enterado hace unos días por la tele y por el periódico ha sido algo sobre la reciente muerte de una anciana y me quedé fría, pero desconozco que se haya publicado otro caso por descuido médico", decía ayer Margari, familiar de una paciente en la residencia, quien se asombró al conocer ayer mismo que un juzgado de Chiclana investigaba el fallecimiento de otra anciana en febrero de 2015.

"Aparentemente todo está en orden", afirmaba Ana, hija de Margari. "De hecho, hemos visto a los ancianos en algunas salas realizando actividades y coloreando dibujos. Las habitaciones están limpias y bien aseadas y la verdad, no hemos visto nada extraño", apostillaba. Eso sí, un poco sorprendidas pero mostrando su confianza en el personal sanitario de la residencia de Novo Sancti Petri.

"Aquí no se nota nada y además hay buena atención por parte de los facultativos y enfermeras. Es más, hemos venido a ver a mi tía que tiene 95 años y la notamos alterada, pero rápidamente vino un médico y estuvo atendiéndola un buen rato", enfatizaba Margari.

María, otra mujer que tiene a su hermano ingresado en la residencia, también corroboraba los anteriores testimonios. "Eso ya fue hace tiempo y no entiendo cómo sale esto ahora", decía, al tiempo que elogiaba la atención médica de la que es objeto su familiar. No obstante, también mostró cierta preocupación, pero total confianza en el personal sanitario "porque desde que está aquí mi hermano hace unos cinco meses ha mejorado bastante. Me lo traje casi muerto del hospital y lo cierto es que ahora está bien cuidado".

Antonio, otro hombre entra en la residencia con una revista en la mano para visitar a su madre y sus declaraciones tampoco se desvían del resto de familiares. "Yo lo veo todo tranquilo, pero claro lo que ha salido en prensa da que pensar, aunque mi experiencia desde que vengó aquí no es negativa, más bien lo contrario.

Todas las manifestaciones giran en torno al buen cuidado a los mayores, mientras que un grupo de ancianos inician su paseo matutino por los alrededores de unas amplias instalaciones ajardinadas y con bancos bajo una terraza soleada. A su vez, los familiares les acompaña en un recinto en el que manda la paz y el sosiego.

"Llevo ocho años visitando a mi abuela que padece Alzheimer y nunca he visto nada extraño. Me sorprende, por que es la primera vez que tengo noticias sobre la muerte de dos mujeres porque no han sido bien atendidas", comentaba una joven.

Este periódico intentó hablar ayer con la dirección del centro, si bien una trabajadora de la recepción manifestó que en esos momentos mantenía una reunión y que se estaba valorando si se emitía un comunicado a la prensa, que finalmente no llegó. En cualquier caso, la empresa Dafur Gestión, titular del Centro para Personas Mayores Novo Sancti Petri, expresó su disponibilidad para "depurar y aclarar" las responsabilidades tras conocerse que la Guardia Civil ha puesto a disposición de la autoridad judicial, en calidad de investigados, al facultativo y a seis enfermeros de la residencia de ancianos como presuntos responsables de un delito de lesiones por imprudencia.

Sin embargo, la empresa quiso aclarar que se hizo cargo de la gestión del centro el pasado 30 de diciembre de 2015, momento en el que se produce la compra de Sate S.L., por parte de Dafur. Los hechos que se están investigando suceden con anterioridad a dicha operación, por lo que su responsabilidad "no puede ser atribuida a la actual propietaria", resaltaban en un comunicado.

Los dos casos de ancianas fallecidas tras una atención médica cuestionada por sus familiares son del año pasado. En febrero de 2015 falleció V.E., interna en el Centro Residencial para Mayores Novo Sancti Petri, tras llegar a la Clínica Jerez Asisa con una infección generalizada que no logró superar. Su familia presentó una reclamación en la residencia y otra ante la Junta de Andalucía porque consideró que la muerte de la mujer se produjo porque no fue tratada correctamente una úlcera que tenía en un pie y no fue atajada a tiempo la infección.

La residencia respondió a la queja que se había seguido el protocolo de curas. Inspectores de la Junta acudieron al centro residencial y no hallaron indicios de irregularidades. Posteriormente, la familia de la anciana presentó una querella y el Juzgado Mixto número 4 de Chiclana abrió diligencias porque estimó que pudo haberse cometido un homicidio por imprudencia.

En julio de 2015 falleció Milagros, que también era interna de la residencia. La Junta envió a los inspectores al centro tras conocer la reclamación que presentaron los familiares y luego inició un procedimiento sancionador y notificó lo sucedido al Juzgado. La mujer murió en el hospital de Puerto Real dos semanas después de que una enfermera se topase con gusanos al curarle una úlcera.

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