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Al Asad anuncia que Siria pondrá sus armas químicas bajo control internacional

  • El presidente sirio, que envía a la ONU la documentación para unirse a la convención contra las armas químicas, exige que EEUU renuncie a las amenazas. Kerry advierte de que "las palabras no son suficientes".

El presidente de Siria, Bachar al Asad, anunció que pondrá las armas químicas de su país bajo control internacional, en una entrevista exclusiva con el canal ruso Rossía 24. "Las amenazas de Estados Unidos no han influido en la decisión de poner las armas químicas bajo control", afirmó el líder sirio, según el canal. Asad aseguró que Damasco pondrá su arsenal de armas químicas bajo control internacional "por Rusia", que presentó esa iniciativa para evitar un ataque por parte de Estados Unidos y sus aliados.

Al Asad exigió que Estados Unidos renuncie a las amenazas como condición para entregar sus armas químicas y denunció que los rebeldes sirios reciben sustancias químicas del exterior. "Esto no significa que Siria suscribirá los documentos (en alusión a la Convención Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas), cumplirá las condiciones y ya está", dijo Al Asad en la entrevista. "Es un proceso de dos vías y, principalmente, contempla que EEUU abandone su política de amenazas contra Siria y en qué medida será aceptada la propuesta rusa", afirmó el presidente sirio.

Al Asad agregó: "Cuando veamos que EEUU realmente desea la estabilidad en nuestra región y deje de amenazar y de empeñarse en un ataque y también cese los suministros de armas a los terroristas, consideraremos que se pueden llevar a cabo los procesos necesarios hasta el final". A su vez, explicó que Damasco pondrá su arsenal químico bajo control de la comunidad internacional un mes después de firmar la Convención Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas. "Desde mi punto de vista, el acuerdo entrará en vigor un mes después de la firma y, entonces, Siria comenzará a entregar los datos sobre las reservas de armas químicas. Son procesos estándares. Y nosotros nos adheriremos a ellos", comentó.

Asad explicó que remitirá a la ONU y a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas los documentos necesarios para la firma del acuerdo para la entrega del arsenal químico sirio. "Después, comenzará el trabajo que conducirá a la firma de la Convención sobre la prohibición de armas químicas. Esa convención contiene muchos puntos. Uno de ellos es la prohibición de la producción de armas químicas y también la prohibición de su almacenamiento y empleo", señaló. Además, denunció que "hay países que suministran sustancias químicas a los guerrilleros de la oposición" y que "los terroristas intentan provocar un ataque estadounidense contra Siria".

Siria inicia los trámites para sumarse a la convención sobre armas químicas

Siria dio el primer paso para demostrar su voluntad de cumplir lo pactado con Rusia y poner su arsenal de armas químicas a disposición de la comunidad internacional y evitar así una intervención militar de Estados Unidos. La ONU recibió este jueves un documento de las autoridades sirias con el que inician los trámites legales para unirse a la Convención Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas, uno de los puntos incluidos en la propuesta rusa para que el régimen de Bachar al Asad ponga ese tipo de armas bajo control internacional.

"Hemos recibido un documento de adhesión y estamos en el proceso de traducirlo y estudiarlo", anunció ante la prensa el portavoz de la ONU Farhan Haq, quien precisó que se trata de "un primer paso" sobre una de las vías que tienen los países para sumarse a los tratados internacionales. La adhesión es el acto por el cual un Estado que no ha firmado un tratado expresa su consentimiento para llegar a ser parte de esa convención depositando un instrumento de adhesión, proceso que tiene los mismos efectos jurídicos que la ratificación, la aceptación o la aprobación. Siria es uno de los siete países que no se han unido a la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, Producción, Almacenaje y Uso de Armas Químicas y sobre su destrucción, firmado en 1993 y que entró en vigor cinco años más tarde, mientras que hasta la fecha la han suscrito 189 naciones.

De esta forma, la vía diplomática para resolver la guerra siria sigue sumando pasos mientras los expertos independientes de la ONU que investigaron el posible uso de armas químicas en el ataque del pasado 21 de agosto a las afueras de Damasco continúan analizando las pruebas recogidas sobre el terreno. Está previsto que el equipo que lidera el profesor sueco Ake Sellstrom elabore un informe cuando terminen los análisis que llevan a cabo en cuatro laboratorios europeos, y algunas fuentes apuntan a que se haría público la próxima semana. "No hay ninguna fecha confirmada todavía", respondió el portavoz de la ONU al respecto.

Kerry: “Las palabras no son suficientes”

Al margen de los pasos que empieza a dar Damasco, Estados Unidos y Rusia, representados respectivamente por su secretario de Estado, John Kerry, y su ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, comenzaron en Ginebra una reunión que podría ser clave para el futuro del conflicto en Siria. Mientras Lavrov se mostró confiado en que habrá un acuerdo que haga "innecesaria" una acción militar de EEUU, Kerry reconoció que se sentaban a negociar con desacuerdos sobre quién fue el responsable del ataque del 21 de agosto, las fuerzas del régimen de Al Asad o los grupos rebeldes. Kerry también dijo que "las palabras" del Gobierno de Al Asad sobre su voluntad de renunciar a sus armas químicas "no son suficientes" y que espera trabajar con Rusia para que esto realmente suceda.

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió de que un ataque militar de EEUU "desataría una nueva ola de terrorismo", y afirmó que "no hay dudas de que se usó gas venenoso" pero agregó que "todo apunta a creer que no fue empleado por el Ejército sino por las fuerzas de oposición para provocar una intervención extranjera".

Así las cosas, el mediador internacional para Siria, Lajdar Brahimi, que se reunió con Kerry y lo hará con Lavrov, confió en que se vuelva a hablar "pronto" de una solución política a la crisis en Siria, un conflicto que ha causado ya más de 100.000 muertos desde que estalló hace dos años y medio. Brahimi continuó así sus esfuerzos diplomáticos para lograr que se celebre en Ginebra una conferencia internacional concebida para que las partes beligerantes en el conflicto, el Gobierno y los rebeldes, puedan negociar un plan político que permita poner fin a la guerra civil.

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