La asamblea del sindicato de la Policía Local UPLBA celebrada el pasado miércoles se ha saldado con la renovación en los cargos directivos de los mismos cuatro agentes que han liderado la entidad en los últimos cuatro años, encabezados por Juan José Cobos.

Tras los resultados electorales que han dado al Partido Popular la mayoría absoluta la directiva del sindicato puso sus cargos a disposición de la asamblea, entendiendo que en esta nueva etapa que ahora se abre los afiliados podían querer un cambio de rumbo.

A la asamblea acudieron unos 45 afiliados de los aproximadamente 60 que tiene la entidad,  de una plantilla que ya ha descendido del centenar de agentes, quedando en activo en estos momentos 98 policías, de los cuales solo 78 realizan funciones de calle.

En el segundo punto del orden del día los cuatro dirigentes del sindicato presentaron su dimisión, pero ante las opciones que se abrían de crear una gestora, al no haber ningún otro aspirante a dar un paso al frente, se realizó una votación anónima para que los asistentes votaran sin ningún tipo de presión  si optaban por la reelección de los mismos cargos. Así fue por un resultado muy mayoritario, por lo que Juan José Cobos y sus compañeros seguirán al frente del sindicato.

Los dirigentes entienden que se abre ahora una etapa nueva y a la espera de conocer quién será el nuevo concejal de Policía Local, así como el nuevo jefe del Cuerpo, tras el cese de Carlos Rodríguez Baturone, abren ahora un periodo en el que se tendrá que ver la evolución de la política de seguridad del equipo de Gobierno.

De momento tras la salida de Baturone, que se despidió de los agentes por escrito el mismo día de su cese, el jueves, queda como jefe provisional Rafael Muñoz Leonisio, aunque se entiende que será una situación transitoria, ya que además  se jubila en pocos meses.

El cese fulminante del intendente mayor de la Policía Local ha causado sorpresa en el seno de la Jefatura, según ha podido saber este periódico, dándose la circunstancia de que fueron dos agentes de Policía Local los que tuvieron que acudir al Ayuntamiento a recoger el decreto y notificárselo a su ya exjefe, que se enteró de esa manera de su cese, una situación cuando menos violenta.