La Junta de Gobierno Local celebrada este jueves ha aprobado la propuesta de concesión de licencia urbanística solicitada por la hermandad de la Humildad y Paciencia, para la realización de las catas en la cubierta de la Capilla de la Aurora, con instalación de andamiaje, en la calle Postigo.

El alcalde, Germán Beardo, señala que “este importante trámite se traducirá, tras el visto bueno de la Comisión de Patrimonio de la Delegación Provincial de Cultura en Cádiz de la Junta de Andalucía -ya que es parte del conjunto histórico- y la aprobación de esta concesión, en la reparación definitiva del techo de la Capilla de la Aurora, cumpliendo así con el compromiso adquirido con la hermandad”.

En breve se procederá a la instalación del andamiaje para la realización del proyecto. El primer edil señala que el equipo de Gobierno ha agilizado “con diligencia máxima” esta licencia para que en breve la hermandad pueda regresar a su sede, que tuvo que abandonar ante el mal estado de la techumbre. El proyecto de obra lo realizarán los arquitectos municipales Manuel María Fernández Prada y Berta Pangusión.

Por su parte, la instalación del andamiaje correrá a cargo de la empresa Carpas Bahía S.L. y la realización de las catas se hará por parte de la empresa portuense Megaservices. El estudio de Seguridad y Salud ha sido realizado por el ingeniero Domingo Galo Ibáñez.

El andamiaje se instalará por la parte lateral de la capilla de la Aurora, en el patio de la Basílica Menor Nuestra Señora de los Milagros y todos los gastos ocasionados del proyecto de obra van a cargo en tres partes iguales entre obispado de Asidonia-Jerez, parroquia y hermandad, rubricado en convenio de colaboración con el Ayuntamiento de El Puerto.

La finalidad de la actuación municipal es la realización de catas para la revisión de estructura de la cubierta de la Capilla, donde se estaban produciendo filtraciones que comenzaban a provocar daños importantes en el interior. Dada la inexistencia de acceso al espacio entre la cubierta y la bóveda, se prevé la colocación de un andamio exterior, el desmontaje de telas y la demolición de la tablazón en la superficie, necesaria para que pueda acceder un operario. Una vez realizado el examen de la cubierta, se volvería a cerrar el orificio practicado, con el objeto de que no se alteren los parámetros urbanísticos principales, conforme al nivel de protección del edificio. A partir de ese momento, se procederá a ejecutar la obra definitiva de reparación.