El último día de Feria también fue algo raro. Por primera vez desde finales de los años 90, cuando se instauró la costumbre de dedicar la Feria de Primavera a otros territorios, concluía la última jornada de la fiesta sin conocerse a quién iría dedicada la próxima edición.

El equipo municipal de gobierno, que ha optado por mantener un perfil bajo durante toda la fiesta, decidió no hacer ninguna convocatoria al respecto ni tampoco balance alguno de lo que han dado de sí estos cinco días y seis noches en el recinto de Las Banderas, un balance oficial que seguramente llegará en los próximos días.

Con respecto a la dedicatoria, lo único que ha avanzado hasta ahora el alcalde, David de la Encina, es que se quiere dedicar la fiesta a partir de la próxima edición a las localidades de la propia provincia de Cádiz, como una manera de estrechar lazos con el resto de los municipios gaditanos y también para facilitar la afluencia de personas de la localidad elegida, sin tener que efectuar grandes gastos de desplazamientos a la hora de la presentación del cartel y otros actos protocolarios.

Cabe recordar que hasta la fecha sólo una ciudad de la provincia, Cádiz capital, ha tenido el honor de tener dedicada la Feria de El Puerto, y ello no sin polémica ya que había muchas voces que consideraban que para ese viaje no hacían falta alforjas y que los gaditanos ya conocían nuestra Feria más que de sobra.

En cualquier caso, la idea está todavía un poco verde y según avanzó ayer el alcalde, el proceso será participativo y no se pondrá en marcha hasta dentro de unos meses.

Ayer Lunes de Feria, última jornada de la Fiesta del Vino Fino y habitualmente fiesta local, el recinto contó con una menor afluencia que en otras ediciones, primero porque ni los cuerpos ni los bolsillos aguantan ya tantos días de Feria y después por el tirón de otras ferias cercanas como la de Jerez. Aún así, son muchas las familias que escogen precisamente el lunes para compartir almuerzos en las Banderas, al ser tradicionalmente un día más tranquilo y más familiar, del que suelen disfrutar principalmente los portuenses.

Otro de los alicientes del Lunes de Feria son los fuegos artificiales que despiden cada año la fiesta. En esta edición ha habido algún que otro despiste que llegó a confundir a los espectadores, ya que aunque el programa oficial de Feria y las diferentes redes sociales del Ayuntamiento venían diciendo desde hace días que el castillo de fuegos artificiales se lanzaría a las doce de la noche, finalmente la hora correcta era la de las diez, si bien muchas personas no llegaron a enterarse de esta modificación y pensaron en todo momento que sería dos horas más tarde hasta que ya vieron los fuegos en el aire. No obstante, la duda estuvo presente durante toda la jornada debido al fuerte viento de levante reinante en el día de ayer, que puso en riesgo el lanzamiento de los cohetes, aunque finalmente se decidió dar el visto bueno.

Cabe recordar que el equipo de gobierno decidió cancelar en Navidades el tradicional castillo de fuegos artificiales que cerraba cada año la cabalgata de Reyes, alegando que el ruido molestaba a los perros y a colectivos como los autistas. Los cohetes de Feria, al parecer, no causan estos problemas y finalmente se procedió a su lanzamiento a la hora prevista.

Tampoco faltaron las quejas de ciudadanos que consideraban que debido al trágico accidente que le costó la vida a un joven en la madrugada del pasado domingo, al ser atropellado cuando volvía de la Feria, se debería haber cancelado este final de fiesta.

Por otro lado, en la jornada de ayer se procedía también a la entrega de los distintos premios municipales, como los del concurso de casetas y el paseo de caballistas. Previamente se celebraba a las puertas de la caseta municipal un espectáculo flamenco-ecuestre del que nadie había avisado con antelación, ya que no aparecía en el programa oficial.

Termina así una edición de la Feria en la que sólo el fatal accidente mortal ha puesto la nota triste dentro de la tónica general de alegría que caracteriza a la fiesta portuense.