COAC 2026
Las entradas para las preliminares del COAC 2026 salen hoy a la venta

LUiS CONRADI Y TORO s.j. El jesuita de los pobres

Luis Conradi.

01 de abril 2012 - 01:00

LUIS Conradi y Toro nació en Sevilla el 3 de septiembre de 1924, aunque, por su vinculación con El Puerto de Santa María, donde vivió por espacio de más de 30 años, se sentía portuense desde que lo pisara por primera vez en 1942. Hijo del que fuera decano del Colegio de Abogados de Sevilla, José Domingo Conradi y Soto y de Mercedes Toro Buiza, era el segundo hijo del matrimonio, tras José Domingo, al que siguieron María de las Mercedes, Alfonso, Manuel, Francisco y Fernando. Era descendiente de Juan Bautista Conradi y Gavarrón, nacido en Génova (Italia).

Luis ingresará en la Compañía de Jesús en El Puerto el 14 de agosto de 1942, donde hizo el Noviciado y Juniorado, entre los años 1942 y 1947, estudiando los tres años siguientes hasta 1950 en Chamartín de la Rosa (Madrid) Filosofía. A partir de 1950 regresa a nuestra ciudad y estudia Magisterio en el Noviciado hasta 1953 y Teología entre 1953 y 1957 en la Cartuja de Granada, así como Tercera Probación en San Jerónimo (Murcia) entre 1957 y 1958.

Fue ordenado sacerdote en Granada el 15 de junio de 1956 por Monseñor Felipe Gallego. Regresaría de nuevo a El Puerto parra hacer los últimos votos el 15 de agosto de 1959, que fueron recibidos por el padre Francisco Torres.

Su primer destino, entre 1958 y 1961 fue como Maestro de Novicios de Hermanos en los Jesuitas de El Puerto, donde llegaría a impartir clases de Latín. No era infrecuente verle jugar al fútbol, dada su cercanía, con novicios y juniores: se arremangaba la sotana, arbitraba los partidos y, si alguien cometía alguna falta, no duraba mas de cinco minutos en el banquillo, porque lo que quería era que todos participasen y no pasarse con los 'castigos'. Luego vendría Córdoba con idéntica responsabilidad, Maestro de Novicios, entre los años 1961 y 1967.

Durante 35 años impartió sus enseñanzas en diferentes colegios de la orden. En primer lugar, como ministro profesor de religión y secretario, en el Colegio de San Estanislao de Kostka, en Málaga, entre los años 1967 y 1974. Y de nuevo, vuelta a El Puerto.

Por cuarta vez regresará a El Puerto de Santa María, sería en el año 1974. En esta ocasión llega como rector del colegio de los Jesuitas, donde permanecerá en tal responsabilidad hasta 1980. Esos años serían difíciles y prósperos a un tiempo. Se trataba de poner en práctica las doctrinas que dimanaban del Concilio Vaticano II. Serían los años de la fusión o absorción, según com se mire, del centro de EGB de San Luis por la SAFA, dejando independiente la Formación Profesional de la EGB, en edificios distintos y con su propio director, hasta 1989. Entre los años 1980 y 1989 sería profesor de religión en la EGB y superior de la comunidad jesuita entre 1981 y 1987.

No cogía vacaciones en verano. Acaso un día a Chipiona a saludar a su madre, donde ésta veraneaba. El resto del tiempo, oración y trabajo físico: las mudanzas las hacía personalmente; los cambios que se hubieran de realizar, silla a silla, mesa a mesa, planta a planta, hasta completar las necesidades del centro para el siguiente curso escolar.

Durante unas de sus visitas a El Puerto, tras el exilio, Rafael Alberti mostró interés por visitar el colegio a lo que Conradi accedió gustoso, acompañándole durante todo el recorrido, enseñándole sus notas y rememorando lugares, algunos recordados en sus libros, y bromeando sobre algunos comentarios no muy favorables para los jesuitas.

Durante su etapa en El Puerto acometió la ardua tarea del estudio y clasificación malacológica del Museo de Ciencias Naturales del colegio. El museo quedó bastante mermado tras la Guerra Civil, pues había sido hospital durante el periodo bélico. En 1975, Conradi rescató del olvido aquellas piezas olvidadas. Estuvo durante cinco años trabajando en su clasificación.

Conradi fue, además, coadjutor de la Iglesia Mayor Prioral, a cuya parroquia pertenecía la iglesia de San Francisco, desde donde ejercería su ministerio sacerdotal. Estamos en 1985. Con el nuevo giro que había dado la Orden Jesuita, sus miembros adoptan la decisión de instalarse entre los más pobres. Así, abren en Andalucía ocho parroquias cuya ubicación estará en lugares con clara marginación y pobreza. Las ocho cumplen ese requisito, menos una, la de San Francisco que, vinculada al colegio y a la comunidad jesuita, se transforma en parroquia para atender a alumnos, exalumnos y a cuantos precisan de sus servicios. Fue una excepción que confirmará la regla, porque desde San Francisco, fundada en octubre de 1985 -hace ya 27 años- con Conradi como párroco, no dejará de atender a pobres, drogadictos y marginales. Y a todo el que se acercaba. No lo dejaban, como se ha dicho, ni de día ni de noche. Quizás sería por eso que, en 1987 el Obispado lo mandó fuera de El Puerto.

Estuvo durante 17 años como sacerdote en diferentes parroquias. La barriada marginal sevillana de Torreblanca sería su siguiente destino, en la Parroquia del Inmaculado Corazón de María, entre 1987 y 1993. Durante esta etapa sevillana sería vicesuperior de la comunidad jesuita. En 1993 será destinado a Jerez de la Frontera, impulsando una nueva parroquia.

Y de nuevo, en 1998, vuelta a El Puerto a la iglesia de San Francisco. Además de Párroco, será coordinador de catequesis Infantil, y miembro del equipo de pastoral del Colegio SAFA-San Luis. A estas responsabilidades sumará el año 2002 la de Capellán de la Adoración Nocturna Portuense y delegado episcopal para las Hermandades y Cofradías. Fue impulsor del desaparecido Coro de San Francisco, del que muchos de sus componentes se integraron con posterioridad en la Agrupación Coral Portuense.

Los últimos años de ejercicio pastoral los vivió nuestro protagonista en su ciudad natal: Sevilla, en la Residencia del Sagrado Corazón de los Jesuitas situada en la calle Jesús del Gran Poder. Desde allí prestaba asistencia pastoral a diversas comunidades religiosas, atendía el confesionario o suplía misas en la basílica del Gran Poder.

No tenía nada, ni siquiera un pijama se llevó a la residencia que los Jesuitas tienen en Málaga donde atienden a sus clérigos enfermos, a la que marchó a finales de febrero del pasado año, cuando se sintió indispuesto, cuando 'supo' que no se recuperaría de aquella bronquitis mal curada que le aquejaba. El día 4 de marzo ingresaba en la enfermería, muriendo una semana mas tarde -hace poco más de un año-, el 7 de marzo de 2011, a las seis de la mañana, con 87 años de edad y 69 en la Compañía de Jesús.

6 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último