José María González | Alcalde de Cádiz

Kichi: "Me gustaría ver qué ocurre si damos 20 minutos de libertad a las agrupaciones"

  • El primer edil imagina un Concurso “participativo”, “libre” en la estructura del repertorio y “sin género” para el próximo Carnaval, sea cuando fuere, que “la salud es lo primero”

José María González "Kichi", alcalde de Cádiz

José María González "Kichi", alcalde de Cádiz / Lourdes de Vicente

No estaba en la cuarteta de ningún popurrí que el alcalde más carnavalero que ha tenido Cádiz tuviera que prohibir el Carnaval. Extrañas coincidencias para tiempos extraños. En vez de gestionar la utopía, al alcalde del sobrenombre le tocó gestionar la distopía. Con todo, José María González, Kichi, no pierde el buen humor y no duda en invocar al espíritu de los dos coloretes si la ocasión lo requiere. Y una entrevista con Diario del Carnaval es un buen momento, ¿que no?

–“…que no se desarrolle ni se participe de ningún acto en las fiestas que tengan lugar en la calle y que provoquen aglomeraciones de ningún tipo, ni reunión de más de las personas permitidas…” Supongo que nunca imaginó que tendría que firmar un bando así, ¿no?

–Para nada, de hecho, cuando lo estábamos terminando lo comentamos. Es el bando que uno jamás espera tener que firmar, el de una situación de llamar a la gente a que no participe en algo tan nuestro y tan genuino como es el Carnaval de Cádiz. Es un bando impensable pero se entiende dentro del contexto en el que se enmarca también. Tampoco uno pensó jamás el tener que gestionar una pandemia… Y como lo primero es la salud, y lo primero es la vida, todo está justificado y todo encuentra su sentido, aunque sea algo tan amargo y tan duro como hacer un bando de este tipo.

–¿Cuántos tupperware ha tenido que comprar para conservar las ganas de Carnaval?

–(Ríe) Muchísimos, no me caben ya en el congelador… Muchísimos porque es mucho lo que mueve el Carnaval y no ya como aficionado y como gaditano, sino también como alcalde. El Carnaval es una fiesta muy grande en la ciudad, es una de las grandes expresiones de cultura popular que tenemos en España, así que imagínate la de ganas que hay que guardar para equilibrar lo que significa a nivel personal pero también a nivel de ciudad.

–Pues yo, si me permite, me voy a lo personal para mirar un momentito hacia el pasado. ¿Cuál ha sido el mejor Carnaval de su vida o, al menos, el que recuerda con más cariño?

–Es difícil, ¿eh?, porque todos los Carnavales encierran, al menos en mi caso, una celebración afortunada y también una agrupación querida… Es complicado decidirse por una, cada una tiene un encanto especial… Pero, no sé, si te tuviera que resaltar alguna quizás me quedaría con el Carnaval de ‘Los currelantes’ que fue muy bonito, fue una experiencia inolvidable por lo que hicimos, por cómo lo hicimos, por lo que cantamos y porque meses después vino el 15M y parecía que cada verso de la comparsa estaba escrito para el momento que sacudió este país de norte a sur y de este a oeste. Ese recuerdo para mí es inolvidable. Y también guardo muchísimo cariño al año de ‘Los Brucelitos’, el año que hicimos una agrupación callejera con mi gente, con la gente de Jesús Bienvenido, y fue muy bonito porque la calle también tiene ese punto de exorcismo de los demonios del Falla y salirte de ahí y volver a sentir lo que es disfrutar el cantar por cantar y de tener a la gente cerquita… Aunque es verdad que nosotros siempre hemos sido una agrupación que cuidábamos mucho eso, el cantar en la calle, el no perder ese lazo … Pero hacerlo con la única pretensión de disfrutar fue muy bonito, de hecho, sigo guardando en mi casa un detalle del tipo, el pendón que llevábamos con un cuadrito chiquitito de Bruce Lee, pues ese lo conservo en casa todavía. Es una de mis reliquias carnavalescas más preciadas.

José María González 'Kichi', durante la entrevista. José María González 'Kichi', durante la entrevista.

José María González 'Kichi', durante la entrevista. / Lourdes de Vicente

–Usted no escribe nada mal, ¿por qué no se lanzó a escribir su propia agrupación?

–Porque me da mucho respeto, muchísimo, vamos. Evidentemente en el Carnaval de Cádiz una de las cosas que tenemos es que cualquiera puede ser autor, cualquiera puede asomarse a ese mundo creativo pero a mí, no sé por qué, siempre me ha dado mucho respeto. Quizás, también, porque he estado rodeado de gente muy buena durante toda mi vida: Tino Tovar, Jesús Bienvenido, Dani Obregón… Gente que tiene una capacidad creativa enorme, entonces pues, no sé, siempre he pensado, si ellos lo hacen mejor que yo para qué me voy a meter… Ahora, que no lo descarto, escribir alguna vez estaría guay… Es un lujo poder expresarte así con las coplas como podemos hacer nosotros en Carnaval, ¿no? Expresar las cosas que amas, que sientes, que temes… Sí, realmente, me encantaría poder hacerlo.

–Confiese, ya le tiene que cargar una mijita que le canten ‘Si yo fuera el alcalde de Cádiz...’

–(Ríe) ¡Qué va, me encanta esa cuarteta! Me parece de las más bonitas que yo he cantado jamás. No me carga para nada, al revés, me da mucho orgullo escucharla porque cuando cantábamos esa cuarteta del popurrí de ‘Los mendas’ jamás ninguno, ni yo ni nadie, nos imaginábamos que uno de esos integrantes, para más inri el que hacía del personaje de alcalde loco, iba a terminar siendo alcalde de la ciudad. Eso era una cosa impensable… Y escucharla me retrotrae inmediatamente a esos momentos, aunque algunos se crean que es un programa político… La oposición no se termina de enterar, yo creo que escuchan muy poco Carnaval… Porque una cosa es la cuarteta de ‘Los mendas’ y otra el programa político con el que nos presentamos en 2015… Pero, bueno, allá ellos.

–¿Por qué cree que sus adversarios políticos o ciudadanos le tildan de carnavalero como algo despectivo? Es decir, ¿por qué cree que el apelativo carnavalero, como en su tiempo ocurría con flamenco, tiene para algunas personas una connotación negativa?

–Yo creo que hay una cuestión de clase que explica todo esto. Para los políticos, que normalmente son gente escogida, gente con un determinado estatus socio económico, de repente le pones enfrente a una persona sencilla, normal, del pueblo, pues evidentemente sacan toda la bilis de clase de la que son capaces, y uno de los insultos que ellos entienden como insulto, porque evidentemente para ellos lo es, es el tacharte de carnavalero o de flamenco, como dices. Que por ser flamenco tienes que ser un golfo y por ser carnavalero tres cuartos de lo mismo, pero no se dan cuenta de la realidad porque viven en una capsula social. El carnavalero es un personaje totalmente transversal aunque les pese a ellos.

–Supongo que cuando se pongan a hacer el nuevo modelo de gestión del Concurso, tendrán que conciliar distintas opiniones pero me gustaría conocer la suya exclusivamente. ¿Qué ingredientes tendrían el Concurso que le gustaría al alcalde?

–Para mí el Concurso tendría que ser, primero, participativo; segundo, un Concurso libre, y ahora que estamos con todas las historias estas de Pablo Hasel, recordar que la libertad como fin y como medio es un tema muy importante. Pero también me refiero a un Concurso libre a la hora de expresarse en el escenario. Me explico. Yo estoy de acuerdo en que cada modalidad tiene que tener coplas y características suyas propias, pero a mí, al menos, me gustaría ver qué ocurre si damos 20 minutos y en ellos las agrupaciones puedan actuar con libertad, hacer lo que estimen conveniente para su repertorio. ¿Qué pasaría ahí si no hay cortapisas creativas, si se les deja volar a los autores? Me gustaría, al menos, experimentarlo porque al final esto es también ensayo-error porque nadie tiene la fórmula magistral ideada... Y cuarto, un Carnaval sin género, donde haya un avance efectivo de las mujeres en el Carnaval de Cádiz. Yo cada vez soy más aficionado a los grupos femeninos, me gusta la tesitura, la perspectiva de los temas, me agrada mucho escuchar voces femeninas en el Carnaval… No sé, esos serían cuatro elementos personales que no deberían faltar en esta nueva época.

El alcalde de Cádiz en el interior del Ayuntamiento. El alcalde de Cádiz en el interior del Ayuntamiento.

El alcalde de Cádiz en el interior del Ayuntamiento. / Lourdes de Vicente

–¿Y preliminares sí, preliminares no, esto se nos va de madre, las sacamos fuera del Falla…?

–Yo entiendo que sí, que esto se va de madre, que realmente son muchos grupos, y entiendo que haya una diferencia entre lo que es la preselección y el resto de Concurso. Yo no estoy cerrado a una preselección fuera del Falla, por ejemplo. Pero, claro, ¿estamos ahora mismo en esa situación de que ya es absolutamente insoportable la preselección o es una dinámica? Quiero decir, cuando tengamos, no sé, 400 grupos en una preselección, pues habrá que plantear algo, claro… Es que sé que entro en una contradicción, que yo también tengo contradicciones de este tipo, el Carnaval de la libertad, todo el mundo puede ir al Concurso, todo el mundo puede expresarse libremente pero, ¿todo el mundo a secas o todo el mundo que tenga unos mínimos de calidad para ir al teatro? Es que pienso que actuar en el Falla es un premio en sí mismo… A ver, aquí hay tela que cortar, y es difícil, pero tendremos que hacerlo, ¿no?

–¿Habrá Carnaval 2022?

–Ojalá… Nosotros estamos trabajando en todos los escenarios posibles. Estamos trabajando en el escenario de normalización de la vacuna en este 21 y estamos barajando la posibilidad de que haya que retrasarlo porque todavía no se haya completado el plan de vacunación. En cualquier caso, decimos lo mismo que ahora, la vida y la salud por delante de todo. Lo que no es lógico es meter a la gente a ensayar en el mes de octubre para un Carnaval a mediados de enero si la cosa no está resuelta. Es una temeridad y una irresponsabilidad. Si hay que retrasarlo, como decía Martínez Ares los otros días, pues fetén, aunque ojalá que no…

–¿Por qué Cultura y Fiestas juntas? ¿Cuál es el beneficio?

– Pues de dos tipos. El primero, es una declaración política, que el Carnaval no es un juanillo, es decirle a la gente que el Carnaval es cultura y, en segundo lugar, es cuestión de optimización de recursos humanos, de talento, que hay disperso y funcionando de forma independiente tanto en la delegación de Fiestas como en la delegación de Cultura, y es poner a los técnicos que tenemos a trabajar en una misma dirección y ahí se generan una sinergias súper positivas para el desarrollo de la fiesta y ya no sólo para el Carnaval, también para la Cultura. Y en una explicación un poco más prosaica, las plantillas de los ayuntamientos están absolutamente encorsetadas con las leyes de administración pública y la posibilidad que veíamos de crecer y de mejorar era ésta.

–La copla de su vida

–Guauuu… La copla de mi vida… Me lo tengo que pensar… A ver, creo que por lo que tiene, por lo que aprendí y por lo que significa para mí, No es que la luna de ‘Los Fígaros’, pasodoble de Paco Alba. Con ese pasodoble descubrimos nosotros a Paco Alba, yo al menos, y me uní directamente con todo el patrimonio artístico, musical y carnavalesco que se había escrito hasta antes de yo llegar. Ahí es donde tomo yo conciencia y me conecto con los carnavaleros de antaño… La llave fue ese pasodoble. Me recuerdo perfectamente aprendiendo ese pasodoble en La Caleta y en el lavaero del Kike, perfectamente, vamos…

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