El 'trivote' modifica el papel del capitán

En mal momento vio Pablo Sánchez la quinta cartulina amarilla de la temporada. El capitán fue amonestado en la visita del Cádiz al Sevilla Atlético (a finales de febrero) y su obligado descanso por sanción deparó consecuencias hasta ahora inéditas en la campaña que está en marcha. El gaditano no jugó frente al UCAM Murcia por la suspensión impuesta por el Comité de Competición y su ausencia en ese choque (los amarillos empataron a dos en casa, remontada incluida en la segunda parte para levantar un 0-2) coincidió con una nueva apuesta del entrenador. Raúl Agné dispuso un centro del campo formado por tres hombres en la medular -Jorge Luque, Abdoulaye Fall y Álex Granell- y desde entonces sus alineaciones están marcadas por la puesta en escena del trivote, un dibujo que hasta la fecha ha perjudicado al 9 del conjunto amarillo porque desde entonces tiene que asumir el rol de suplente que le ha asignado el técnico.

El empeño del preparador cadista en diseñar un triple pivote ha desplazado a Pablo Sánchez a la suplencia en los últimos dos encuentros. El canterano, que había marcado ante el Betis B y había tirado del carro del equipo con dos tantos en el posterior compromiso en terreno del filial sevillista, parecía haber entrado en una racha positiva que se ha visto frenada primero por su sanción y después por los dos banquillazos consecutivos.

El habitual propietario del brazalete de capitán fue un fijo en las alineaciones de Alberto Monteagudo, Ramón Blanco y lo era en las de Agné hasta que el actual técnico decidió no darle entrada en el once inicial ante el Cartagena y una semana después frente al Cacereño. La ausencia de Granell el pasado domingo (también sancionado por cúmulo de tarjetas) daba posibilidades a Pablo Sánchez para su vuelta a la titularidad, pero el preparador cadista demostraba que la apuesta por el trivote no era pasajera y colocaba a Dieguito en la zona ancha.

El gaditano había sido titular en todos los partidos del campeonato liguero salvo uno en la primera vuelta que se perdió por molestias físicas, además del que causó baja por sanción ante el UCAM a principios de este mes de marzo. Ahora, con el nuevo esquema de juego, es el principal sacrificado, el que sufre el efecto colateral.

Eso sí, Agné le ha dado minutos en las segundas partes. En el Cartagonova sustituyó al lesionado Jorge Luque en los primeros minutos tras el paso por vestuarios y contra el Cacereño, el pasado domingo, relevó a un desdibujado Juan Villar con 37 minutos por delante. El onubense fue despedido con una pitada considerable y el 9 fue recibido con aplausos.

El trío en el centro del campo está por encima de los nombres. Raúl Agné ha empleado este sistema en los últimos tres partidos con una base clara y visos de permanencia en el futuro inmediato: Fall, Jorge Luque y Álex Granell. Fueron ellos tres los que estrenaron el trivote en el choque en Carranza contra el conjunto universitario; en Cartagena repitieron, mientras que el pasado domingo la zona ancha estuvo ocupada por Fall, Luque y la novedad de Dieguito en esa posición.

Tres han sido las veces que el míster ha optado por el triple pivote y tres han sido las respuestas: un empate (2-2 ante el UCAM Murcia en casa), una derrota (2-0 en la visita al complicado campo del líder Cartagena) y una victoria (la reciente contra el Cacereño por 1-0).

No sería extraño que el técnico repitiera dibujo el próximo domingo en la comprometida visita al terreno del Arroyo. Fall y Granell tendrían una plaza asegurada a la espera del estado físico de Jorge Luque, que se retiró en el duelo contra el Cacereño con molestias en una pierna pero en principio no debería tener problemas para jugar en Extremadura.

Lo que está por ver es si el preparador cadista alinea a Pablo Sánchez en Arroyo de la Luz desde el pitido inicial o mantiene su decisión de dejarlo en el banquillo y le concede minutos tras el descanso como en las dos ocasiones anteriores.