Cádiz CF

El reloj del mercado de invierno empieza a correr en contra

  • A falta de una semana y media para que cierre la segunda ventana de incorporaciones, el equipo sólo ha dado la bienvenida a Fede San Emeterio 

Sergio González, en compañía de Manuel Vizcaíno, saluda en el estadio El Molinón.

Sergio González, en compañía de Manuel Vizcaíno, saluda en el estadio El Molinón. / EFE

Nueve días se cumplen este jueves desde que Sergio González tomó la riendas del Cádiz CF. Una semana larga en la que el nuevo entrenador ha tenido que hacer frente a dos partidos de competiciones diferentes y a estudiar con cierta celeridad las necesidades de la plantilla en materia de refuerzos. A 20 de enero, a una semana y media para que se baje el telón a la segunda ventana de refuerzos, la única cara nueva en el vestuario en cuanto a jugadores la pone Fede San Emeterio. Poca cosa cuando hace falta mucho y el reloj avanza imparable hacia el 31 de enero, fecha en la que se bajará el telón para refuerzos en el mercado invernal.

Hay diversos aspectos que no están ayudando en este mes tan importante para un equipo que se mueve en el filo del cuchillo del descenso. Uno de ellos es que la idea inicial de un entrenador como Álvaro Cervera ha quedado fuera de lugar cuando éste fue cesado. Lo que podía tener en mente el ex técnico del Cádiz CF seguramente no coincida con lo que sopese Sergio González. Es un frenazo a las gestiones.

Otro dato que está quedando claro que torpedea cualquier negociación es la situación agónica del equipo amarillo a efectos clasificatorios. Jugadores con cierto cartel y recorrido en la élite se piensan mucho pasar a formar parte de un proyecto con cierto hedor a descenso. Pesa, y mucho, que el Cádiz CF sea penúltimo y que las sensaciones del equipo, al menos hasta la llegada de Sergio, no invitaran a una recuperación.

Este paño de incertidumbre que rodea al proyecto ha estado presente en los intentos por Look de Jong y Paco Alcácer, por poner dos ejemplos, si bien es más que posible que otros nombres hayan mostrado su rechazo inicial a vestir de amarillo con la posibilidad de formar parte de una plantilla que puede perder la categoría. En los casos en los que no se produjo una negativa clara a jugar en el Cádiz CF, se desliza el tener más tiempo para contemplar otras opciones; es decir, si no sale nada mejor me embarco en el conjunto gaditano que, al menos, hasta final de Liga jugará en Primera. Eso supone, como ya está sucediendo, perder todo el mes de enero hasta saber si al final llega una de las opciones preferentes.

Al igual que  lo contemplaba Cervera, Sergio tiene claro que tirará de galones, contactos y de lo que haga falta para convencer a un jugador que interese. Lo anunció el preparador catalán cuando se le cuestionó por este tema esgrimiendo que si era necesario lo recogería en coche. Todas las armas son necesarias cuando se llega a este punto de parálisis de una ventana de incorporaciones que, en el caso del Cádiz CF, ha asistido a la salida de Martín Calderón cedido al Mirandés y la de Marcos Mauro, tras una rescisión de contrato de mutuo acuerdo, y la llegada únicamente de Fede San Emeterio. Sin duda, poca cosa para lo que se espera y lo que precisa el equipo amarillo por mucho que la segunda parte del encuentro contra el Espanyol disfrazara un poco las múltiples carencias que existen.

El 3 de enero se dio el pistoletazo de salida a las incorporaciones del mercado de invierno, que tiene como fecha tope el próximo día 31. Una vez superado ese día, cualquier operación de llegada de un futbolista quedaría condicionada, por ejemplo, a casos como el de una lesión de larga duración. El reloj corre y a 20 de enero se acerca la recta final a la espera de caras nuevas en el Mirandilla (antiguo Carranza) para dotar de la materia prima que le falta al Cádiz CF. La permanencia pasa por elevar el potencial de la plantilla de un penúltimo clasificado cuyos números son la mejor prueba de que el objetivo será casi inalcanzable con lo que hay ahora mismo.

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