Por qué el Cádiz CF tiene la pinta de perder el partido contra el Almería

El Cádiz CF afronta el esprint final de la temporada 2024-25 prácticamente sin nada en juego salvo en el improbable caso de que se complique la permanencia en Segunda División. No habrá ni ascenso ni descenso en una campaña que ha sido de todo menos buena un año después de haber perdido su plaza en Primera División.

El conjunto amarillo vuelve a perder crédito en las últimas semanas, como se hubiese venido abajo después de haber pasado de coquetear con el descenso a ubicarse en la parte templada de la clasificación con opciones incluso de pelear por el premio gordo que dilapidó del todo en las últimas fechas. El balance más reciente refleja con claridad su caída: ha sumado sólo cinco puntos de los últimos 21. Es decir, ha perdido 16 con un triunfo (sobre el Sporting de Gijón), un par de empates (ante Eibar y Burgos) y cuatro derrotas (contra Tenerife, Deportivo de La Coruña, Elche y Córdoba).

Los números constatan la pérdida de fiabilidad de un Cádiz CF que encara esta semana su último duelo andaluz del curso. Se enfrenta al Almería en el estadio Nuevo Mirandilla el viernes 9 de mayo (20:30 horas) en la apertura de la 39ª jornada de LaLiga Hypermotion.

Nada tiene que ver en teoría la motivación de uno y otro. El equipo amarillo se presenta sin un objetivo de peso (salvación en el bolsillo) mientras el cuadro rojiblanco está metido de lleno en la pugna por ascenso, con una mínima posibilidad de conseguirlo por la vía directa y muchas opciones de acceder al play-off. Llega ubicado en la sexta posición con 62 puntos, a cinco de la segunda que ocupa el Levante y con una renta sobre la séptima en la que reside el Granada.

La duda es si Cádiz CF será capaz de ofrecer un rendimiento positivo en su penúltimo partido en casa de la temporada frente a un adversario que saldrá a por todas con lo que se está jugando. El conjunto gaditano no emite señales que hagan pensar en una buena versión. No genera confianza y el crédito perdido se lo tiene que ganar en el campo para alegrar al menos por un día a una afición desilusionada.

Se dan las condiciones para una nueva derrota de los amarillos. A estas alturas, poco se puede esperar después de una temporada infumable. Sólo con hechos pueden cambiar un pronóstico desfavorable.