Cuando la lucha en el terreno de juego, que nunca se negocia, está a punto de concluir, el Cádiz CF debe estar preparado para otra batalla que se disputa en los despachos y a través del teléfono. La excelente campaña del equipo amarillo es motivo de admiración de otros conjuntos nacionales y extranjeros, y de representantes. Esa admiración se traduce en interés por aquellos futbolistas que han sido claves en el exitoso curso liguero y el club debe estar atento por si existe peligro de que se pueda fracturar una parte de su columna vertebral.

A pesar de que el buen trabajo del Cádiz CF tiene mucho de colectivo, la realidad es que existen jugadores que despiertan interés después de su primera experiencia en la elite española. La soltura, el descaro y la capacidad de ofrecer un alto rendimiento ha situado en lugares privilegiados a gente como Fali, Pacha Espino y Jens Jonsson.

Reúnen mucho de lo que ha llevado al Cádiz CF a saborear la cara más dulce de su regreso a Primera División, pues entre otra cosas forman parte del quinteto de futbolistas de la plantilla que acumula un mayor número de minutos en las dos competiciones: Liga y Copa del Rey. A falta de una jornada, el Levante-Cádiz del próximo viernes, Fali tiene en sus piernas 2.636 minutos, por los 2.605 de Espino y los 2.621 de Jonsson. Sólo se ven superados por el portero Conan Ledesma (2.880) que, salvo al inicio y en estas últimas jornadas, lo ha disputado todo.

Cuando un equipo modesto como el Cádiz CF asciende a Primera y consigue la permanencia prácticamente cuatro jornadas antes de finalizar la competición, hay una análisis profundo y repleto de admiración del logro de Álvaro Cervera con sus pupilos. Unos futbolistas que han seguido el 'libro' preferido por el entrenador y que lleva cinco años dando satisfacciones a un equipo que cogió en Segunda B.

Fali, profesionalidad personificada

Ese análisis tiene nombre y apellidos en cada uno de los integrantes de la plantilla, si bien no cabe duda que hay algunos que tienen una posición privilegiada a dos días de que finalice la temporada. Hay tres casos de debutantes en la Primera División española que pueden despertar el interés ajeno. Fali fue una apuesta del Cádiz CF cuando se debatía en salvar a un Nástic de Tarragona que acabó descendiendo a la categoría de bronce. El zaguero valenciano, muy poco conocido salvo por su periplo en el segundo equipo del Barcelona, se convirtió en una apuesta atrevida por los 250.000 euros que abonó la entidad gaditana como cláusula de rescisión. Pero el tiempo ha dado la razón y, con 27 años, Fali ha sido uno de esos jugadores llamativos en el proyecto Cádiz CF.

Ha sido una pieza fija para Cervera, que le ha movido del centro de la defensa al doble pivote y siempre, al margen de los resultados, ha encontrado en este futbolista a la profesionalidad personificada. No ha puesto un pero a la elevada exigencia del técnico y se ha dejado el alma en cada momento. Pues bien, tiene contrato hasta 2024 y no sería raro que desde ya y hasta el inicio del próximo curso a Manuel Vizcaíno y su entorno llegaran 'toques' para saber cuánto supone que Fali cambie de camiseta.

Espino, el año de su gran salto

Pacha Espino (29 años) también tiene un lugar en ese podio de jugador revelación. Un uruguayo casi desconocido que en la campaña 2018-19 cruzó el 'charco' para vivir su primera aventura europea. En su caso la dificultad fue grande porque desde el principio su rendimiento generaba dudas; 'bailaba' con la sensación de que era el elegido porque no había otro en su posición, algo que, por cierto, también ha sucedido. Pero quizás esta campaña, aunque Luismi Quezada hubiera estado apto, la aportación de Pacha ha dado un salto de calidad para amoldarse al enorme vuelco de jugar en Segunda A para hacerlo en Primera.

Salvo cuando algún problema físicos o una sanción le han obligado a parar, el uruguayo ha sido una máquina casi perfecta que ha ejercido un papel de líder en la banda izquierda ante la inestabilidad que ha tenido por delante al no estar siempre el mismo jugador; todo lo contrario a lo que le ha sucedido a Iza con Salvi.

Espino tiene contrato hasta 2023, tras la ampliación efectuada en octubre del año pasado, y una cláusula de rescisión que se eleva hasta los 25 millones de euros. No obstante, una cantidad muy inferior sería a buen seguro oída por los dirigentes del Cádiz CF.

Jonsson, todo un descubrimiento

Jonsson, por su parte, ha sido el último de los 'elegidos' en unirse al club gaditano porque su llegada se produjo el año pasado. Un danés de 28 años que el conjunto amarillo fichó del Konyaspor turco. A priori, un melón por calar. Pero no es exagerado apuntar que buena parte de la permanencia ha pasado por su papel, su labor en ese doble pivote junto a José Mari, tan importante para el 'estilo Cervera'. Jugador frío pero intenso y con una alta capacidad de acaparar mucho terreno de juego, tácticamente ha sido todo lo que exigía el técnico.

Su rendimiento en el Cádiz CF ha sido tal que hasta le ha abierto las puertas de la selección danesa, con la que ha debutado esta campaña. Jonsson tiene contrato hasta 2022 con la posibilidad de que se amplíe otro año más. Su cláusula de rescisión es de 20 millones de euros.

El Cádiz CF sabe que debe estar preparado para que no le sorprenda algún 'contragolpe de despacho' en el intento por arrebatarle una de las piezas sagradas antes mencionada, si bien en estos tres casos es obligado el paso por 'caja'. Todo ello sin olvidar a jugadores de peso en el equipo como Álex Fernández o Choco Lozano. José Mari también lo es, pero a sus 33 años y siendo los pies y las manos de Cervera en el césped, el roteño está llamado a seguir dando su mejor versión vestido de amarillo.

La temporada acaba y los teléfonos de las direcciones deportivas y de los presidentes ya echan humo. Hay menos dinero que otros años porque el Covid se está cobrando una buena factura, pero sobra ilusión por el nuevo proyecto de los equipos que pueden ver en el Cádiz CF una ocasión para lanzar la caña.