Cádiz CF

La parálisis del fútbol condiciona la planificación la próxima temporada

  • El Cádiz CF trabaja en el plan del curso venidero con la máxima cautela

Facha del estadio Carranza.

Facha del estadio Carranza. / Fito Carreto

La prórroga del estado de alarma en España durante dos semanas más (hasta el próximo 11 de abril) que el Congreso de los Diputados aprobó el miércoles no hace sino confirmar la prolongación del aplazamiento de la competición oficial. El esférico tardará en volver a rodar. El tiempo corre en contra de todos los clubes, incluido el Cádiz CF.

La epidemia del coronavirus golpea con crueldad. Provoca un sinfín de muertes y miles de contagios. El fútbol, que no deja de ser un negocio con el soporte del balón, se paraliza como lo hace buena parte de los sectores económicos en una crisis sin precedentes.

Mientras aún se desconoce cuándo se reiniciará el campeonato (si es que se reanuda), los clubes tratan de amortiguar el golpe como buenamente pueden. El Barcelona, por ejemplo, ya ha puesto sobre la mesa una importante reducción salarial a sus jugadores que de momento es rechazada por la plantilla. No es descartable que otros conjuntos de Primera y Segunda A se inclinen por la aplicación de un ERTE.

El Cádiz CF, como el resto, se ve afectado por la delicada situación y se mantiene a la expectativa, con los empleados en activo con teletrabajo y los fubolistas en modo entrenamiento aunque con sesiones individualizadas. Unos y otros sin salir de casa dadas las circunstancias.

La pandemia no sólo afecta al desarrollo del torneo de la regularidad (ya han pasado dos fines de semana sin partidos y la parálisis puede durar ocho jornadas e incluso más), también a la planificación de la próxima temporada, que suele empezar en los meses anteriores a la finalización de la campaña que está en marcha.

En la entidad cadista trabajan desde hace tiempo en el plan del ejercicio 2020/21 con dos escenarios posibles: el equipo en Primera División y el equipo en Segunda División A. El Cádiz CF ocupa el liderato después de 31 jornadas (seis puntos de margen en zona de ascenso directo) y tiene papeletas para dar el salto, de ahí que haya dos opciones.

El club parte con la base de la plantilla actual que necesitaría más refuerzos, algunos de calado, en el caso de dar el salto a la máxima categoría.

En el supuesto de permanecer en el escalón de plata, los retoques no serían tan urgentes, aunque sí precisos para apuntalar varias líneas, en especial la delantera. Todos los arietes que forman parte de la plantilla están en calidad de cedidos y regresarían a sus equipos de origen en caso de que el Cádiz CF se quede en Segunda A.

El club está condicionado por dos factores. Uno, la sanción de la FIFA de dos ventanas sin fichar que afectaría de lleno al mercado del curso venidero. En el Cádiz CF cuentan con la suspensión cautelar de la sanción mientras el conflicto se resuelve más adelante en el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS). Con esa medida provisional, podría acceder al mercado veraniego sin dificultades.

El segundo obstáculo, aún imprevisible, es cómo afectará la crisis del coronavirus al club en el aspecto económico y cuál será por tanto su presupuesto para poder acometer fichajes.

En las oficinas del estadio Carranza dan por hecho que obtendrán la cautelar de la FIFA para poder hacer incorporaciones en el mercado que precede al arranque del próximo ejercicio liguero. Lo que no tienen tan claro es cuál será su disponibilidad de tesorería después del terremoto económico que está causando la crisis del coronavirus. La cautela es máxima en la preservación de la salud y también en los movimientos que se cuecen en la sombra.

La dirección deportiva, al mando de Óscar Arias, trabaja con discreción pero con la obligada ralentización que impone el contexto actual. El club tenía cerrada alguna operación antes del estallido de la alarma que no corre peligro, pero desde ahora todo cambia hasta que se recupere la normalidad.

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