El Cádiz CF llegó al segundo parón de la Liga en plena curva descendente que no le permite descansar con la tranquilidad que hubiese deseado. La reciente derrota (0-1) frente al Girona en el estadio Nuevo Mirandilla supuso un golpetazo en toda regla en un partido en el que sus opciones quedaron minimizadas muy pronto cuando se quedó con un hombre menos tras la expulsión de Darwin Machís en el minuto 10 por una dura entrada sobre un contrario.

El recorrido del Cádiz CF hasta la fecha señala dos caminos radicalmente opuestos. El primero, comprendido entre la jornada inaugural y la cuarta hasta la interrupción del campeonato a principios de septiembre. El segundo, desde la reanudación hasta la nueva interrupción del torneo.

En esos cuatro capítulos del comienzo de curso, el equipo entrenado por Sergio González se desenvolvió con firmeza y cosechó dos victorias (1-0 sobre el Alavés y 3-1 ante el Villarreal), un empate (1-1 contra el Almería) y una derrota (2-0 en el terreno del Barcelona) que entraba dentro de los parámetros de la lógica.

Pero hubo un antes y después del primer parón liguero. De ganar dos partidos y sumar siete puntos en las cuatro citas del arranque de la campaña 2023-24 pasó a borrar la palabra triunfo del diccionario y avanzar sólo dos puntos en los cinco siguiente partidos, resueltos con tres varapalos (3-0 ante el Athletic de Bilbao, 3-2 en el campo del Atlético de Madrid y el 0-1 contra el Girona) y dos igualadas (0-0 con el Rayo Vallecano y 1-1).

Un frenazo que le ha hecho perder posiciones en la clasificación (reside ahora en la 13ª) y le acerca a la zona de descenso, de la que ahora está a una distancia de tres puntos.

No le sentó nada bien el primer parón de la competición a un Cádiz CF con dos caras bien diferenciadas que llevará cerca de dos meses sin vencer cuando trate de reencontrarse con el éxito en su visita al estadio de Mestalla para enfrentarse al Valencia el próximo lunes 23 de octubre en el choque que cerrará la décima jornada de Liga.