El desencanto tan profundo en la afición del Cádiz CF

Acercarse a cualquier peña del Cádiz CF o hablar con aficionados a pie de calle deja un sentimiento común de desencanto, decepción e incluso profundo enfado. Y es que muchos de ellos coinciden en que es muy difícil hacer las cosas peor que como viene sucediendo en los últimos tiempos en el club. Una entidad que solo exporta desencanto en forma de fracasos con el primer equipo y su cantera. Para muestra, la presente campaña.

El cadismo se mueve en una horquilla que va del malestar al pasotismo, sin que realmente se sepa qué es peor. El proyecto tan fallido de la temporada pasada que acabó con el descenso del primer equipo a Segunda División fue la gota que colmó el vaso del desastre de una planificación que entonces dejó mucho que desear y que una temporada después, en la actual, se ha repetido guión porque, a falta de cuatro jornadas para el final de Liga, el Cádiz CF no tiene cerrada de forma matemática la permanencia para evitar el descenso a la tercera categoría.

Ese cadismo de peñas y el que va por 'libre' no da crédito a todo lo que está aconteciendo y que en la última semana se ha visto agravado con un batacazo histórico a nivel de fútbol base. La friolera de cuatro descensos se han producido en la cantera que afectan a dos equipos seniors y dos juveniles. Otro fracaso que, en este caso es tristemente histórico, porque es el peor balance en el fútbol formativo del Cádiz CF en el último medio siglo.

Esta situación tiene a la masa social en tierra de nadie, sopesando si merece la pena acudir este viernes al estadio -sobre todo aquellos hinchas que tienen que hacer un buen número de kilómetros- para ver como un aspirante a pelear el ascenso vía play-off puede salir airoso del Nuevo Mirandilla como hizo recientemente el Elche.

Las sensaciones en Córdoba y en la mayoría de partidos de las últimas siete jornadas no invitan a pensar en un Cádiz CF que pase por encima del Almería y que cierre, de una vez, el objetivo matemático de la permanencia. Y ese aspecto y todo lo que viene arrastrando esta campaña es lo que se le pone por delante al cadismo para plantearse un "hasta aquí llegó" la temporada. El desencanto y la frustración hace tiempo que ganaron la carrera a esa hinchada ilusionada que con el tiempo deja de tener ese sentimiento, y que guarda un gran malestar hacia los dirigentes pero que no siempre lo demuestra por miedo a represalias, como se vio con la 'operación burofaxes'.

Restan cuatro encuentros, un mes de competición que al cadismo se le está haciendo muy largo por el fracaso absoluto del primer equipo. Ya sucedió en el último encuentro en casa con la manifestación que recorrió parte de la avenida hasta llegar a los bajos de la grada de Tribuna. Cientos de seguidores cadistas cargaron contra la gestión de los dos principales responsables del caos deportivo de esta temporada, Manuel Vizcaíno y Rafael Contreras. Y es posible que antes de que la competición eche el telón se repitan concentraciones pidiendo la marcha de los dos dirigentes.

El desencanto es notorio en esos cadistas cansados de engaños y proyectos que no están a la altura del esfuerzo que todos ellos hacen para renovar el compromiso en forma de carnet de abonado. Y ese desencanto puede ser una evidencia cuando llegue el momento de volver a esa renovación, ya que las sospechas hacen pensar en un proyecto marcado por una menor inversión, con lo que ello supondría en la planificación y el potencial de la plantilla.