La paciencia es una virtud que bien cultivada puede dar sus frutos. José Miguel Caballero ha tenido que esperar once jornadas para estrenarse esta temporada en Liga con el Cádiz. Mejor no le pudieron salir las cosas. Saltó al campo en el minuto 68 del partido contra el Écija, cuando el equipo ganaba por un peligroso 2-1, y fue el revulsivo en la recta final del encuentro, con gol incluido para redondear la faena.

"Quería demostrar tanto que entré revolucionado, a tres mil por hora", confesaba ayer el centrocampista en su jornada de descanso. En sus primeros cinco minutos cometió tres faltas y vio una cartulina amarilla, como queriendo recuperar el tiempo perdido. "Después ya me relajé un poco y metí un gol, que siempre es importante y da mucha alegría".

Una de las múltiples cualidades del canterano es su incorporación a la ataque en segunda línea. "En la media punta hay que tener llegada, el entrenador quiere que lleguemos arriba y somos un equipo que genera muchas ocasiones", explicaba el chiclanero, que debutó oficialmente con el primer equipo en el torneo liguero en un choque contra el Guadalajara en la última temporada en Segunda División B con Javi Gracia en el banquillo.

José Miguel Caballero se sintió bien durante los más de veinte minutos que jugó contra el Écija pese a no tener ritmo de partidos. "Las sensaciones fueron buenas, siempre me encuentro cómodo cuando estoy jugando sobre el césped".

El jugador sintió el calor de sus compañeros una vez finalizado el partido. "Me felicitaron, me dijeron que estaban contentos por mí y me aconsejaron que continúe así".

El medio no había entrado hasta ahora en los planes del técnico. "Siempre me entreno bien para intentar que cuente conmigo, y cuando no entraba en la lista por un lado estaba cabizbajo, pero por otro tenía claro que tenía que ser más fuerte".

Una vez que entró en una convocatoria y sacó petróleo de sus minutos sobre el césped, su objetivo inmediato ahora es "entrenar más fuerte todavía y tratar de mantenerme entre los elegidos cada fin de semana. Estoy con muchas ganas". Una tarea que sabe que no resulta nada fácil "porque el nivel de la plantilla es muy bueno y cuesta entrar".

El chiclanero valoraba la victoria contra el Écija porque el equipo "pasaba por un bache de resultados. Nosotros mantenemos nuestra línea de juego, unas veces salen las cosas y otras no".

Caballero fue testigo de la escasa afluencia de público al Carranza el pasado domingo. "Tenemos que ganarnos a la gente partido a partido para que las gradas cojan chispa. El otro día se notó que faltaba mucho público, y eso no es bueno para nadie". Lo que sí es bueno es que la cantera vea ahora una puerta abierta. "Dieguito también ha jugado; es positivo que la cantera cuente en el club, llevamos tiempo sin tener ese aliciente y para que ahora sí lo tenemos".