Cádiz CF

"Se van a cargar el club"

  • Cordero pide a Vizcaíno y a Pina que pongan fin "a una guerra infernal" y critica con dureza al presidente, al que acusa de "darme una puñalada por la espalda" por un cese "injusto y sucio"

Juan Carlos Cordero, tras su despedida.

Juan Carlos Cordero, tras su despedida. / Julio González

Juan Carlos Cordero se quiso despedir del Cádiz "sin hacer ruido", aunque no pudo evitar dejar algún recado al presidente, Manuel Vizcaíno -el que ha tomado la decisión de su destitución-, y también a Quique Pina, consejero del club aunque sin funciones y en la práctica apartado por el sevillano. El que se llevó más estopa fue el autor del despido, objeto de duras críticas por parte de Cordero.

Son días duros para la persona a la que han despedido pese a su buen desempeño como director deportivo, reconocido por todos, incluso hasta por el propio presidente. "Me gustaría que mi ruido fuese por mi trabajo durante este tiempo, por mi profesionalidad y mi quehacer con el Cádiz", expuso el ya ex director deportivo para iniciar la comparecencia que realizó ayer en la sala de prensa del estadio Ramón de Carranza antes de partir hacia Murcia, su ciudad de residencia a partir de ahora.

Cordero, visiblemente emocionado, defendió la independencia de su trabajo. "No me he doblegado ante el ego de los dueños". Así de claro se pronunció en referencia a los dos hombres que prolongan un enfrentamiento sin tregua por el poder en el Cádiz: Vizcaíno y Pina. "He sido fiel a mi plantilla, a mi entrenador y a la afición", dijo emocionado, con lágrimas a punto de salir de sus ojos. Cordero aún mastica su marcha obligada, a la que no encuentra explicación.

"Cuando llegué aquí dije que nunca imaginaría que iba a ser director deportivo del Cádiz. He vivido la grandeza de este club. Las 17.000 almas que siempre animan... Me echan a mi familia y a mí. Estoy triste y dolido porque es injusto, desproporcionado. Es un despido sucio", afirmó categórico antes de añadir que el presidente "me despidió en tres minutos. Intentó quedar bien conmigo pero yo no soy así".

Cordero puso sobre la mesa su labor en el Cádiz. "Trabajé con honestidad y libertad y así me voy. He dado estabilidad al equipo y a la cantera, dejo al Cádiz consolidado el Segunda División A. Dejo renovado a Manu Vallejo por cuatro años, con una cláusula de 8 millones de euros y en el primer equipo", señaló mientras se adentró en la labor que ha desarrollado desde el verano de 2016, cuando se incorporó a la entidad cadista. "He fichado a coste cero a la mayoría de jugadores y he generado plusvalías históricas en el club".

Los ingresos económicos obtenidos por el Cádiz por traspasos en los dos últimos años han sido fundamentales, en su opinión, para el funcionamiento del club. "La dirección deportiva ha salvado al club de problemas económicos dos veranos seguidos: primero con la venta de Aridane; después con las de Lucas Bijker y Álvaro García", explicó Cordero. "Las gestiones para que en su día llegaran a coste cero las hice yo", destacó.

"Ha habido errores por los que pido perdón, pero la balanza es positiva", añadió el ex director deportivo, que apuntó que deja más 1,5 millones de euros libres en el control financiero para que se puedan gastar en la plantilla. "Ojalá hubiese tenido yo algo para gastar cuando llegue hace dos años".

El ex responsable de la parcela deportiva aseguró además que "dejo un club impecable en el aspecto deportivo. Más del 80 por ciento de los jugadores son propiedad del club y Dani Romera y Brian no salen porque fueron inversiones que no estaba dispuesto a perder".

Cordero se acordó de las personas con las que ha trabajado a diario y de las situaciones complicadas del pasado reciente. "Doy las gracias al cuerpo técnico y a los jugadores por la entereza que tuvieron este verano. Cualquier vestuario hubiese estallado. Hubo momentos insostenibles".

Demostró sin rodeos que está dolido por su destitución y con quien ha adoptado la decisión: "Dice el presidente que soy víctima de una guerra, que soy un buen director deportivo y un buen tío y que me echa por circunstancias. Que se lo explique a mis hijos, que ayer se despidieron llorando en el colegio. Que lo explique". Cargó aún más contra Vizcaíno, a quien no dejó en muy buen lugar: "El mismo que felicita a mi mujer por su santo, a mis padres, el mismo manda una corona del Cádiz cuando fallece mi suegra, es el mismo que luego me apuñala por la espalda".

El despido "lo afronto con entereza. Acepto este juego. El fútbol es así y hay que seguir", indicó un gesto del que conoce cómo se mueve el complicado mundo del balompié.

Cordero ha vivido de cerca la batalla entre Vizcaíno y Pina y ayer repitió el mensaje más de una vez para ver si sirve de algo: "Pido que haya paz institucional entre los dueños de este club", afirmó de forma clara en alusión directa a los dos protagonistas del conflicto. "Es una guerra infernal que no ha afectado al vestuario, que se ha mantenido con entereza". Eso sí, no pasó por alto que "Vizcaíno y Pina siempre han respetado al vestuario". Les volvió a reclamar que "busquen la paz institucional en el Cádiz, que se lo van a cargar. Los problemas de ellos no son los míos".

Cordero se mostró agradecido con la hinchada y con los que les han apoyado. "Gracias a la afición por supuesto y mucha gente que me ha enviado múltiples mensajes de ánimo". Agregó además que "siempre he tratado de corregir errores que haya podido cometer".

El hasta hace unos días director deportivo del Cádiz fue despedido por motivos disciplinarios. Le quedaban tres años de contrato con el club. Piensa recurrir el despido, aunque ayer no quiso entrar en esas cuestiones "que llevan los abogados".

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