Trofeo Carranza

El Trofeo femenino nació en La Caleta

  • Una conversación entre tres amigos llevó a Francisco Aguilar a movilizarse para proponer al Ayuntamiento un giro en un torneo que agoniza

Las dos copas del Trofeo Carranza expuestas en el escaparate de un comercio gaditano.

Las dos copas del Trofeo Carranza expuestas en el escaparate de un comercio gaditano. / Lourdes de Vicente

Verano de 2018. Tres amigos combaten los rigores de la canícula con un agradable paseo por La Caleta y uno de los temas que bullen en la relajada conversación es el Trofeo Carranza que se va a disputar ese año, consistente en un triangular y dos partidos: Cádiz-Las Palmas y el vencedor contra el Betis en la final. Salen a relucir las pegas. No les convence.

No les gusta el formato reducido, con más equipos de Segunda que de Primera, que no hace sino confirmar la muerte lenta de un torneo que va a menos cuando ya ha superado las sesenta ediciones.

En el fluido intercambio de opiniones, envueltos en el paisaje idílico que dibujan los dos castillos, la playa, las barquillas y el cielo de Cádiz, se habla, y mucho, de lo que en su día fue el Trofeo, cuando sobre el tapete del Carranza comparecían los mejores equipos y futbolistas del planeta, y de lo que es en la actualidad, inmerso en una permanente caída libre de difícil solución. La nostalgia se entremezcla con el incontenible deseo de cambio para evitar que el Trofeo de los Trofeos se desangre del todo.

“Vaya tela el Trofeo de este año”, comentan el profesor, el agente de la Guardia Civil y el enfermero. Este último es Francisco Aguilar, gaditano y abonado del Cádiz número 2.584 que desde hace cuatro décadas tiene su residencia en Algeciras aunque procura no perderse los partidos del Cádiz en casa. Un un fiel cadista que se conoce de memoria la autovia A-381 y que cuando puede lleva a sus dos nietos a ver al conjunto amarillo.

Francisco la da vueltas al asunto y expone a sus amigos que, dado el hundimiento casi irreversible del Trofeo, es el momento adecuado para dar un giro que vaya de la mano con los nuevos tiempos. El impulso pasa por apostar por el emergente fútbol femenino. ¿Por qué no un Trofeo con los mejores equipos formados por mujeres? “Los equipos femeninos están despuntando dede hace tiempo y es una oportunidad de oro”, explica el protagonista de la historia. “Los dos saldrían ganando, el Trofeo y el fútbol femenino”.

La Caleta, fuente de inspiración de los poetas, lo es también del movimiento que brota en favor de un Trofeo femenino. La idea va a más. No hay quien detenga la ola. Francisco la hace circular a través de sus círculos de amistades y corre como la pólvora por los grupos de whatsapp. Y cuando empieza la temporada, extiende la iniciativa a sus compañeros de Tribuna en el estadio. El boca a boca también funciona.

La buena acogida lleva a Francisco a dar un siguiente paso. Se siente respaldado y traslada la propuesta al Ayuntamiento de Cádiz, organizador del Trofeo junto al Cádiz. En noviembre de 2018 envía en distintos días una carta a dos correos electrónicos, uno dirigido a atención el ciudadano del Ayuntamento y otro al registro municipal. Despliega un abanico de argumentos para fortalecer su petición. Lo hace con toda la ilusión después de recibir múltiples apoyos, pero la única respuesta que recibe es el silencio del Consistorio.

Pasa el tiempo, la vida sigue, hasta que este periódico informa hace unos días de que el Trofeo Carranza se convierte en 2019 en un torneo cien por cien femenino. “Muchos amigos me dicen con guasa que lo has conseguido”, relata Francisco, quien reconoce que se llevó una enorme alegría por ese cambio de rumbo al que él ha contribuido con su insistencia.

Le sorprendió, sin embargo, que el concejal David Navarro se atribuyera en exclusiva la paternidad de la idea junto con el presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno. "No quiero entrar en polémicas ni mucho menos, no pretendo apropiarme de la idea porque no se trata de eso, no soy el dueño de nada, pero cuando un edil afirma que ya lo propuso hace un año es justo decir que también había más gente que había pensado en esa opción. Nada más que eso”.

Francisco considera que “esto es una corriente que no puede asignarse a una sola persona, es algo que ya estaba en la calle y no estaría mal que se admitiese que sale del ingenio de la gente de Cádiz. No pertenece a nadie”.

El abonado cadista se pregunta que si el Ayuntamiento tenía en mente hacer un Trofeo femenino, “¿por qué si recibe la carta no contesta que ya está en ello?”.

Francisco se contragula de que el Trofeo sea entre equipos integrados por mujeres. Eso es lo importante para él. “Ojalá se puedan ver en nuestro estadio partidazos femeninos y la gente disfrute con el fútbol. El Trofeo lo necesita”.

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