El mercado de invierno de la temporada 2020/21 provocará movimientos en el Cádiz CF. Esa es la idea del club, que no pretende hacer una revolución pero sí algunas incorporaciones (en principio tres o cuatro) para apuntalar la plantilla de cara a la segunda parte del campeonato, que será determinante en la pelea por el objetivo de la permanencia.

La llegada de refuerzos está directamente ligada a la marcha de jugadores que no tienen protagonismo. El Cádiz CF está obligado a liberar fichas para hacer hueco y además tener mayor disponibilidad económica.

Uno de los futbolistas que tiene serias opciones de cambiar de aires en enero es Jorge Pombo. El atacante desempeñó un papel relevante en el comienzo de curso, cuando debutó en Primera División. Fue titular en las jornadas iniciales (en los partidos contra el Osasuna, Huesca, Sevilla y Granada), incluido un gol (en El Alcoraz), aunque pasó a ejercer un rol secundario y casi desaparecer del equipo.

Tras aquel arranque frenético, Pombo participó sólo en durante la segunda parte de tres encuentros (ante el Atlético de Madrid, Elche y Celta de Vigo), además de formar parte del once en el duelo contra el Ribadumia de la Copa del Rey. Acumula algo más de 400 minutos en el torneo de la regularidad.

La notable aportación de Pombo en el esprint de salida de la Liga le hace ser un jugador cotizado en el mercado de Segunda División A, sobre todo entre las escuadras que pugnan por el ascenso. La más interesada es el Mallorca, recién descendido que ocupa la segunda plaza.

El conjunto balear se ha fijado en Pombo por su capacidad de desborde. Lo ve como como un futbolista capaz de romper defensas cerradas y se lo quiere llevar hasta final de la presente temporada.

En el Cádiz CF ya conocen el interés del Mallorca y ya sólo falta encajar las piezas para que la operación sea posible. El primer paso es el sí del zaragozano, que de esa manera buscaría los minutos que no tiene en el equipo amarillo a la sombra de Alberto Perea y Jairo.

Sí Pombo acepta dar dar un giro en el ecuador de la campaña, el siguiente paso es que los dos clubes se pongan de acuerdo. El atacante llegó al conjunto gaditano en enero de 2020 cedido por el Real Zaragoza con opción de compra obligatoria en caso de ascenso.

Tras dar el salto a Primera, el club del estadio Carranza pagó 1,2 millones de euros por el fichaje del aragonés, que firmó hasta el 30 de junio de 2023. La lógica apunta a una nueva cesión de Pombo, en esta ocasión al Mallorca, y una de las claves de la operación es si el club balear está obligado a la adquisición del futbolista en el caso de subir a la Liga de las estrellas.