El Cádiz CF culminó la segunda semana de entrenamiento desde el retorno a la actividad en la Ciudad Deportiva de El Rosal (Puerto Real) justo el día que conoció que la Liga volverá a partir del 8 de junio, según anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

La plantilla cadista cumplió el guión previsto con un aumento de la intensidad en la segunda semana de trabajo, que desarrolló en tres grupos de futbolistas después de una primera que consistió en trabajo individualizado.

El jugador que se ha quedado más atrás en la preparación es Jon Ander Garrido. El centrocampista no pudo comenzar los entrenamientos con el resto del grupo el pasado de 9 mayo a causa de un edema óseo en una rodilla que arrastraba de antes del parón del campeonato por la crisis del coronavirus.

El vasco ha apretado el acelerador para recuperarse lo antes posible y el sábado, en la última sesión de la semana (el equipo descansa el domingo) trabajó en solitario en una zona apartada del campo principal de El Rosal e incluso golpeó el balón, una señal diáfana de su mejoría.

Si nada su tuerce, el medio empezará a ejercitarse el lunes según el plan previsto. No lo hará todavía al mismo ritmo que sus compañeros, pero ya podrá comenzar a realizar una labor física con más profundidad con el objetivo de coger el tono lo antes posible e integrarse en la dinámica normal.

📺 Fuerza y finalizaciones a gol para acabar la semana de entrenamientos ⚽️ pic.twitter.com/jo1VSp08GJ

— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) May 23, 2020

Fali, que se había perdido las sesiones individuales, se ejercitó con normalidad durante esta semana con sesiones en solitario y tiene papeletas para unirse el lunes a los entrenamientos por grupos, que en principio se mantendrán hasta el domingo 31 de mayo.

En la última sesión de la semana, de nuevo con la plantilla dividida en tres grupos, el trabajo de fuerza y la finalización de cara a portería fueron las dos tarea que predominaron en una mañana de intenso calor.