Hace una semana, los resultados de las pruebas realizadas a Fali Giménez por la lesión sufrida en su pie derecho durante el transcurso del partido de Copa del Rey disputado en Logroño, que supuso la eliminación del Cádiz en la segunda ronda del torneo del k.o., determinaron que el valenciano tendría que permanecer aproximadamente un mes fuera de los terrenos de juego.

Justo después de conocer el alcance del problema físico, el central empezó a trabajar en solitario en el gimnasio y aseguró a los servicios médicos del club que de ningún modo iba a estar tanto tiempo de baja. De hecho, se atrevió a aventurar que este martes volvería a pisar el césped para ejercitarse con el grupo.

Sin duda, la concadenación de malos resultados, con el recuerdo reciente de la derrota en la Tacita ante el Numancia en el último encuentro de la primera vuelta y del pasado año, el empate en tierras leonesas ante la Ponferradina en la apertura de 2020 y las tablas, con revés en los penaltis, en la cita copera de Las Gaunas, llevó al defensa a autoexigirse el máximo para aportar cuanto antes su grano de arena.

Ahora, cuando a aquellos marcadores le han seguido otros dos nada favorables, como la igualada con el Mirandés en casa y la derrota encajada el domingo en Riazor ante el Deportivo, la ansiedad aún es mayor por volver pronto y contribuir de forma activa para una reacción necesaria. Por ello, Fali ya toca balón pensando en entrar en una lista de convocados lo antes posible, mejor si es este viernes que en el siguiente fin de semana.

La sanción por acumulación de cinco amonestaciones que le impedía participar en el choque contra el titular de Miranda de Ebro ha propiciado que de momento por lesión sólo se haya perdido en realidad un partido, el de La Coruña. Y a lo que se ve no está dispuesto a que sean muchos más. Digan lo que digan los médicos.

La ciencia manda. Las radiografías, ecografías y resonancias magnéticas están ahí, para algo, pero hay futbolistas especiales. “Los gitanos estamos hechos de otra pasta”. Palabra de Fali Giménez. Amén.