El análisis

Un Cádiz CF muy necesitado no 'muerde' al Osasuna

El atacante cadista Roger trata de ganar el balón ante la cercana presencia de un jugador del Osasuna.

El atacante cadista Roger trata de ganar el balón ante la cercana presencia de un jugador del Osasuna. / EFE

Dentro de las posibilidades entraba que el Osasuna pudiera derrotar al Cádiz CF. Pero dentro de esas posibilidades existían unas variantes que debieron verse en la noche del martes en el Nuevo Mirandilla y que, finalmente, no se vieron. No cabe duda que un Osasuna que lleva todo el curso más cerca de la gloria que del infierno y que ha sido capaz de meterse en la final de la Copa del Rey, no es cualquier cosa. Pero es verdad que ante un enemigo con esa carta de presentación, que se juega poco o casi nada en liga y que tiene en mente poder levantar el trofeo de campeón de España, al Cádiz CF no le pueden ganar en intensidad y ritmo vencedor dentro del encuentro.

Hay que diferenciar entre la entrega -que nadie la discute- y correr bien. El Cádiz CF puso lo que pudo y como pudo, aunque realmente en muchos momentos fue un pollo sin cabeza que no se organizaba en sus ataques y, lo que es peor, era incapaz de acertar en ese último pase o remate que deciden los partidos. Posiblemente Aitor Fernández tuvo más trabajo que Conan Ledesma, si bien al final fue el portero cadista el que tuvo que sacar el balón del fondo de la portería.

Cuando en un encuentro un equipo, el Cádiz CF, se juega tanto, y otro, el Osasuna, viene con la mente en otra parte y a cumplir las jornadas que restan desde el ecuador de la tabla clasificatoria, esos datos deben quedar plasmados en el césped; es decir, el equipo que necesita más que nadie los puntos deben imprimir un ritmo ganador que acabe por pasar por encima del contrario. Es cuestión de hacer las cosas bien y hacerlas con fe, creer en lo que se hace y mostrar desde el principio que la necesidad de uno pesa como un bloque de hormigón sobre el otro contrincante.

El lugar a abrir el debate sobre alineaciones y dibujos en el césped está de más cuando Sergio González echó mano de los hombres que mejor resultado le están dando dentro de esa escalada de dolencias físicas. Para colmo, en el choque contra los navarros se fueron cayendo jugadores que vienen a agravar la situación y que sí puede abrir otro debate en cuanto a qué está pasando con las lesiones por aquello de no justificar todo con la mala suerte.

El Cádiz CF llegó en infinidad de ocasiones a la zona de tres cuartos y pudo ser el encuentro en el que más veces utilizó el recurso del centro desde las bandas. Sin embargo, el error en la definición vino de la mano con la reaparición de la falta de calidad en el remate. ¡Ojo! las intervenciones del portero del Osasuna fueron contadas porque esos remates, en un altísimo porcentaje, no fueron entre palos. La calidad de otras veces, cuando se logró ese colchón de puntos que ahora se ha dinamitado, pasó en esta ocasión de largo por el Nuevo Mirandilla.

Lo sucedido eleva, de forma inevitable, el caudal de dudas sobre las posibilidades reales del Cádiz CF ante el Valencia y de conseguir el objetivo de la permanencia. Llegará el domingo un enemigo, el Valencia, que no es el Osasuna finalista de Copa del Rey, pero que comparte con los amarillos un lugar en el 'corredor de la muerte' en busca de una puerta por la que escapar. No hay lugar a más dudas e intensidad limitada cuando el descenso es de nuevo una amenaza muy cercana por culpa de una victoria en las últimas ocho jornadas.

El Cádiz CF debe creer de verdad en lo que hace porque una actitud completa en ese sentido cubre las lagunas futbolísticas que puedan existir. Nadie discute la actitud de querer ganar, si bien otra cuestión es si esa actitud resulta suficiente para que se convierta en determinación para conseguir la victoria. La cita con el Valencia es clave para escalar posiciones y conceptos, así como para disipar viejas dudas que parecían enterradas y que contra el Osasuna volvieron, tristemente, a florecer.

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