Lo sucedido en el Benito Villamarín abre una puerta muy peligrosa en el próximo rival del Cádiz CF. Un Alavés que se ha colocado penúltimo clasificado y con malas sensaciones por lo que viene sucediendo y lo que pasó anoche en el campo del Real Betis, donde perdió 3-2 en los últimos compases después de ir ganando 0-2. Abelardo fue la apuesta del club hace ocho partidos, pero después de ese periodo de dos meses de competición y comprobar la situación del conjunto vasco, para el asturiano el choque contra los amarillos se presenta como una final en lo personal.

El dueño del Alavés, Josean Querejeta, es una persona que muestra una fe importante en la capacidad de Abelardo para sacar adelante la compleja situación del próximo adversario del Cádiz CF, pero es una realidad que esta segunda etapa del entrenador en el banquillo de Mendizorroza no tiene nada que ver con la anterior.

El pasado 12 de enero Pablo Machín y el Deportivo Alavés separaron sus caminos. Lo anunciaba el club en un comunicado: "la entidad gasteiztarra y el entrenador soriano finalizan la vinculación que les unía desde el pasado mes de agosto. Desde el Deportivo Alavés queremos agradecer a Pablo Machín y Jordi Balcells (preparador físico) el trabajo y la dedicación prestada al club". Así finalizaba la etapa del soriano en Vitoria, que llegaba antes de comenzar la temporada para tomar las riendas de un club que el año pasado consiguió la salvación en la última jornada. Sergio Fernández, director deportivo de la entidad albiazul, dijo en su presentación que fichar a Machín era un "anhelado objetivo para consolidar al equipo en primera". Pero hace dos meses, Machín se quedó definitivamente fuera del proyecto del Alavés, un conjunto por el que han pasado siete entrenadores en cuatro temporadas y media.

El cese llegó con el equipo en una baja dinámica, con solo cinco puntos cosechados de los últimos 21, y tras unas cuantas jornadas en las que el juego y el rendimiento habían dejado bastante que desear. En la clasificación general, el Alavés era 14ª, a dos puntos de los puestos de descenso.

Con Abelardo está costando tomar el pulso a la campaña y no hay manera de alejarse del peligro hasta el punto de que el equipo está en una de las tres plazas que conducen a Segunda División A. Una derrota contra el Cádiz CF, el sábado en Mendizorroza, podría colocarle en el disparadero. El fútbol no tiene memoria y las grandes sensaciones que dejó Abelardo en su primera etapa como entrenador en Vitoria empiezan a quedar lejos. Además, su paso por el Espanyol tampoco ayuda a ser ahora optimistas (tres triunfos en 13 jornadas).

El rival del Cádiz CF tiene con el técnico asturiano unas cifras poco alentadoras, ya que lleva ocho partidos: una victoria, un empate y seis derrotas; es decir, cuatro puntos de 24 posibles con seis goles a favor y 19 en contra. Todo ello con el pésimo sabor de boca que dejó la eliminación copera recibiendo cinco goles contra un equipo de Segunda A, el Almería.

Otra cuestión que pone en entredicho la labor de Abelardo, apunta a la toma de decisiones en el encuentro de anoche contra el Betis. La prensa vitoriana carga contra al técnico por la alineación y algunos cambios. Todo ello forma parte de un escenario, un río revuelto, en el que el Cádiz CF tiene que sacar tajada para ser más equipo de Primera a costa de un rival directo al que puede dejar muy tocado.