Iván Alejo, Nano Mesa, Yann Bodiger, Pombo, Malbasic, Álvaro Giménez..., ellos están en muchas quinielas para poder salir del Cádiz CF en la segunda ventana de incorporaciones, pero la realidad es que la semana avanza hacia su final y, por ende, al cierre del mercado -previsto para la noche del próximo lunes- se echa encima.

Alejo tenía todo muy encauzado para marcharse al Dinamo de Zagreb, con el que se apuntaba que tenía pactado un acuerdo, pero en víspera del Día de Reyes la operación se fue al traste. Poco o casi nada se ha sabido desde entonces con lo que sucederá con su futuro.

Bodiger colocaba un pie en La Romareda, después de que el Real Zaragoza apuntara abiertamente al interés por un centrocampista de las características del francés. Pues bien, con la maleta casi hecha y a punto de adquirir los 'billetes', el cadista se echó a atrás de un día para otro y el club maño pasó página en busca de un sustituto. Lo ha encontrado en Juan Manuel Sanabria, cedido por el Atlético de Madrid.

De estos tres futbolistas 'señalados', Nano Mesa es el que ha contado con menos participación en el campo esta temporada. Ha tenido llamadas de clubes extranjeros y ahora parece que el Tenerife es la puerta a la que se aferran todos, el Cádiz CF el primero. No es fácil en su caso 'colocarlo' porque la primera mitad de campaña lo ha dejado en un lugar complejo como jugador. Cervera no le ha dado el más mínimo atisbo de esperanza de que pudiera tener algún protagonismo en el proyecto amarillo de Primera División.

Malbasic, Pombo y Álvaro Giménez también están en la cuerda floja y la esperanza es que el Mallorca vaya de verdad por Álvaro o que alguno de los otros encuentre acomodo al menos hasta el próximo 30 de junio.

El panorama con aquellos futbolistas que deben salir antes de las doce de la noche del lunes trae por la calle de la amargura a los nuevos responsables de la parcela deportiva del Cádiz CF, Enrique Ortiz y Jorge Cordero, pues todas las gestiones en cuanto a posibles entradas se mantienen paradas con el evidente peligro de que apunten a otras opciones por no querer esperar la del Carranza.

La situación ha sufrido tal frenazo para estos futbolistas que, al final, ha sido Bobby Adekanye el primero en salir una vez que el club gaditano y la Lazio dieran por acabado el acuerdo de cesión del atacante. Bobby no tuvo la participación esperada en una campaña en la que buscaba minutos, y optó por romper de buenas maneras pero sin perder tiempo él ni hacerlo perder a los dirigentes cadistas.

Y es que el hecho de que los jugadores se vean en un equipo de Primera División y con un salario superior al que pueden recibir en la mayoría de conjuntos de Segunda A e incluso en algunos casos de propuestas del extranjero, se presenta como un problema por aquello de la 'comodidad' a pesar de que su papel en el plantel sea totalmente secundario.