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Policía Local, comercio y patrimonio histórico

Tres retos para tres concejales de estreno en Cádiz

  • Los ediles que asumen nuevas competencias se encuentran con varios problemas sin resolver que, todo, son importantes para la ciudad

El cierre de Zara ha agravado la crisis del comercio debido a la pandemia.

El cierre de Zara ha agravado la crisis del comercio debido a la pandemia. / Lourdes de Vicente

Demetrio Quirós, Montemayor Mures y Paco Cano tienen ya sobre sus espaldas nuevas competencias en su labor como miembros del equipo de gobierno de la ciudad.

Lejos de relajarles en sus trabajos, si cumplen con ellos como debe ser norma en todo político que se tome en serio su función, el alcalde José María González les ha planteado retos complicados con los que, si saben ejecutarlos bien, ganará la ciudad. Y si no, se unirán a la lista de asuntos pendientes que sigue sin resolverse por parte de este gobierno.

Son tres retos, uno por cabeza, y ninguno de ello sobresale por importancia sobre el resto. Temas diferentes, sí, pero que se pueden considerar esenciales para el mejor desarrollo de la ciudad. Dos tienen, ciertamente, un mayor calado ciudadano, mientras que el tercero sigue siendo erróneamente un departamento despreciado por el Ayuntamiento a pesar de su potencial como modelo de ciudad e ingnorado también por una parte importante de la ciudadanía.

Hablamos de la situación de la Policía Local, del comercio tradicional y del mantenimiento y la recuperación del patrimonio histórico.

La Policía Local

La Policía Local está en el ojo del huracán desde hace meses. Siempre ha sido un departamento municipal que, por su relevancia dentro del día a día de la ciudad, ha tenido conflictos duros con los distintos ayuntamientos desde 1979, especialmente en una etapa de Carlos Díaz y en los últimos meses con José María González.

La falta puntual de medios y cuestiones salariales han provocado una ruptura casi total con el actual gobierno en un momento especialmente sensible, como ha sido un verano marcado por la pandemia y el control de las medidas de seguridad sanitarias entre la población.

La ausencia de agentes en la calle ha sido evidente, así como el reducido índice de sanciones impuestas a quienes han incumplido las medidas antic Covid, tanto por concentraciones juveniles como por no llevar las mascarillas sanitarias.

Junto a ello, esta falta de agentes en la vía pública ha restado efectividad a nuevas normativas municipales, como el uso del viario por parte de bicicletas y patinetes, que en algunos casos siguen atravesando la acera peatonal con total impunidad. Y no digamos el incumplimiento por parte de los propietarios de los perros del uso de los parques, donde los canes corren libremente algo que está prohibido en estos espacios.

A todo ello se le une, como denunciaron los propios agentes, la falta de medios humanos para proteger a mujeres víctimas de la violencia de género.

"Desde que llegaron al gobierno se les viene pidiendo por activa y por pasiva la negociación de un nuevo marco regulador, una nueva RPT de toda la plantilla municipal, una valoración de todos los puestos de trabajo y le hemos dado un años de confianza, dos años, tres años. Y se les avisó con antelación de que iba a pasar lo que ahora mismo está pasand", advertía hace unas semanas un dirigente sindical de la Policía Loca, que durante el estado de alarma decidieron congelar sus reclamaciones.

Comercio tradicional

El comercio tradicional juega un papel esencial de nuestra economía. Tras años de crisis, volvía a levantar cabeza y volvía a situar a Cádiz como la capital comercial de la provincia.

El estado de alarma y la persistencia de la pandemia no solo no ha parado en seco esta recuperación sino que ha vuelto a situar al sector en estado de crisis, incluso peor que la sufrida hace una década.

Aunque las asociaciones de comerciantes siempre destacaron el buen talante dialogante del anterior edil David Navarro, lo cierto es que los empresarios esperan mucho más de la gestión del Ayuntamiento.

El último capítulo ha sido la proliferación de manteros en una calle tan comercial como es Compañía. Es cierto que es una cuestión pendiente desde hace años, incluso desde la etapa del PP, pero encrespa a los pequeños comerciantes de la capital que pagan sus impuestos e intentan crear empleo.

Pero más relevancia ha tenido en los últimos meses el cierre de marcas nacionales de referencia en las calles más céntricas, especialmente la hasta hace no mucho intocable Columela.

La salida de Zara cerrando su dos centros de venta en Cádiz, ambos con gran éxito de público durante todo el año, y su marcha a Bahía Sur ha supuesto un duro golpe al comercio gaditano. Aquí, se afirma desde el sector, se ha dejado notar una acción más decidida del gobierno municipal a la hora de intentar un cambio de opinión por parte de Inditex. En su momento, en el gobierno se limitaron a decir que habían contactado “con personas cercanas” a la dirección de la cadena. No con la propia dirección.

Hace falta, y de forma urgente, un plan potente para volver a dinamizar el comercio tradicional, extendiéndolo también a las zonas de venta de Puerta de Tierra. Y nada de eso se ha visto desde el inicio de la desescalada.

La promoción exterior es esencial, como es la mejora de la limpieza, el alumbrado, la señalítica (y en su momento la promoción de actividades de ocio, tan complicadas hoy por motivos sanitarios), o el cuidado de los escaparates de los locales cerrados, teniendo en cuenta que en estos casos el Ayuntamiento no tiene capacidad legal para presionar a sus propietarios, ni puede rebajar lo elevados alquileres que se mantienen aún en muchas calles.

En apenas tres meses están las inciertas fiestas de Navidad y Reyes. Estamos a tiempo de potenciar al máximo la imagen comercial de la ciudad e, incluso, de sacar adelante de forma extraordinario unos exornos callejeras potentes.

Patrimonio Histórico

El tercer reto es el mantenimiento y recuperación del Patrimonio Histórico. Los pequeños pasos dados en el anterior mandato, curiosamente también con David Navarro al frente, no solo no se han mantenido en este sino que se ha dejado este departamento sin medios humanos y económicos.

Es evidente el desinterés que hay en el equipo de gobierno de Kichi por la historia de la ciudad. Un desinterés que trasluce un desconocimiento del potencial económico que tiene para una ciudad el contar con un patrimonio de tanto valor como el de Cádiz.

Sus fortificaciones en buen estado y con un uso relacionado con las mismas (y no con naves cedidas al mundo del Carnaval o a la concejalía de Juventud, por ejemplo), el cuidado de sus monumentos, las placas conmemorativos, el uso cultural y turístico de referentes de nuestra historia, como la Constitución de 1812 o el comercio con América, una potenciación de la maqueta de la ciudad (otro lujo al que no se le saca partido), serían tesoros en manos de otras ciudades.

Sin embargo, poner en duda realidades como la ocupación de espacios históricos por parte de sin techo, no solo no preocupa al Ayuntamiento (tanto por la obligación de buscar un lugar decente a este colectivo donde pueda vivir, como por la imagen que ofrece nuestro patrimonio) sino que es jaleado por los grupos e individualidades que tienden a venerar la gestión municipal sin el más sentido autocrítico y con una alarmante falta de cultura histórica.

Esta delegación la asume el edil, Paco Cano, que ideo, antes de entrar en la política activa, en Plan C, un proyecto de ciudad bien trabajado y con buenas alternativas. Con la nueva responsabilidad tal vez tenga la oportunidad de sacar adelante todo lo referido al Patrimonio Histórico, siempre teniendo claro que aquí tanto la Junta como el Estado tienen un papel relevante.

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