La presencia de Gallardón da mayor empaque al acto de ofrenda a La Pepa

La presencia del alcalde de Madrid y presidente de la Unión de Ciudades Capitales de Iberoamérica (UCCI), Alberto Ruiz Gallardón, concedió más empaque ayer al tradicional acto de homenaje a la Constitución de 1812 en su monumento de la plaza de España. Aunque, como apuntó Enrique García-Agulló, el Club Liberal que preside lleva tres décadas realizando esta ofrenda floral, está siendo en estas últimas ocasiones cuando mayor importancia se le está concediendo a la ceremonia, una especie de ensayo general de lo que será el epicentro del Bicentenario de La Pepa el próximo 19 de marzo en Cádiz.

Ruiz-Gallardón fue el encargado de cerrar el acto pero incluso antes de que su potente voz y su prestancia de político carismático resonara ante un numeroso auditorio ya había recibido un cerrado aplauso por parte de los presentes. Al comienzo de su intervención destacó que lo vivido en Cádiz el 19 de marzo de 1812 "tiene significado y vigencia universal porque la independencia que se sustentó no fue únicamente la condena de un opresor, en aquel caso el napoleónico, sino la que rompe las cadenas de la injusticia, la desigualdad o la desesperanza".

"España -continuó- quiso incorporarse a un orden nuevo y abierto en el que cada ser humano pudiera escribir su destino sin tener que resignarse a ser un mero producto del territorio o de los prejuicios del tiempo en el que le tocara nacer".

Así, según el alcalde de Madrid, los legisladores de Cádiz "nos demostraron que no hay asedio que no pueda resistirse si los españoles nos mantenemos juntos, que no estamos menos capacitados que nadie para afrontar un cambio de época".

Considera Gallardón que rendir homenaje a los diputados de Cádiz "equivale a recordar la misión genuina y primordial de la política como ejercicio de entrega y generosidad, de constructiva rebeldía y de amor a la patria".

En este sentido, afirmó que "mientras hoy vemos como otros pueblos han de luchar todavía por sus libertades, y el alto precio que en ocasiones pagan por ello, sabemos que éstas son finalmente ineludibles, y que se pueden postergar, pero nunca erradicar del corazón de los hombres".

Asimismo, tras recordar que la Constitución doceañista "fue un auténtico modelo", ha añadido que "el nacimiento de aquel texto fue una empresa colectiva y con vocación de permanencia y las convulsiones vividas hasta buena parte del siglo XX no lograron impedir su reconocimiento como lo que es, el ingreso de nuestro país en la senda de la era contemporánea".

Finalmente, pidió que, "ante las dificultades que nuestro país afronta actualmente, ante la lucidez y el compromiso que demostraron los hombres que ahora honramos (los diputados doceañistas), hagamos nuestras las palabras pronunciadas en el debate constituyente: Yo quiero que nos acordemos que formamos una sola nación".

Por su parte Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz, se congratuló de que a un año de la efeméride "cada vez estemos rodeados de más personas" y destacó que en "nuestra ciudad nació la libertad de los españoles". En su intervención destacó que "no queremos protagonizar una fiesta de la nostalgia sino de la alegría y la gratitud".

Junto a la alcaldesa de Cádiz y el alcalde de Madrid se encontraba también Manuel María de Bernardo, alcalde de San Fernando; José Pedro Pérez-Llorca, uno de los padres de la Constitución de 1812, Enrique García-Agulló, que ofreció un emotivo y vehemente discurso en el que resaltó el homenaje a "unos hombres que nos dieron el primer contrato capaz de controlar al Estado"; así como Ignacio Moreno, presidente del Ateneo de Cádiz y Enrique Márquez, en representación de la ciudad de México. En su intervención, Moreno destacó que aquellos días del Doce "nos enseñaron a luchar contra enemigos descarnados y aprendimos la lección que supuso defender a una gran nación contra las dificultades".