El Consorcio ha suspendido la que iba a ser la exposición de referencia del Doce. Así lo adelantó ayer este diario y la noticia sentó como un bombazo entre quienes estaban al frente de esta muestra y, también, entre quienes la habían gestionado. Entre estos últimos se encuentra Gabriel Almagro, que tuvo que dejar la gerencia del Bicentenario tras ser destituido de su cargo de delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, acompañando en su marcha a Luis Pizarro, presidente del Consorcio.

Especialmente comedido desde su salida de ambos cargos y evitando comentarios sobre el desarrollo del Doce, Almagro no pudo aguantar más tras leer en este periodo las excusas con las que se justificaba el carpetazo a la exposición que se le había encomendado a Alberto Ramos y Juan José Gelos.

Más claro imposible, al afirmar que para él la exposición Cádiz, Capital del Reino era la muestra de referencia dentro de la programación oficial del Bicentenario, una exposición "imprescindible" ya que "situaba a la ciudad en todo el contexto de 1812, explicando claramente sus causas y las consecuencias. Iba a ser también uno de los legados que se iban a dejar más allá del 2012 con la edición de una publicación de gran calidad. Por eso es de pacatos ordenar su suspensión. Se podían haber echado atrás otras muestras, pero nunca ésta", afirma el exgerente de la Oficina.

Reconoce que es cierto que en un primer momento se plantearon problemas de ubicación, tanto por la ausencia en la ciudad de equipamientos adecuados como por las propias características de la muestra, que incluía piezas de gran valor procedentes de exposiciones y colecciones de todo el mundo. Pero también afirma a Diario de Cádiz que tras descartarse edificios como el Hospital de Mujeres y la Diputación Provincial, "la exposición se planteó para su ubicación en el Museo de Cádiz y en su ampliación, la Casa Pinillos, hasta el punto que se preparó un proyecto para la climatización del patio del Museo" para así garantizar la seguridad de las piezas que se querían traer "y para lo que se había previsto un presupuesto".

También es cierto que el proyecto de Ramos y Gelos era especialmente ambicioso, por lo que "fue necesario recortar el número de obras a exponer, a fin de facilitar la gestión de su préstamo a la exposición del Bicentenario y cifrar el coste total de la misma en unos 700.000 euros".

Con todo ello, afirma con rotundidad que cuando él y Pizarro fueron apartados del Bicentenario se iba en tiempo para sacar adelante esta muestra.

Que ahora se haya descartado sólo puede justificarse, según Gabriel Almagro, "porque el actual equipo directivo ha decidido tirar la toalla y no quieren dar al Bicentenario la trascendencia que nosotros sí le íbamos a dar y la que debería de tener".

En este "abandono" del concepto del Doce incluye también Almagro otros proyectos diseñados por su equipo que han sido "degradados" por sus sucesores: "La Feria Mar de la Libertad, que nosotros la proyectábamos como una feria de relación con el mar, sus empresas y su relación con el Doce, ha acabado por convertirse en una verbena de barrio; a la vez, se han olvidado del homenaje nacional que se iban a dar a los diputados nacionales del Doce". Respecto a la presencia de La Fura como organizadores de los actos a celebrar en el Castillo reconoció no saber si esta colaboración seguía adelante. En todo caso, un portavoz de este grupo catalán indicó hace unos días a este diario que no sabían nada del nuevo equipo directivo.

Lamenta el exgerente del Doce que los actuales rectores de la Oficina "se han olvidado, han dejado a un lado la proyección nacional que debía de darse a esta conmemoración y han preferido por limitar su proyección a lo local. Este no es el Doce en el que yo trabajaba".

También rechaza que se justifique en la crisis económica los recortes en la organización "porque la situación económica nunca ha sido buena", recordando que su destitución coincidió con "la negociación para la contratación de ochenta trabajadores para el castillo de San Sebastián y la búsqueda de dinero para terminar estas obras, aspectos ambos que después fueron anunciadas por Francisco Menacho (actual presidente del Consorcio en sustitución de Luis Pizarro).

"Se ha perdido todo. Todo el trabajo que habíamos realizado Luis (Pizarro) y yo no ha servido de nada porque se ha perdido la proyección nacional de esta celebración. Incluso temo por el futuro de la Fundación Constitucional", advierte Gabriel Almagro que denuncia que "no se le están poniendo las ganas que merece una conmemoración de este calado, ni el tesón que requiere. Personalmente estoy muy decepcionado porque todo el trabajo que hemos realizado se ha perdido. Sólo espero que no se caigan otras grandes exposiciones en las que veníamos trabajando y, sobre todo, que todo esto no sea una vendetta contra el anterior equipo gestor".