Huelga de autobuses en Cádiz: empresa y comité volverán a negociar en el Sercla el lunes 28 de julio
Ambas partes están citadas a las 10:00 horas en la sede en la capital gaditana del Servicio Extrajudicial de Conflictos Laborales en Andalucía
"El comité ya está recompuesto y a la espera de que la empresa nos llame para negociar"
Cuando se cumplirán 19 días de huelga indefinida, representantes de la empresa y de los trabajadores del compañía que gestiona el servicio público de autobuses urbanos en Cádiz, San Fernando y el de la mitad de los interurbanos entre ambas localidades volverán a reunirse el próximo lunes 28 de julio para intentar llegar a un acuerdo definitivo sobre su convenio colectivo.
Ambas partes han sido citadas a las 10:00 horas en la sede en la capital gaditana del Servicio Extrajudicial de Conflictos Laborales en Andalucía (Sercla), un órgano de mediación dependiente de la administración autonómica, en el que ya estuvieron negociando una solución durante ocho horas seguidas, pero que terminó sin avenencia el pasado jueves 17 de julio, en el 8º día de paro consecutivo.
La cita se produce después de que el pasado miércoles 23 de julio la asamblea de los trabajadores de Tranvía de Cádiz a San Fernando y Carraca SA rechazase con una amplísima mayoría el preacuerdo al que habían llegado el día anterior comité y empresa, un documento suscrito por los 4 miembros de UGT, el de CSIF y el de USO, pero firmado "no conforme" por los 3 de CCOO. De una plantilla de 240 trabajadores, 117 votaron en contra del documento y 26 a favor. Pese a que el preacuerdo contenía algunas de las reivindicaciones de los trabajadores, la asamblea lo consideró insuficiente.
Un representante de la empresa, en declaraciones a este periódico, se mostró esta tarde de viernes esperanzado con este nuevo encuentro en el Sercla "en el que, lógicamente comenzaremos hablando del preacuerdo que fue rechazado pro la asamblea, pero en el que tendremos que buscar y encontrar otra solución, otro acuerdo distinto, con otros equilibrios, con la ayuda de los mediadores profesionales de este servicio".
Con esta cita en el Sercla y una vez resueltos los trámites del relevo de un miembro del comité, que presentó su dimisión, y de la entrega del acta de la asamblea en la que se votó el preacuerdo, el posicionamiento de la empresa ha dado un giro de 180º, en tanto que el jueves por la noche no mostró disposición por reanudar la negociación hasta que no se resolviesen esas "incidencias" por parte del comité.
De hecho, a principio de esta tarde la representación de los trabajadores informó de que el relevo de uno de sus miembros, concretamente del vicepresidente, ya se había tramitado y comunicado, al igual que el acta de la asamblea. "El comité ya está recompuesto y solo a la espera de que la empresa nos cite para volver a sentarnos a negociar. Nosotros estamos dispuestos a hacerlo 24 horas al día, 7 días a la semana, incluidos sábados, domingos y festivos", volvió a subrayar en declaraciones a este periódico Manuel Prado, presidente de la representación de los trabajadores, alrededor de las 14:30 horas, cuando acababa de terminar estas gestiones.
Por la mañana, el alcalde de Cádiz, Bruno García, había manifestado que "la intención es que el diálogo, como puerta para un acuerdo, vuelva hoy mismo", por este viernes 25 de julio. García volvió a reunirse ayer jueves con los trabajadores, a quienes siguió pidiendo "responsabilidad", al igual que al representante de la empresa.
Los trabajadores volvieron a manifestarse esta mañana por la avenida principal de la ciudad, si bien dieron la protesta duró menos tiempo, a petición de la Policía Local, que estuvo regulando un tráfico completamente colapsado en hora punta.
El lunes lo que toca a ambas partes es volver a sentarse a negociar y llegar a un acuerdo lo antes posible. A no ser que el objetivo sea batir un récord que no beneficia absolutamente a nadie. Ni a los trabajadores en huelga, que suman hoy 16 días ya sin cobrar; ni a la empresa, en puertas de la salida a concurso de la licitación de un servicio público que mantiene desde hace más de un siglo con un contrato en precario; ni a los usuarios, sobre todo a los de movilidad reducida, sufridores de un transporte urbano reducido a la mitad que se colapsa en hora punta; ni al ciudadano que en su vehículo privado se encuentra a diario con un atasco monumental; ni tampoco a una ciudad que presume de apacible destino turístico en pleno verano.
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