Cádiz

El control del tráfico en el centro de Cádiz y en el Paseo ya es imparable

Cola en la salida del casco antiguo en el Campo del Sur.

Cola en la salida del casco antiguo en el Campo del Sur. / Julio González

Tres empresas se han presentado al concurso organizado por el Ayuntamiento de Cádiz para poner en marcha todo el sistema de control que delimitará el acceso el tráfico rodado tanto en el casco antiguo como a una parte del Paseo Marítimo.

Con una inversión inicial de más de 2 millones de euros, la financiación de la UE, a través del Plan Next Generation, ha sido esencial para que el gobierno local pueda sacar adelante esta operación. El Gobierno obliga a crear Zonas de Bajas Emisiones a todos los municipios del país con más de 50.000 habitantes. La gran mayoría están ya fuera de plazo, siendo Cádiz en todo caso uno de los que más avanzado lleva la ejecución de este plan.

A la vez, que se hayan presentado tres empresas ya significa un importante avance, pues desde hace meses muchos concursos públicos en todo el país se están quedando vacante ante el desinterés de las empresas del sector, debido a la elevación de costes y la incertidumbre del mercado económico.

En los fondos obtenidos por Cádiz desde los Next Generation se incluyen también partidas específicas para completar el desarrollo de los carriles bicis en la ciudad (que también han logrado dinero de la Edusi) especialmente en lo relacionado con el plan de alquiler de este medio de transporte; igualmente hay dinero para la mejora de la accesibilidad el transporte público que va a suponer la reforma de todas las paradas de la Avenida. Está pendiente de adjudicación, porque en este caso sí se ha topado con la dificultad de encontrar empresas dispuestas a afrontar las obras, la peatonalización de la plaza de Candelaria.

La creación por primera vez en Cádiz de las Zonas de Bajas Emisiones va a significar el paso más relevante en el proceso de peatonalización del casco antiguo, cuyos primeros pasos se dieron en los años 80 con el gobierno socialista de Carlos Díaz, continuaron con el PP de Teófila Martínez y se han reforzado en esta etapa del gobierno de izquierdas con José María González, con la gestión política del edil de Movilidad Urbana, Martín Vila.

El proyecto es ambicioso pues supone culminar este plan de mejora de la trabaja urbana tras 40 años. Así, más allá de operaciones urbanísticas de reforma del firme (creando espacios puramente peatonales o de plataforma única), las ZBE van a poner coto al acceso del vehículo privado al casco antiguo, cada vez más limitado. Sólo accederán aquellos relacionados con los servicios públicos, de emergencia, o lo que soliciten el preceptivo permiso.

Para el control de este tráfico se instalarán 33 cámaras en puntos estratégicos de la conexión de la ronda de circunvalación del casco con el espacio interior. Igualmente pasaré en el Paseo Marítimo entre el Hotel Playa y Cortadura, zona que desde hace un año es peatonal, aunque sigan accediendo algunos coches.

Ubicación de las cámaras

Todas las vías de acceso al interior del casco histórico van a contar con una cámara lectora de matrículas que sancionarán automáticamente a todo vehículo que acceda sin tener autorización para ello. Cámaras que ya el Ayuntamiento ha implantado en el acceso a la plaza Fray Félix, en Garaicoechea, en Buenos Aires, en la plaza del Cristo de la Vera-Cruz, en Argüelles, y en Rubio y Díaz.

A estos puntos se unirán ahora los que se habiliten en las calles Botica, Santa María, San Juan de Dios, Arquitecto Acero, Sagasta, San Félix, Venezuela, Pericón de Cádiz, Matía, Doctor Marañón, Benito Pérez Galdós, Beni de Cádiz, Ustáriz, Vea Murguía, la esquina de Santiago Terry y Fermín Salvochea, Isabel La Católica, Plaza de España, Avenida Cuatro de Diciembre de 1977, Cristóbal Colón, Perla de Cádiz y Teniente Andújar.

Con todas ellas se consigue que todos los accesos al interior del casco histórico queden controlados por cámaras, de manera que el grueso de la circulación quede limitada a la ronda exterior.

Carril bici por el Paseo Marítima. Carril bici por el Paseo Marítima.

Carril bici por el Paseo Marítima. / Julio González

Los vecinos afectados por esta medida tendrán posibilidad de acceder con sus vehículos para cuestiones puntuales. Para ello, se habilitará una plataforma para los teléfonos móviles en la que el vecino afectado podrá comunicar la incidencia por la que necesita acceder al interior del centro “y en un plazo de unos quince días tendrá que justificar debidamente ese motivo para que se le aplique sanción ninguna”. “Esta estrategia tiene como principal aliado al vecino y al tráfico de necesidad”, añade Martín Vila.

Esta actuación en el casco histórico se complementa con la puesta en marcha del sistema de cámaras ya implantado en las vías de acceso al tramo del Paseo Marítimo que va de la glorieta ahora llamada Ana Orantes a Cortadura. En concreto, en esa confluencia de Ana Orantes con el Paseo y en las calles Virgen de las Angustias, José García Agulló, Ceuta, Villa de Paradas y Sirenas.

Junto a las cámaras, el Ayuntamiento va a adquirir el software que permita su uso y desarrollo. Todo el proceso de ejecución de este proyecto, una vez adjudicada las obras que van a ser necesarias, se realizará a lo largo del primer tramo de 2023.

Una vez en servicio, el casco antiguo de la ciudad deberá notar una sensible mejoría en su medio ambiente, con una reducción notable de la contaminación, incluida la sonora, a la vez que deberá ir mejorando la atracción de la zona como referente del comercio, como pasa allí donde se peatonalizan calles y plazas.

En manos del Ayuntamiento queda agilizar al máximo la puesta en marcha del nuevo sistema de transporte urbano, para fin de ayudar a reducir el impacto del tráfico privado con destino a intramuros.

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