Planes para cerrar el mandato
Pleno del Ayuntamiento de Cádiz
El Pleno municipal celebra su última sesión ordinaria antes de las elecciones municipales
Varios concejales del equipo de Gobierno y la oposición no repetirán en la próxima Corporación
Cádiz/Fin de ciclo. La nueva era de la política gaditana que surgió tras las elecciones municipales de 2015 ha llegado hoy a su fin tras cuatro años de mandato. Un cierre a la actividad plenaria ordinaria –aún existe la posibilidad de que se celebre algún Pleno extraordinario, tal y como anunció el concejal de Economía y Hacienda, David Navarro– que se realiza dos meses antes de los comicios locales debido a la gymkhana electoral que los ciudadanos van a disfrutar al concatenarse elecciones generales, municipales y europeas –de las autonómicas nos salvamos los andaluces tras acudir a las urnas el pasado 2 de diciembre–. Esto no significa que se clausure el Ayuntamiento de Cádiz, ya que la gestión de la ciudad se debe mantener hasta que tome posesión el próximo equipo de Gobierno.
A partir de ahora, quedan dos meses de campaña electoral pura y dura. Por ello, la sesión de hoy ha servido para dos asuntos: despedir a los concejales que no formarán parte de la futura Corporación municipal y sacar adelante todas las cuestiones pendientes por parte antes de que expire la legislatura. Y es que los planes fueron los principales protagonistas en el Pleno municipal. Hasta seis programas consiguió sacar adelante el equipo de Gobierno: los de Actuación Local de Emergencias ante el Riesgo de Contaminación del Litoral, ante el Riesgo de Accidentes en el Transporte de Mercancías Peligrosas y ante el Riesgo Sísmico, el de Vivienda y Suelo, el de Salud, y contra la LGTBIfobia.
Estos puntos no fueron los únicos de gestión que se aprobaron, ya que hoy también se ha dado luz verde a propuestas como la ejecución del convenio entre la UCA y el Ayuntamiento para la permuta entre el Centro Cultural Reina Sofía y el Rectorado de la UCA o la aprobación inicial de la Ordenanza de Zonas de Estacionamiento Regulado en las Vías Públicas. Eran tantas las mociones de gestión en el Pleno que Ignacio Romaní (PP) llegó a calificar la sesión como la del “último suspiro” tras decir hace una semana que la pasada convocatoria extraordinario era un “Pleno escoba”.
Por encima de estos asuntos estuvo el aroma a despedida en el Salón de Planos. Por diversos motivos, varios concejales no volverán a repetir en la próxima legislatura. Además, aún existen dudas sobre si varios ediles se mantendrán en las listas electorales.
Por el lado del equipo de Gobierno, cinco concejales no repetirán en la Corporación municipal: Álvaro de la Fuente, Laura Jiménez, María Romay, Ana Camelo y Adrián Martínez de Pinillos. De hecho, en el desarrollo del Pleno se constató que los que se quedan son los que mayor peso tienen en el equipo de Gobierno, lo que justifica su presencia en la candidatura de Adelante Cádiz.
En la oposición, el nombre que estuvo más presente fue el del popular José Blas Fernández, el más veterano de los integrantes del arco plenario y uno de los concejales más incisivos a la hora de debatir. Tanto que hasta en su último día –o penúltimo si hay un Pleno extraordinario– estuvo al frente de una de las refriegas más duras de la sesión con el concejal de Movilidad, Martín Vila, a la hora de tratar la Ordenanza de Estacionamiento Regulado. Fernández fue muy crítico con la gestión municipal por la pérdida de aparcamientos que ha ocasionado la construcción del carril bici. Vila le devolvió varios dardos envenenados.Entre ellos, le espetó que el de hoy era su último Pleno “si no repite en otra candidatura” más afín a su ideología, convirtiéndose en una clara indirecta ante una supuesta posibilidad de que encabece una lista electoral de Vox. Al final, todo acabó en un cruce dialéctico en el que el edil del PP le dijo al portavoz de Ganar Cádiz enComún que se dedica a “moverle el rabo al alcalde y quitarle el puesto a otro compañero” por concurrir como número tres por Adelante Cádiz, lo que ha mandado a David Navarro al quinto puesto de la candidatura.
Ésta era la única cuestión clara en la bancada popular, ya que aún no se conoce la confección de su lista para las elecciones municipales. De momento, sólo está confirmado que la candidatura la encabezará Juan José Ortiz. La duda más importante es la de Ignacio Romaní, que figura como número tres en la lista del PP para el Congreso por la provincia de Cádiz, pero no se sabe nada sobre si se mantendrá en el Ayuntamiento tras llevar el peso de la oposición durante los últimos cuatro años.
Mucho más tranquila fue la sesión para el PSOE. La única ausencia para las elecciones es la de Juan Cantero, que, precisamente, hoy no ha asistido a la sesión plenaria, evidenciando una vez más su distanciamiento con el resto de su grupo municipal.
En el grupo de los no adscritos (ex Ciudadanos), la sensación era de incertidumbre al no haber tomado aún Juan Manuel Pérez Dorao y María Fernández-Trujillo una decisión sobre si concurrirán bajo otras siglas a los comicios locales. Incluso, en alguna ocasión Pérez Dorao tuvo que aclarar que ya no pertenecen a la formación naranja.
Con todo, el ciclo electoral se cerró tras cuatro años intensos. Ahora, la política se traslada a la calle con la campaña. Un mandato muy diferente al anterior que puede abrir paso a otro con muchas caras nuevas. Pero para eso aún quedan dos meses.
El dinero del plan LGTBI proviene del sobrante de la ayuda a domicilio
Uno de los debates más agrios tuvo lugar en la propuesta para la aprobación del I Plan Municipal contra la LGTBIfobia. Aunque todos los grupos municipales votaron a favor, la oposición mostró sus dudas sobre la partida de dinero que se iba a utilizar, ya que en el expediente se señala que los 108.400 euros necesarios se detraían de la destinada a la ayuda a domicilio. A petición del PSOE, el interventor municipal explicó que en la consignación de este servicio existe un sobrante de unos 150.000 euros que se presupuestan por si hubiera un desfase entre el precio por hora del contrato del Ayuntamiento y el precio por hora que paga la Junta. Esta cantidad sobrepresupuestada nunca se ha utilizado, por lo que se ha decidido dedicarla al citado Plan contra la LGTBIfobia. Aun así, siguen existiendo 41.600 euros de más por si hay que cubrir algún imprevisto de la ayuda a domicilio.
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