Fútbol El Cádiz CF, muy atento a una posible permanencia administrativa

Cádiz

Grave deterioro de las plazas más emblemáticas de Cádiz tras ocho años sin inversiones

La desgastada zona central de la plaza de la Catedral

La desgastada zona central de la plaza de la Catedral / Julio González

El mantenimiento en buen estado de calles, plazas, mobiliario urbano, jardines, alumbrado público, señalización vertical... es una de las funciones esenciales que tiene un ayuntamiento. Se cumple así con el deber que se tiene con quienes pagan los impuestos municipales y, a la vez, permite trasladar la imagen de una ciudad bien cuidada a los visitantes que acudan a ella.

El Ayuntamiento de Cádiz ha acumulado ocho años incumpliendo esta norma básica de la gestión municipal. Durante los dos últimos mandatos la inversión en mantenimiento urbano ha sido casi nula, más allá de obras de emergencia. La ausencia de presupuesto en el departamento correspondiente ha sido más que evidente.

Falta de dinero que provocó más de un choque entre los socios de gobierno: entre Ganar Cádiz, que gestionaba este área, y Adelante, que tenía la mayoría en el gabinete local.

Y falta de inversiones que ha acabado, ahora, con la presencia de numerosos desperfectos en buena parte de las plazas de la ciudad. Obras ya ejecutadas en las plazas de España y, ahora, en Candelaria, están sacando los colores al resto de los espacios públicos de la ciudad, especialmente los del Cádiz interior. Y eso que tanto en Candelaria como en la plaza de España se ha echado en falta en los proyectos ya ejecutados retoques en las manzanas interiores de estos recintos, quedando así el conjunto con una sensación de un trabajo mal terminado.

Durante el anterior mandato de José María González se llegó a anunciar planes de urgencia para actuar en el firme de San Juan de Dios y Catedral, especialmente dañado al soportar la presión de cientos y cientos de viandantes cada día, y más en momentos de mayor presencia de turistas.

Este compromiso nunca se cumplió, más allá de parcheos muy puntuales.

Obras en San Juan de Dios en 2012

La rapidez con la que en 2012 se terminó la peatonalización de la plaza de San Juan de Dios provocó que las costuras del kilómetro cero de la ciudad se rompiesen pronto. Y más cuando el trafico rodado lo atraviesa en parte y funciona una parada de taxi, en la que en hora punta se pueden concentrar una docena de vehículos, parada nunca se urbanizó para esta función, lo que ha afectado al firme que soporta el peso de estos coches todos los días.

De la misma forma, la plaza de la Catedral aguanta un uso diario masivo por los miles de turistas que acceden a la Catedral y la existencia de numerosos locales de hostelería.

Hay que tener en cuenta que este recinto se peatonalizó hace más de treinta años, en la etapa de gobierno de Carlos Díaz, y desde entonces sólo se ha mantenido en espacios muy concretos, como el cercano arco de la Rosa. El deterioro de tantos años es claramente visible en el espacio central de la plaza. Mediante piezas de mármol se pintó la planta de la Catedral. Hoy hay trozos resquebrajados y otros que se han perdido.

Destrozos y suciedad en la plaza de Mina. Destrozos y suciedad en la plaza de Mina.

Destrozos y suciedad en la plaza de Mina. / Julio González

También aquí los parterres elevados que rodean a las palmeras hacen incómodo el tránsito.Una tercera plaza donde es necesaria una actuación urgente es en la de Mina, sin duda una de las más espectaculares de la ciudad.

En la misma no se ha actuado en estos ocho años, más allá de una modificación en la ubicación de las terrazas de los bares de la zona.

Primero, necesita completar la peatonalización de todo el viario exterior, como en Candelaria, hoy limitado solo a dos de sus caras y con ello mejorar el acceso a personas con movilidad reducida.

Después, es necesaria una actuación contundente en el arreglo de los más que numerosos desperfectos que se localizan en el firme, las escaleras, los parterres, las vallas que protegen los jardines (zonas verdes en las que actuar, en esta plaza y en el resto de las de la ciudad). Y todo ello con la falta de una mano de pintura (o varias) en todos los bancos, así como la reparación de las luminarias y papeleras.

La plaza de Mina necesita también una nueva propuesta para su pastilla central, donde en su días se levantó un quiosco de música. Durante el gobierno de Teófila Martínez ya se planteó su reposición, que denegó la Junta de Andalucía, entonces en manos del PSOE (la inversión del quiosco se trasladó al parque Genovés, donde se levanta junto a la zona de juegos infantiles, languideciendo ante la también evidente falta de mantenimiento).

Otros espacios en mal estado

La plaza de Manolo Santander, la antigua plaza de la Reina, en pleno corazón de La Viña, no es que tenga problemas de mantenimiento: simplemente no existe como tal, más allá de una serie de juegos infantiles. Es uno de los recintos prometidos por unos y otros y que nunca se ha llegado a ejecutar, a pesar de ser el mayor espacio libre de este barrio, más allá de la cercana playa de La Caleta.

En Puerta Tierra también es necesario un plan de mejoras en sus plazas. La que ofrece un peor estado es la de Carlos Díaz, junto al Hospital Puerta del Mar, así como las de Asdrúbal y San José. Las dos primeras fueron valladas en su día lo que no ha impedido actos vandálicos en estos recintos, que se unen a la nula inversión en mantenimiento.

Este estado de la trama urbana se extiendo también a diversas calles y avenidas de la ciudad. Por su papel referente en las conexiones internas y por su uso masivo, destaca la Avenida.

La reforma de su acerado iniciada hace tres décadas nunca se ha concluido, queda el tramo más cercano al frente de la Puerta de Tierra. Durante este intervalo de tiempo se ha ido deteriorando una parte de la calzada arreglada en su día, especialmente por la acción de las raíces de los árboles. Aquí sí se ha actuado en estos años, aunque con escaso éxito en algunos tramos.

Iniciado durante el anterior mandato del Ayuntamiento, se trabaja en la reforma integral de los espacios públicos de la zona de la barriada de La Paz más cercana al puente de la Constitución, mientras que queda por actuar en parte del resto del barrio.

Vías de extramuros entre la Avenida y la Bahía y calles del casco antiguo (a pesar del avance que en su reforma se realizó primero con Carlos Díaz y después con Teófila Martínez) tienen pendientes también una modernización de su viario.

Y junto a ello, es necesario un nuevo plan de asfaltado en toda la ciudad, después de diez años sin tocar casi ninguna calle (y en las que se tocaron, como un tramo de la Cuesta de las Calesas, el firme vuelve a estar en muy mal estado). Hay zonas, como la avenida de la Bahía, donde ya es incluso peligroso circular si se va e un vehículo de dos ruedas.

Ante este panorama general, es evidente que Cádiz necesita un plan integral centrado en el mantenimiento urbano, para poner orden en lo que ha estado desordenado, y abandonado, en los últimos años. El Presupuesto Municipal para 2024, que todavía no se ha presentado, debería de recoger una partida extensa en euros para estos trabajos que junto a la falta de fondos ha chocado también, en estos años, con una falta de personal pues parte del mismo asume trabajos de mantenimiento en los edificios públicos.

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