El regidor municipal de Cádiz, José María González Kichi, ha denunciado esta mañana que existe un "interés" por parte de los grupos de la oposición de "sentar al alcalde de forma sistemática en los juzgados". Unas manifestaciones que realizó a tenor de la citación judicial por la que tendrá que declarar el próximo jueves para responder a la denuncia interpuesta por Ciudadanos por dos presuntos delitos de prevaricación y malversación de caudales públicos. Una comparecencia que será en calidad de investigado dentro de las diligencias previas que la juez ha abierto. 

González, que ha comparecido en rueda de prensa esta mañana, aseguró que afronta la citación "con la tranquilidad del que hace las cosas por sus vecinos, del que ha hecho las cosas pensando siempre en el interés general y sin nada que ocultar, y con ganas, de verdad, de que llegue el momento de declarar para contar nuestra versión y contrarrestar el relato que se hace por parte de Ciudadanos". 

El primer edil manifestó claramente la sensación que tiene de haber una estrategia de la oposición para llevarle al terreno judicial al repasar las diversas denuncias que ha recibido a lo largo de la legislatura y que han quedado archivadas, uniendo a esto el recurso presentado por la Subdelegación del Gobierno -en manos del PSOE en la actualidad- al proceso de remunicipalización. "Creo que hay una triple alianza de la oposición en esta ciudad con un único interés, que es sentar al alcalde en los juzgados tantas veces como sea posible, cuando entiendo que el interés debe ser Cádiz, que es el único que nos mueve a nosotros", declaró. De hecho, incluso llegó a remarcar que "en el horno hay unas cuantas denuncias más que están preparando los grupos".

Respecto a la denuncia de Ciudadanos, González señaló que se ha realizado "basándose en unos elementos que no son imputables al Ayuntamiento de Cádiz porque el Ayuntamiento no ha transmitido en ningún momento -la titularidad de los chiringuitos- y sigue cobrando el canon de los chiringuitos religiosamente".

Asimismo, también contestó a las declaraciones del delegado territorial de Medio Ambiente de la Junta, Ángel Acuña, en las que ha asegurado que la "actitud errática" del Ayuntamiento es la que ha llevado a los chiringuitos a la actual situación. Ante esto, González indicó que la interpretación de Acuña es "errónea", ya que mantuvo que cuando se solicitó información a la Administración autonómica "se nos devuelve una lista de tareas sobre cuál es el procedimiento y nosotros no hemos iniciado ni el segundo paso".

En este aspecto hizo hincapié al apuntar que el Consistorio pidió informes a todas las instituciones implicadas y que es cuando recibe toda la información "cuando se pone de manifiesto la alerta en el equipo de Gobierno sobre una posibilidad de que existan chiringuitos cada 150 metros y se amplíen las concesiones hasta 30 años, contraviniendo lo que dicen el pliego de condiciones, el Plan General y el interés público de mantener las playas de Cádiz para los gaditanos, fundamentalmente". Es en este instante, según el primer edil, "cuando nosotros decidimos no seguir adelante con el procedimiento". 

Con todo, González marcó una distancia entre el pleito administrativo que se presenta por este asunto con la Junta de Andalucía y el proceso que está en marcha por la denuncia de Ciudadanos. "El debate administrativo se puede dar y es legítimo, pero llevar eso a los tribunales acusando al alcalde de malversación y prevaricación, ahí hay un abismo", aseveró. 

A la espera del desarrollo que tiene este conflicto por las dos vías que se van a abrir en los tribunales, González defendió que “tenemos un proyecto político para las playas de nuestra ciudad. Estamos absolutamente convencidos de que las playas de Cádiz pueden generar riqueza, que pueden dinamizar la economía de la ciudad y que pueden generar empleo estable, pero todo eso se debe hacer sin poner en peligro a las propias playas”. Por ello, quiso poner distancia con modelos de ciudades en las que existe masificación, como sucede en Benidorm, para puntualizar que si esto sucediera “estaríamos poniendo en peligro el propio futuro, la propia subsistencia de un elemento diferenciador que hace que nuestras playas sean especialmente atractivas”.

Ante esto, destacó que “nuestra apuesta por la defensa de los trabajadores y la estabilidad de las plantillas es de sobra conocida”, pero que esto “debe ser compatible con la ley, los propios contratos que se firman entre el Ayuntamiento y los chiringuitos, y con el Plan General”. “Nosotros preferimos hacer las cosas con la ley de nuestro lado”, sentenció.

Por este motivo, en la búsqueda de una solución, el alcalde afirmó que “estamos dispuestos a redactar un nuevo pliego donde se contemple, por supuesto, la permanencia de los chiringuitos durante todo el año, pero, previamente, los concesionarios tienen que renunciar a su concesión. Si todo el mundo tiene a bien reescribir las reglas del juego, volvemos a jugar la partida, pero lo que no se nos puede exigir a nosotros es que cambiemos las reglas del juego de la partida en curso”.