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Coronavirus en Cádiz

Vilafranquina no puede fabricar los paquetes de un kilo de harina que se agotan en el súper

  • La fábrica ubicada en la Zona Franca se centra en grandes distribuidores y no en el consumo del hogar, aunque también distribuye a marcas como Mercadona

En primer término, las instalaciones de Vilafranquina en la Zona Franca de Cádiz

En primer término, las instalaciones de Vilafranquina en la Zona Franca de Cádiz / Joaquín Hernández Kiki

En el inicio de la pandemia uno de los productos más demandados en los supermercados fue el papel higiénico. Sin embargo, desde hace unas semanas las ventas se han disparado en todo tipo de harinas. El pan, los bizcochos, las empanadas... ya se elaboran cada vez más en casa para evitar, de esta forma, salir lo menos posible de la vivienda.

Este incremento en el consumo de la harina destinada a los hogares ha ido parejo con el descenso en la venta de la harina que se destinaba a los grandes proveedores, dedicados muchos a bares, restaurantes, cafeterías, pastelerías o panaderías, afectados por el cierre.

Crece la venta al kilo y decrece la de los grandes sacos de 25 kilos o más. Es lo mismo que ha pasado con el consumo eléctrico en las dos últimas semanas de cierre d elas grandes empresas: se gasta más en la casa, se consume apenas nada en estas empresas.

La fábrica de Harinera Vilafranquina ubicada en la Zona Franca de Cádiz, una de las firmas más emblemáticas del Consorcio, se está viendo afectada en su producción desde el inicio del confinamiento, aunque no se aportan datos concretos.

"El denominado como consumo horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) está muerto, no se consume nada. Nosotros servimos a este tipo de negocio que ya no está en funcionamiento o ha reducido de forma muy notable su producción, como son los panaderos tradicionales", lo que se nota en el negocio, se destaca desde esta firma. En todo caso, Vifranquina en Cádiz sí distribuye harina a grandes marcas, como Mercadona, que sí ha incrementado la venta de este producto.

Se pone como ejemplo Canarias, que con el turismo como pilar esencial de su economía, el cierre de estos establecimientos ha sido desastroso para la venta de grandes cantidades de harina.

Vilafranquina cuenta con otras fábricas en España, como las de Barcelona y Arévalo (Ávila) que es la que tiene mayor capacidad de producción. En Cádiz se mueven al mes unas 20.000 toneladas de harina, concentradas fundamentalmente en envasados de 25 kilos o en el transporte de grandes camiones de hasta 25.000 kilos destinados para firmas como pueden ser Mercadona, Bimbo o Polvillo.

Pero Cádiz, al contrario de lo que ocurre en las otras fábricas de la compañía, no trabaja con los paquetes de un kilo de peso, que son los que se llevan los usuarios de los supermercados.

"Hemos llegado a recibir muchas peticiones en estos días de muchos distribuidores que en estos días necesitaban paquetes de harina de un kilo, pero no les hemos podido atender", se destaca desde la fábrica gaditana.

Las inmensas naves ubicadas en la Zona Franca de Cádiz están técnicamente preparadas para atender los pedidos en grandes envases, no cuentan con maquinaria para los paquetes pequeños. Ni por el momento se plantea hacer modificaciones en la línea de envasada por el elevado coste que ello supondría y, sobre todo, porque la demanda tiene una fecha de caducidad: cuando concluya el estado de confinamiento y el consumo se normalice tanto en las grandes superficies como en las panaderías tradicionales.

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