En la transformación urbana de una ciudad a veces, o muchas veces, hay que tomar medidas que pueden ser arriesgadas, que pueden provocar las quejas e incluso las iras de algunos vecinos, pero que al final se consideran vitales para la mejora de la trama urbana y, con el tiempo, nadie las pone en duda.

Ancha, Catedral o San Juan de Dios han sido calles y plazas ocupadas por los coches, de paso o como meros aparcamientos. Su peatonalización supuso en su día un choque para muchos. Hoy sería impensable volver a la vieja realidad del coche mandando sobre el peatón en estas vías.

En esa estamos ahora en Canalejas. A trozos, el Ayuntamiento está renovando y elevando el firme de la calzada. La operación sirve para sustituir un viario que se encontraba ya muy deteriorado pero, sobre todo, sirve para unir la acera de la avenida del 4 de diciembre, con la zona peatonal de los jardines de Canalejas, como una gran plataforma única.

La operación ha permitido ampliar el acerado para los peatones y limitado el impacto de los coches estacionados a un lado y otro de la avenida. Ahora los vehículos sólo aparcarán en un lateral mientras que en el otro se ha habilitado espacio para los viandantes y bancos para su descanso.

A todo ello se le une la conclusión, hace ya unos meses, de la renovación del firme de Canalejas, que fue iniciado en la última corporación del PP, por lo que entre este paseo, la renovada avenida y el acerado ampliado de ésta se crea un gran espacio público con un potencial de aprovechamiento urbano más que evidente.

La cuestión es si el gobierno municipal está dispuesto a dar este paso, como lo hizo el socialista Carlos Díaz con Catedral y la popular Teófila Martínez con la plaza de San Juan de Dios.

Cuando se ejecutaron las obras de reforma de esta última plaza y ahora cuando se han ejecutado en dos fases la mejora de la avenida del 4 de diciembre, el tráfico rodado quedó cortado a todo lo largo de la ronda interior de Canalejas, y en este tiempo no se produjo una quiebra de la vida de los ciudadanos y de la conexión con el centro histórico.

Así que, una vez concluida esta obra y pendiente de la reforma del resto del viario hasta llegar a la plaza de España, donde estamos a la espera de la ejecución del ambicioso plan de peatonalización, se abre la posibilidad y la necesidad de adelantar la recuperación de esta vía por parte de los ciudadanos, o por lo menos de la eliminación de los escasos estacionamientos que se han dispuesto para hacer más permeable la conexión con Canalejas.

Y para Canalejas es urgente diseñar un plan de dinamización ciudadana. Un plan que transforme este jardín, hoy de uso peatonal muy limitado, en uno de los grandes espacios de ciudad.

Cabe recordar que en su día Canalejas fue cita cada año de la Feria del Libro, con lo que ello suponía de animación para la zona. Incluso también sirvió de ubicación para las casetas que se instalaban en las Fiestas Típicas. Y de espectáculos de títeres.

Hay que aprovechar mejor lo espacios abiertos del paseo de Canalejas.

No parece lógico dejar sin uso los grandes espacios que conforman las plazas abiertas existentes en los dos extremos del recinto (una de ellas ocupadas en determinadas horas del día por la terraza de un vecino establecimiento hostelero). Son espacios lo suficientemente amplios para la celebración de eventos culturales y festivos, para organizar juegos para los pequeños y jóvenes, para plantear incluso exposiciones al aire libre o actividades gastronómicas.

Todo ello sería un foco de atracción más al casco histórico de la ciudad, tan necesitado de elementos tractores que le permitan recuperar lo perdido, y lo que se sigue perdiendo, por culpa de la crisis sanitaria.Aún quedan algunos locales vacíos en la avenida del 4 de diciembre, donde abundan las oficinas bancarias en detrimento de locales de hostelería o turísticos, por lo que el Ayuntamiento, dentro de sus posibilidades, debería de favorecer su ocupación.

Teniendo en cuenta que buena parte de estas actuaciones chocarían con el obligado control sanitario por la pandemia, hay tiempo por delante para plantear una oferta adecuada.

No olvidemos tampoco que Canalejas será más pronto que tarde la gran puerta de la ciudad al nuevo espacio portuario totalmente reformado y con un, esperemos, gran potencial comercial y turístico. Y nada mejor que ir preparándonos con tiempo para este profundo cambio.